A. Económico

La inflación ingresa al rango meta por primera vez en más de seis años

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El Instituto Nacional de Estadística publicó los datos del IPC del mes de marzo, que confirmaron que la inflación anual ingresó en el rango objetivo (que va de 3% a 7%), por primera vez en más de seis años. En concreto, los precios al consumo aumentaron 0,68% en marzo y, de esa manera, la medición anual de la inflación bajó a 6,71%, el menor registro desde setiembre de 2010.

Emiliano Cotelo (EC): Para analizar estas últimas cifras y conversar sobre los pronósticos en materia de inflación conversamos con la economista Florencia Carriquiry, economista de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA) – Florencia, esta baja de la inflación de marzo y el ingreso al rango objetivo era algo que venían contemplando en sus pronósticos desde hace algún tiempo, ¿verdad?

Florencia Carriquiry (FC): Sí. Nuestras proyecciones ya venían contemplando que la inflación iba a ingresar en el rango objetivo en la primera mitad de este año desde hace varios meses. Puntualmente este dato de marzo, de una suba de precios de 0,68% en el mes, es ligeramente mayor al que estábamos pronosticando, pero eso obedeció básicamente a una suba de los precios de las verduras que no teníamos contemplado en nuestras cifras.

De hecho, a nivel de la inflación subyacente, es decir, si no consideramos ni los precios de las frutas y verduras ni tampoco los precios administrados, nuestra estimación estuvo muy en línea con lo que terminamos viendo en las cifras que se publicaron ayer, ratificando una moderación relevante de las presiones inflacionarias en los últimos doce meses.

RA – ¿Cómo se comportó concretamente la inflación subyacente en marzo Florencia?

FC – Concretamente la inflación subyacente que estimamos en Deloitte se ubicó en 0,5% en el mes y bajó a 6,5% en los últimos doce meses… que es también el menor registro en más de seis años.

Ahora, la evolución de los diferentes componentes que conforman la canasta del IPC nos siguen marcando que la moderación fuerte que ha tenido la inflación en el último año tiene mucho que ver con el mantenimiento de un dólar muy bajo…

RA – ¿Por qué decís eso, Florencia? ¿Cómo fue el comportamiento de los precios al interior del IPC?

FC – Continuando con lo que venimos viendo en los meses previos, en marzo volvimos a ver una baja de la medición anual de inflación transable, es decir, a nivel de los bienes que se comercian con el exterior, en dónde el dólar juega de forma más directa. Estrictamente el dólar se mantuvo mayormente estable en el mes (y de hecho la inflación transable de marzo fue ligeramente mayor que la de meses anteriores, cuando el dólar venía bajando), pero hay que recordar que en los primeros meses de 2016 el dólar estaba subiendo de forma bastante intensa y los precios de los alimentos y de los bienes transables en general aumentaban a mayor ritmo… Con lo cual, cuando ahora miramos la medición doce meses, la inflación transable sigue disminuyendo y en marzo se ubicó apenas por encima de 3%… Estamos hablando de una baja de este componente de siete puntos porcentuales en el último año… por eso decía que la desinflación transable ha sido clave en la moderación de la inflación que se registró en el último año y por lo tanto en que se lograra finalmente el ingreso al rango objetivo en marzo.

RA – ¿Y cómo fue el comportamiento en el resto de los componentes del IPC? ¿Qué pasó con los precios no transables, menos impactados por el tipo de cambio?

FC – A nivel de los precios no transables no hemos visto una moderación tan sustantiva, aunque la medición anual de la inflación no transable, que venía desde hace dos años firme en niveles de dos dígitos, bajó del 10% en los últimos doce meses a marzo y se ubicó en 9,5%. Incluso, si no consideramos allí al tabaco (que es un rubro que ha tenido aumentos excepcionales por ajustes del IMESI), el resto de los precios no transables acumulan una suba de 9,2% en los últimos doce meses. Mirando el medio vaso lleno, por decirlo de alguna manera, son niveles bastante menores a los que se vieron en los momentos pico de la primera parte de 2016, cuando la inflación no transable estaba en más de 11%, pero siguen marcando una firmeza destacable en relación a lo que es el resto de los precios de la canasta… Como comentamos otras veces, a nuestro juicio esto es reflejo de presiones persistentes a nivel de los costos domésticos (sobre todo salariales) y de cara a los próximos meses va a ser clave ver una moderación más significativa de este componente también… De lo contrario, la baja de la inflación va a ser tan sostenible o duradera como sostenible y duradero sea el mantenimiento de un dólar tan bajo como el que tenemos hoy por hoy.

RA – Está claro, Florencia. Entonces, ¿qué están esperando ustedes para lo que resta del año? ¿La inflación va a seguir dentro del rango objetivo?

FC – A ver… Como comentaba antes, nuestros modelos de proyección venían marcando ya desde hace varios meses que en la primera parte de 2017 podíamos ver a la inflación ingresando en el rango objetivo. Ahora la mayor incertidumbre pasa por saber si el ingreso de la inflación al rango va a ser solamente transitorio o si la inflación va a permanecer por debajo de 7% por un tiempo más largo. Y allí una de las claves será, cómo decía recién, la evolución del mismo dólar…
RA – ¿Y qué están proyectando en relación al dólar para lo que resta del año?
FC – Bueno. Como comentábamos el mes pasado son tiempos de mucha incertidumbre a nivel cambiario… Nosotros en Deloitte mantenemos el diagnóstico de que el peso uruguayo está muy sobrevaluado o, en otros términos, que Uruguay está muy caro en dólares y que el dólar en una perspectiva de mediano plazo debe subir. Sin embargo, en estos últimos meses hemos empezado a convencernos de que, mientras se mantengan buenas condiciones de financiamiento, el dólar “bajo” puede durar por un tiempo más largo de lo que pensábamos y en ese sentido nos parece que ha venido ganando probabilidad un escenario en el que el tipo de cambio se mantenga relativamente estabilizado (o con muy ligeras subas) en lo que resta de este año. Si eso es así la inflación podría permanecer en los próximos meses en el rango objetivo. De hecho, nuestros últimos pronósticos están contemplando un dólar por debajo de $30 hasta fin de año y, con ese supuesto, nuestros modelos proyectan una inflación cerrando 2017 dentro del rango, aunque muy cerca del tope de 7%.

De todas maneras, Romina nos parece importante volver a enfatizar, que este escenario está sujeto a varias incertidumbres relevantes.

RA – ¿A qué te estás refiriendo concretamente, Florencia?

FC – Me refiero a que, como siempre, la evolución del dólar a nivel local no es ajena a lo que suceda a nivel internacional y regional…Cualquier sorpresa en lo que es el valor del dólar a nivel global o en los países vecinos podría generar una devaluación más intensa de lo que hoy estamos contemplando también en Uruguay. Y, por otro lado, también habrá que ver cómo termina operando la política monetaria a nivel local… y eso es muy difícil de anticipar.

En nuestro escenario base de proyección estamos asumiendo que la política monetaria mantiene un signo contractivo en los próximos meses, procurando justamente asegurar la permanencia de la inflación en el rango objetivo, porque tendemos a pensar además que los incentivos para ir por ese camino han aumentado en los últimos meses, en la medida en que la actividad económica se ha desempeñado incluso mejor de lo esperado. Ahora todos estos elementos (tanto la evolución que tenga el dólar en el mundo y en la región como el propio accionar del Banco Central con la política monetaria) son muy difíciles de prever y por eso hacía énfasis antes en que son tiempos de mucha incertidumbre, en los que es clave explicitar los supuestos que están por detrás de los pronósticos.

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