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Urquiza esq. Abbey Road
Cyrille Aimée: Francesa, joven y talentosa

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Por Eduardo Rivero ///

Habiendo descubierto hace poco a la excepcional Cyrille Aimée, me puse a repasar mentalmente la lista de cantantes francesas que me gustan y he comprobado, con alarma, que una de ellas ha muerto hace muchísimos años y las otras, salvo excepciones, son también nombres asociados a un pasado remotísimo.

La inigualable Edith Piaf, genial, intensa, dramática, murió en 1963. Juliette Gréco, musa del existencialismo, tiene hoy la venerable edad de 89 años. De ella dijo Jean Paul Sartre: “Juliette tiene millones de poemas en su voz”. Casi nada.

Las diosas de la canción francesa del tiempo de mi adolescencia tampoco se cuecen al primer hervor.

Sylvie Vartan tiene 72 años. La susurrante, elegantísima y bella Françoise Hardy, que influyó directamente sobre la cantante Diane Denoir aquí en Uruguay con su pop liviano pero exquisito, también anda en los 72. Mireille Mathieu, una exitosa e increíble imitadora del estilo de Piaf, hoy semi retirada, tiene 70.

De las de hoy una no me gusta mucho: Carla Bruni, la ex primera dama, que de juvenil ya tiene poco a sus 49 años. Y, como si no bastara, esta ex primera dama no es francesa sino italiana. Sí me gusta mucho Coralie Clément (de 38 años), una suerte de nueva Françoise Hardy, con su voz susurrante y su inclinación por la bossa nova. También me encanta Zaz, el nuevo fenómeno de popularidad en Francia con su canción Je Veux, quien pese a captar públicos realmente juveniles ya tiene 36 años.

La última en ingresar a esa lista virtuosa de mis favoritas de la chanson française es Cyrille Aimée, un reciente descubrimiento de esos que te dejan satisfecho de ser tan buscador de músicas y músicos. Como en el caso de Zaz, lo suyo anda también emparentado con el jazz, género donde se mueve como pez en el agua.

Cyrille posee una tremenda voz que en algunos momentos nos hace acordar mucho a la intensidad blusera gloriosa de la gran Billie Holiday y en otros suena aterciopelada como la estadounidense radicada en Reino Unido Stacey Kent y su musa inspiradora, la gran Blossom Dearie, pianista y cantante que tuvo su apogeo en los años 50 y 60.

Pese a todas esas influencias, Aimée tiene una de esas voces instantáneamente reconocibles, atributo que sólo las más grandes son capaces de poseer,

Cyrille nació el 10 de agosto de 1984 en Francia, hija de padre francés y madre dominicana, lo que explica que frecuentemente cante en un muy prolijo español. Creció en Samois-sur-Seine, Fontainebleau, pero desde hace ya unos años reside en Brooklyn, Nueva York, donde su inclinación por el jazz estadounidense es capaz de combinarse a la perfección con su escuela, en gran medida basada en el estilo acústico del legendario Quintette du Hot Club de France.

Su carrera despegó al recibir algunas distinciones y premios de gran importancia. Fue ganadora en el festival de Jazz de Montreaux en 2007, finalista en el Thelonious Monk Institute International Jazz Competition en 2010 y ganadora en el Sarah Vaughan International Jazz Competition en 2012.

Escucharla es rendirse a su voz y su forma de abordar el jazz, género del que domina todos sus secretos, como por ejemplo el canto scat, tarareando sílabas y no una letra, en la mejor tradición de grandes como Sarah Vaughan o Ella Fitzgerald.

El periodista musical del New York Times Stephen Holden la describió como una mezcla de Sarah Vaughan y Michael Jackson, opinando que Cyrille tiene “un pie en la tradición y otro en la electrónica”. Otro periodista del mismo periódico, Nate Chinen, escribió que Cyrille tiene “una voz dulce y aniñada que domina con la precisión de un francotirador”.

Otros periodistas de igual nivel han hablado, entre otras características, de su estilo influido por las grandes del jazz pero también por Edith Piaf, definiendo a su voz como “sutil y articulada” y “fluida y persuasiva”. También se refieren a su cabello ensortijado de color rojizo y a su notoria belleza física. En resumen: lo tiene todo para ser la estrella que ya es.

Pese a su juventud, Cyrille Aimée ya posee una amplia discografía, en la cual se incluyen los dos álbumes que me hicieron “parar la oreja” en primera instancia para luego cautivarme totalmente: It’s a Good Day, de 2014, y Let’s Get Lost, de 2016.

Otros títulos más que recomendables en esa discografía son Cyrille Aimée and the Surreal Band (2009); Smile (2009) y Just the Two of Us (2010), junto al guitarrista de jazz brasileño Diego Figueiredo; Live at Small’s (2010) y Live at Birdland (2013), ambos en vivo; Burstin’ Out! Chicago Jazz Orchestra with Cyrille Aimée (2013) y el compilado de varios músicos It’s Christmas on Mack Avenue (2014).

La seducción que logra Cyrille es bastante políglota, ya que, por supuesto, se basa en el inglés y el francés, pero también en el español y el portugués.

Su repertorio arranca en los viejos estándares del Great American Songbook y llega hasta canciones contemporáneas que se recuestan en géneros como el funky y la electrónica.

Son particularmente deliciosas sus versiones de clásicos como When or When, de Richard Rodgers y Lorenz Hart, Caravan, de Juan Tizol y Duke Ellington, Three Little Words, de Harry Ruby y Bert Kalmar, That Old Feeling, de Sammy Fain y Lew Brown, y el clásico éxito de Frank Sinatra de 1953, Young at Heart, escrito por Johnny Richards y Carolyn Leigh.

Resultan especialmente exquisitos los temas en los que el acompañamiento se basa en la tradición del Quintette du Hot Club de France, donde los vertiginosos y precisos solos de guitarra y violín recuerdan a los legendarios Django Reinhardt y Stéphane Grappelli.

La reserva más joven de grandes cantantes francesas nos ha dado, entonces, una nueva y gratísima sorpresa con la extraordinaria Cyrille Aimée. A no perdérsela.

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Urquiza esq. Abbey Road es el blog musical de Eduardo Rivero en EnPerspectiva.net. Actualiza los miércoles.

Video: Cyrille Aimée

Video: Mack Avenue

Video: Cyrille Aimée

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Foto: Cyrille Aimée. Crédito: s/d de autor/cyrillemusic.com

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