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El diario del lunes
Un desgraciado sainete político

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Por Fernando Butazzoni ///

Durante los últimos días el clima social ha estado marcado por enfrentamientos y gestos altisonantes que, eludiendo el problema real de la delincuencia, lograron estresar aún más la agitada vida mental de los uruguayos. Los responsables: todos ellos políticos profesionales, la mayoría ilustrísimos senadores y diputados de la República Oriental del Uruguay.

Hubo errores de apreciación, declaraciones poco afortunadas y un afán desmesurado por adelantarse a los acontecimientos. Los que pagan el pato son los ciudadanos, como si ya no tuvieran bastante con el arduo trajinar de cada día.

El detonante fue un hecho desgraciado: el asesinato de Heriberto Prati, un ex marino y empresario de 56 años. Primero fue el dolor y la justa indignación de la familia, los amigos y vecinos del fallecido. Luego fue la extendida protesta en las redes sociales, difundida con amplitud por los medios de comunicación. Enseguida la convocatoria a la protesta, el caceroleo y el descontento, en especial en los barrios de Carrasco, Punta Gorda y Pocitos.

En ese contexto el ministro del Interior Eduardo Bonomi le formuló a Emiliano Cotelo en su programa En Perspectiva declaraciones desatinadas, las que bien oídas fueron una especie de razonable recomendación a la ciudadanía: “no se resistan a una rapiña armada”, pero mal miradas resultaron agraviantes para las víctimas de delitos, quienes sintieron que el mensaje era algo así como: “la culpa la tuvo el muerto por resistirse”. Trascartón, el segundo al mando de la cartera, Jorge Vázquez, reconoció que los delincuentes no le tienen miedo a la Policía ni a la cárcel.

Luego de esas dos pifias ministeriales hubo una intervención del senador Jorge Larrañaga en el Senado, el día martes 4, en la que el legislador anunció su disposición a recorrer hasta el fin el camino de la interpelación al ministro Bonomi, solicitada ese mismo día por su colega Pedro Bordaberry, y acudir incluso a lo establecido en los artículos 147 y 148 de la Constitución sobre la censura de los ministros: “Llegar hasta las consecuencias que se quieran, para buscar respaldar a la paz pública, la defensa de los principios constitucionales y el derecho a la vida", dijo.

A las pifias de Bonomi y Vázquez se agregó una tercera, esta vez de Bordaberry, quien siguió con el sainete doblando la apuesta para desafiar al Gobierno, pero no lo hizo en el Parlamento sino en la tele: “Vamos a pedir que si sigue Bonomi se llame a elecciones y vamos a ver si el Frente Amplio lo acompaña, porque ¿Qué pasa? ¿Tiene miedo de escuchar la voz de la gente? ¿Se abraza a sus cargos y sus bancas en el Parlamento?”.

Esa morcilla de Bordaberry tras los dichos de Larrañaga no cayó bien en casi ningún ámbito. Varios legisladores de su propio partido expresaron por lo menos su descontento con el planteo del ex candidato colorado. También desde tiendas blancas e independientes se subrayó lo poco razonado de esa propuesta para llamar a elecciones anticipadas. Algunos dirigentes la calificaron de disparatada. El PIT-CNT opinó que además era inescrupulosa.

En medio del batiburrillo, el día miércoles 5 a la tardecita, el presidente del Frente Amplio Javier Miranda, escoltado por la plana mayor de los legisladores oficialistas, compareció en el Parlamento ante la prensa para aportarle un poco de seriedad al debate.

Es significativo que la primera expresión de Miranda haya sido de “solidaridad con todas las víctimas de violencia y delitos”. Tras las declaraciones de las máximas jerarquías del ministerio del Interior, los dichos del presidente del Frente Amplio fueron de lo más atinado de la semana.

Apelando al sentido común, Miranda le pidió al sistema político un espíritu más constructivo: “Exhortamos a todas las colectividades políticas y a sus máximos representantes, a realizar aportes que contribuyan a la conformación de un clima de serenidad, que viabilice las respuestas que toda la ciudadanía espera, en el marco de la institucionalidad democrática y republicana, sin apelar a atajos que generan inestabilidad”.

El texto leído por el presidente del Frente Amplio aportó un poco de sensatez en medio de tanto barullo. Sensatez afuera y adentro del oficialismo, porque lo que está claro es que la patinada de Bordaberry fue respondida, de inmediato, con el clamor estentóreo de algunos legisladores frenteamplistas, quienes no dudaron en descalificar al senador colorado endilgándole las conductas dictatoriales de su padre. Llegaron a hablar del ADN.

Fue otra pifia más, la cuarta de la semana. Ataques como esos son un pésimo ejemplo de algunos extremos que se dan en la vida política. Todavía se podrían agregar más pifias, más ruido, más declaraciones rimbombantes, como las de Mónica Xavier, senadora y ex presidenta del FA.

Mientras tanto, la población se inquieta, sufre y luce un tanto desconcertada ante semejante sainete. Al impacto de otro asesinato brutal se le sumaron esas movidas políticas de pasillo que al común de la gente le resultan incomprensibles o, peor aún, las observa como parte de un juego de salón muy alejado de los problemas de cada día. La seguridad ciudadana no salió fortalecida del rifirrafe, y el prestigio de los políticos profesionales tampoco.

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El diario del lunes es el blog de Fernando Butazzoni en EnPerspectiva.net. Como no podía ser de otra manera, actualiza todos los lunes.

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