A. Económico

¿Cuál es la situación de la industria manufacturera en nuestro país según los últimos datos?

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EMILIANO COTELO (EC):

Sobre fines de la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística divulgó nuevos datos sobre el desempeño del sector manufacturero en nuestro país. Según estas cifras, en febrero la actividad en la industria manufacturera se retrajo en un 11,7% frente al mismo mes de 2016. Sin embargo, en esta retracción tuvo una incidencia clave el cierre por mantenimiento de la refinería de ANCAP, que paralizó su producción sobre mediados de ese mes. De hecho, la serie de industria sin refinería, que también publica el INE, registró una contracción mucho menor en el mes… concretamente de 2% frente a los niveles de un año atrás.

¿Cómo se analiza este comportamiento de la industria manufacturera en el comienzo de 2017? ¿Qué perspectivas se manejan para este año? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

Florencia, Emiliano adelantaba que la producción industrial cayó casi 12% en febrero y un 2% si dejamos de lado el impacto del cierre de la refinería. ¿Cómo vieron estas cifras que divulgó el INE sobre finales de la semana pasada?

FLORENCIA CARRIQUIRY (FC):

A ver… Como comentamos varias veces los datos mensuales de la producción industrial son bastante volátiles y hay que ser cuidadosos al momento de sacar conclusiones, pero, de todas maneras, parece claro que estas cifras de febrero fueron bastante peores que las que veníamos viendo en los meses anteriores.

Hay que tener presente que después de un período claramente recesivo en el sector manufacturero entre finales de 2014 y hasta mediados de 2016, en la última parte del año pasado el sector venía mostrando una tendencia de recuperación que incluso pareció afirmarse sobre el cierre del año, con registros particularmente altos en diciembre…Ya en enero de este año los datos no habían sido tan buenos, pero seguían siendo mejores que los de un año atrás… y en febrero, como decíamos, empezamos a ver una retracción de los niveles de producción industrial.

Evidentemente, como adelantaba Emiliano, la caída de la producción industrial total en el mes, de casi 12% frente a los niveles de un año atrás, está muy incidida por el cierre de la refinería de ANCAP desde mediados de febrero para las tareas de mantenimiento… De hecho, la producción de la refinería cayó más de 60% en el mes y eso explicó 10 puntos de la retracción de casi 12% que mencionábamos antes… Pero de todos modos, Romina, incluso sin considerar la rama de la refinería de petróleo, la producción industrial tuvo un mal desempeño en el mes… De hecho, el indicador de núcleo de la producción industrial, que habitualmente comentamos en nuestros análisis, cayó casi 5% frente a los niveles de febrero de 2016.

RA –  Florencia, quizás valga la pena recordar brevemente a los oyentes a qué haces referencia con esto del núcleo industrial…

FC –  Sí. Claro. Cómo hemos explicado otras veces, dentro de las ramas que releva el INE, hay tres que tienen un peso muy grande, pero que esencialmente reflejan la actividad de sólo cuatro empresas muy grandes para los parámetros de nuestro país. Me refiero a la rama de la refinería (en dónde sólo opera ANCAP obviamente) pero también a la rama de producción de celulosa (que básicamente refleja la actividad de UPM y Montes del Plata) y a la rama de fabricación de alimentos diversos, que se ve muy incidida por la planta de producción de concentrados de PepsiCo en Colonia.  El indicador de núcleo de la producción industrial extrae la incidencia de estas tres ramas para evitar que la dinámica de esas cuatro empresas distorsione la lectura de qué está pasando con la producción manufacturera en términos más generales…  En ese sentido, como decía recién, este indicador cayó casi 5% en febrero, y eso ratifica que febrero fue un mes de retracción para el sector en general.

RA – ¿Y cuán generalizada fue esta retracción al interior del sector?

FC – La recaída se vio en la mayoría de las ramas que releva el INE… Como comentamos otras veces, en Deloitte computamos un índice de difusión, que busca monitorear qué porcentaje de ramas viene creciendo y, por oposición, permite mirar también qué porcentaje de las ramas muestra caídas en su nivel de actividad. Y ese índice de difusión se ubicó en febrero en menos de 40%. En otras palabras, sólo 23 de las 59 ramas que componen el núcleo del IVF industrial mostraron avances en la comparación interanual y eso también marca un deterioro a nivel de este indicador. Recordemos que en el último trimestre de 2016 este indicador se ubicó consistentemente por encima del 50%… y llegó a ubicarse en casi 70% en diciembre…

RA – ¿Podemos comentar algunos ejemplos en particular? ¿Qué ramas tuvieron las peores caídas en este segundo mes del año? Y, por el contrario, ¿cuáles mantuvieron un mejor desempeño?

FC –  En general, las ramas agroindustriales, más típicamente exportadoras, mantuvieron un mejor desempeño relativo, aunque con situaciones muy diferentes al interior del grupo. Por ejemplo, estamos viendo un dinamismo sostenido de la faena bovina y en ese marco la industria frigorífica siguió creciendo en febrero (aunque a un ritmo algo más moderado que en meses anteriores). También mantuvieron variaciones interanuales positivas (aunque muy moderadas) la industria láctea, las curtiembres y los molinos arroceros (aunque en este último caso hubo un freno notorio frente a meses anteriores… pasamos de crecimientos de dos y tres dígitos en los tres meses previos a una suba de apenas 3% en febrero). En cambio, las ramas de fabricación de tops y de hilados y tejidos continuaron cayendo de forma muy importante (con bajas en torno a 30% interanual). Y, por último, la industria pesquera tuvo un repunte muy fuerte en el mes (triplicó los niveles de producción en la comparación interanual) pero eso tiene que ver con que estamos comparando con niveles piso (casi nulos) en febrero del año pasado… esta es una rama que está con niveles de actividad históricamente bajos tras el cierre de Fripur y dificultades tanto de oferta de recursos como de demanda en las demás empresas.

RA – ¿Y qué pasó a nivel de otras ramas más volcadas al mercado doméstico?

FC – A nivel de las ramas más orientadas al mercado local o que exportan esencialmente a la región, el desempeño fue mixto, pero tendieron a verse más caídas que en meses previos… Por mencionar algunos ejemplos entre las ramas de mayor peso, fue un mal mes para la producción de bebidas no alcohólicas y para la industria cervecera… también para las imprentas y editoriales (que vienen contrayéndose desde hace varios meses). Luego la industria plástica y la vestimenta mantuvieron también el mal desempeño que vienen mostrando en los últimos años y hubo una recaída en ramas que hasta finales de 2016 venían creciendo a buen ritmo, como la industria de productos farmacéuticos y medicamentos, las pinturas o los productos de limpieza y tocador. Sin embargo, Romina, dentro de este grupo de industrias de inserción regional esencialmente hay que destacar la reactivación fuerte que se vio a nivel de la industria automotriz en febrero… Esta era una rama que venía cayendo fuertemente en el último año y en febrero creció más de 150% frente a un año atrás, lo que se asoció a la reapertura de la planta de Lifan esencialmente…

RA –  Para terminar, Florencia y con estos últimos datos sobre la mesa, ¿qué perspectivas manejan para el sector industrial en 2017?

FC –  Como decía al inicio, hay que ser cuidadoso con sacar conclusiones muy asertivas a partir de cifras mensuales. Tendremos que esperar a ver qué muestran los datos en los próximos meses… Es claro que por algunos meses (mientras sigan las tareas en la refinería) la comparación interanual va a arrojar caídas significativas para el conjunto del sector, por el peso que tiene esta rama. Entonces, la clave va a pasar por evaluar si indicadores como la industria sin refinería y el núcleo industrial que comentábamos antes retoman algún nivel de expansión. La verdad, Romina, que son tiempos de mucha incertidumbre para pensar en pronósticos para el sector, porque por un lado las ramas industriales más orientadas al consumo doméstico o a la región pueden empezar a beneficiarse en el transcurso de este año de una reactivación de la demanda… Ahora, al mismo tiempo, estamos con un dólar muy bajo y sin expectativas devaluatorias significativas en el corto plazo… Con lo cual, el sector enfrenta desafíos de competitividad en este escenario, que habrá que ver cómo logra sobrellevar. Con todos estos elementos, nosotros en Deloitte tendemos a pensar que la industria en términos generales, sin contemplar la refinería, va a tener a lo sumo un crecimiento magro en 2017, aunque probablemente, por lo que decía, con situaciones heterogéneas al interior.

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Crédito foto en Home: Justin Ward/U.S. Army Corps of Engineers.

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