A. Económico

¿Cuáles son las claves de la reforma tributaria que impulsa Trump?

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EMILIANO COTELO: “El mayor recorte de impuestos en la historia de Estados Unidos”. Así calificaban el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus asesores al proyecto de reforma impositiva que presentarían en estos días. Luego de mucha expectativa, las principales líneas del plan finalmente se conocieron la semana pasada… Sin embargo, lejos de dar muchos detalles, lo que se presentó fue un documento muy corto, de una página de extensión, y que enumeraba tan sólo las principales ideas.

Más allá de la “decepción” que generó la falta de detalles de la propuesta, su difusión no deja de ser un hito relevante…

¿En qué consiste este proyecto y cómo se pretende financiar? ¿Quiénes ganan y quiénes pierden con esta reforma y qué podemos esperar en los próximos meses en el Congreso? Lo conversamos con Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Pablo, ¿podrías repasar a grandes rasgos en qué consiste este proyecto de reforma impositiva?

PABLO ROSSELLI (PR): Básicamente la propuesta se centra en rebajar sustancialmente la carga impositiva y a la vez simplificar el código tributario, que todos coinciden es muy complicado en Estados Unidos.

La propuesta más importante es la de bajar el impuesto a las rentas de las empresas, desde el 35% actual hasta un 15%. Tengamos en cuenta que la rebaja del impuesto a la renta empresarial es una tendencia que viene dándose hace varios años en los países desarrollados, pero que todavía no había ocurrido en Estados Unidos. Por ejemplo, países como Alemania, Japón y Reino Unido, que en 2008 tenían impuestos de entre 25% y 30%, hoy en día aplican tasas de entre 15% y 25%, bastante más bajas que la que tiene actualmente Estados Unidos, que es además una de las más altas en el mundo.

Otro punto importante para las empresas es que se propone pasar a un sistema territorial de cobro de impuestos corporativos.

RA: – ¿Cómo es esto, Pablo?

PR:_- La idea es que las empresas sólo paguen impuestos al Tesoro de Estados Unidos por las ganancias obtenidas dentro del territorio de Estados Unidos. Es decir que las ganancias percibidas en el exterior sólo estarán sujetas a los impuestos que aplique el país donde se obtuvo esa ganancia.

Relacionado con esto, también se propone crear un incentivo a las repatriaciones de las ganancias que las empresas norteamericanas acumularon en el exterior y que se estima ascienden a US$ 2,6 billones (2,6 millones de millones de dólares). La idea es fomentar el retorno de este dinero, aplicándole un impuesto “por única vez” cuando retornen al país. De todos modos, el proyecto no dice cuál sería esta tasa de repatriación, aunque se aclaró que sería una “tasa muy competitiva”.

RA: – ¿Y qué pasaría con los impuestos a las personas?

PR: – Bueno, las rebajas aquí serían algo más moderadas. La idea es que la tasa máxima de impuesto a la renta personal pase de 39,6% a 35% y que se fijen sólo tres franjas: de 35%, 25% y 10%, en lugar de las 7 actuales. De todos modos, tampoco en este punto tenemos demasiada información, porque el texto no especifica qué ingresos estarán asociados a cada franja.

RA:  –  Ahora, Pablo, y a pesar de los pocos detalles que todavía tenemos, ¿se puede adelantar una idea de quiénes serían los beneficiados y los perjudicados con esta reforma?

PR:  –  Si bien todavía hay pocos detalles, ya se han escuchado varias críticas que apuntan a que la reforma beneficiaría de forma desproporcionada a las personas de mayores ingresos. Principalmente se critica que se rebaje el tope máximo a los impuestos personales y que se eliminen impuestos que recaen esencialmente en los más ricos, como el impuesto a las herencias (el 90% de este impuesto es pagado por el 10% más rico).

RA: – ¿Entonces Pablo, la iniciativa de Trump es sólo una buena noticia para las personas más ricas?

PR: – A ver… desde la administración Trump se señala que la reforma incluye otras medidas que favorecen al contribuyente común… Por ejemplo, se propone duplicar las deducciones estándar que se aplican sobre el impuesto a la renta personal. Por ejemplo, el monto deducible de impuestos para una pareja casada pasaría de US$ 12.600 a US$ 24.000 al año. Por otra parte, también se plantea eliminar una serie larga de deducciones que según el texto benefician a los más ricos.

Seguramente tendremos que aguardar más detalles… En la medida que todavía no se conoce cómo quedarán las nuevas franjas del impuesto a la renta personal, no es fácil saber si una persona de ingresos medios pagará más o menos impuestos.

De todos modos, es claro que esta reforma traerá una reducción importante de la carga tributaria en los sectores de mayores ingresos y de alto patrimonio en EEUU…

RA:  –  Entrando ya en lo que será el trámite de la reforma en el Congreso, Pablo, ¿qué tenemos que esperar en los próximos meses?

PR:  –  Si bien hay consenso entre los republicanos, que tienen mayoría en las dos cámaras, en recortar impuestos, el camino para aprobar este proyecto no será para nada fácil…

RA: – ¿Por qué, Pablo?

PR: – Un primer obstáculo son los propios legisladores republicanos, porque no todos apoyan las ideas del Poder Ejecutivo. Recordemos que hace un mes los republicanos bloquearon el proyecto de reforma de salud que presentó Trump para remplazar el Obamacare, incluso cuando todos estaban fuertemente en contra del programa de salud de Obama…

Bueno, algo similar podría pasar con este tema, principalmente porque hay varios legisladores que les preocupa mucho el deterioro que puede haber a nivel de los números fiscales si se recortan los impuestos del modo que está planteado. De hecho, hace unos meses un grupo de legisladores republicanos presentó un plan alternativo que proponía recortar impuestos pero que a su vez proponía incluir un “impuesto fronterizo” (“border adjustment tax” por su nombre en inglés), que es un impuesto que gravaría las importaciones y exoneraría a las exportaciones y que teóricamente ayudaría a mantener equilibrados las cuentas públicas. El equipo de Trump, sin embargo, no se ha mostrado afín a incluir este impuesto, entre otras razones porque es de dudosa legalidad frente a las normas de la Organización Internacional del Comercio.

Y otro obstáculo, Romina, es que la única manera de que este proyecto pueda aprobarse por mayoría simple (es decir, sin la necesidad de recurrir a la aprobación de votos demócratas), es cumpliendo con una restricción legal que establece que el recorte de impuestos no puede deteriorar las cuentas públicas por un período mayor a 10 años. Es decir que si dentro de una década el déficit fiscal aumenta, los recortes de impuestos deberían quedar sin efecto.

RA:  – ¿Y éste es un escenario probable?

PR:  –  Si se aprueba tal como está, es extremadamente probable de que ocurra, porque es obvio que la recaudación va a caer mucho con estos recortes. De hecho, organizaciones independientes estiman que el Tesoro podría perder recursos por un total de entre US$ 3 y 7 billones en un plazo acumulado de 10 años…

Los asesores de Trump responden a este punto alegando que el plan “se pagaría sólo”, porque la aceleración económica que vendría con este recorte haría aumentar la recaudación… Sin embargo, Romina, la hipótesis de que fuertes recortes de impuestos se compensan con mayor crecimiento no tiene mucho sustento en la evidencia empírica, aunque mucha gente cita ese argumento. Un caso muy claro ocurrió durante la administración Reagan. Al comienzo de su primer mandato Reagan estableció un recorte de impuestos muy fuerte y el gobierno sostenía que el crecimiento que ese recorte de impuestos generaría sería suficiente para recomponer las cuentas públicas. Sin embargo, al cabo de su segundo mandato, o sea 8 años después, el déficit fiscal se había duplicado y la deuda pública se había triplicado.

En síntesis, este proyecto tiene obstáculos importantes por delante. Primero, porque requiere de un consenso entre los legisladores republicanos que será difícil de alcanzar y segundo porque si en 10 años el déficit fiscal aumenta, el recorte de impuestos quedaría sin efecto.

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Foto en Home: AFP PHOTO / MANDEL NGAN

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