A. Económico

¿Qué perspectivas maneja el FMI para la economía global?

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El Fondo Monetario Internacional publicó ayer una nueva edición de su informe de perspectivas económicas, que incluye una revisión a la baja en las proyecciones de crecimiento para la economía mundial.

EMILIANO COTELO (EC) – ¿A qué se debe este ajuste? ¿Cómo se perfila el panorama para lo que resta del año? ¿Qué se espera para nuestra región y para Uruguay? Les proponemos recorrer las principales conclusiones del informe con la economista Alicia Corcoll, de la consultora Deloitte.

ROMINA ANDRIOLI(RA) – Alicia, comencemos por los grandes números… ¿Qué tan intenso está siendo el crecimiento mundial? Y en particular… ¿qué proyecciones maneja el FMI para este año?

ALICIA CORCOLL (AC) –  Según este informe que se acaba de publicar, la economía mundial creció 3,6% en el promedio del año pasado. Eso supone una tasa de crecimiento algo más baja que la registrada en 2017 (que había sido de 3,8%) y apenas superior al que habíamos tenido, por ejemplo, entre 2012 y 2016, cuando el crecimiento del PBI mundial rondó un 3,5% promedio anual.

Sin embargo, como Emiliano marcaba al inicio, el FMI rebajó su proyección de crecimiento económico para este año. Ya en enero la había rebajado en unas dos décimas y ahora la recortó otras dos décimas adicionales… hasta un pronóstico de 3,5% para el promedio de este 2019.

Entonces, aunque son cambios que lucen pequeños, esta nueva rebaja lo que confirma es un escenario más pesimista para la economía mundial. También refuerza la idea de que los distintos riesgos que se vienen advirtiendo en el plano internacional ya están teniendo impactos claros sobre la actividad económica…

RA – ¿Qué elementos están detrás de esta nueva revisión a la baja? ¿Fue generalizada?

AC – Sí, es bastante generalizada. De hecho, me parece que es importante aclarar también que ese 3,6% que como decíamos creció la economía mundial en 2018, en realidad esconde una desaceleración significativa sobre la segunda parte del año… reflejo de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y un mayor nerviosismo en los mercados financieros internacionales. Recordemos que en esos momentos se esperaba que la Fed acelerara su proceso de suba en las tasas de interés y las condiciones se pusieron bastante complicadas para las economías emergentes.

Ahora, esta nueva revisión a la baja en los pronósticos viene dada esencialmente por peores perspectivas para las economías desarrolladas.

RA – Hacia allí iba… En el último tiempo se puso bastante el foco sobre las economías desarrolladas, sobre todo por las preocupaciones en torno al “Brexit” en Europa, ¿verdad? ¿Cómo están perfomando estas economías en materia de actividad económica?

AC – La verdad es que la Eurozona viene mostrando un peor dinamismo económico que el que se preveía algunos meses atrás. Yendo a los números concretos, el bloque creció un 1,8% en el promedio de 2018, después de haber crecido a un ritmo de 2% en 2016 y de 2,4% en 2017…

Allí se conjugaron una serie de factores: enfriamiento de la producción industrial y de las exportaciones, deterioro en los indicadores de confianza, dudas sobre la situación fiscal y de la deuda en Italia, las protestas sociales en Francia (que afectaron mucho al comercio, por ejemplo) y naturalmente toda la incertidumbre asociada a cómo se terminará procesando el “Brexit”… Así que tuvimos desaceleraciones fuertes en varias de las principales economías. El Reino Unido también se desaceleró: su PBI pasó de crecer un 1,7% en 2018 a subir un 1,2% en el promedio del año pasado.

Y, por otro lado, tenemos a Estados Unidos que fue más bien la excepción y mostró un crecimiento firme en 2018, de 2,9% (que es una tasa bastante más intensa que la de los años previos). En este caso hubo un impulso relevante por las medidas de estímulo fiscal del gobierno de Trump, sobre todo en la primera mitad del año.

RA – ¿Y qué se espera hacia adelante? ¿Cuál es el escenario base del Fondo para las economías desarrolladas?

AC – Para las economías desarrolladas miradas en su conjunto el escenario base del FMI apunta ahora a un crecimiento de 1,8% este año… cuatro décimas menos que en 2018 y dos décimas más abajo que en la proyección de enero. Dentro del agregado obviamente hay mucha disparidad, pero en general las revisiones a la baja fueron realmente generalizadas.

Por mencionar algunas cifras, en la Zona del Euro las proyecciones de crecimiento para el promedio de 2019 bajaron desde 1,6% en enero hasta 1,3% actualmente (con ajustes particularmente fuertes en Alemania e Italia). Para el Reino Unido también hubo una rebaja similar y ahora se espera que su PBI crezca 1,2% este año. De todos modos, el informe advierte en forma explícita que el tipo de acuerdo que finalmente se alcance para su salida de la Unión Europea es un riesgo bajista importante sobre el horizonte de proyección.

Y en Estados Unidos – pese al buen dato de cierre de 2018 – las proyecciones se ajustaron unas dos décimas, hasta un crecimiento de 2,3%.

RA – Está claro, Alicia. Vayamos ahora al mundo emergente, ¿cómo es el panorama que contempla el FMI? Recién adelantabas que las perspectivas más negativas venían más bien por el lado de las economías desarrolladas, pero… ¿para los países emergentes también hubo ajustes?

AC – En realidad para las economías emergentes también hubo una revisión a la baja, pero menor… de una décima si las miramos en forma agregada. Así que ahora se espera un crecimiento de 4,4% a nivel consolidado para este 2019, muy similar al crecimiento de 4,5% que acumularon en el promedio de 2018.

Por su peso, en este agregado siempre es importante lo que sucede con China… En este caso, hubo de hecho un ajuste al alza en las proyecciones (de una décima) y el Fondo espera que su PBI crezca un 6,3% este año. Como usualmente marcamos cuando mencionamos estas cifras, son tasas de crecimiento muy altas para lo que son los parámetros mundiales, pero que igual suponen que China seguiría profundizando la desaceleración económica que viene mostrando en los últimos años.

Dicho esto, la revisión a la baja para el bloque emergente descansa básicamente en las previsiones de una crisis severa en Turquía y de un crecimiento bastante más magro para América Latina y el Caribe en el conjunto de este año.

RA – ¿Podrías comentar brevemente algunas cifras para nuestra región?

AC – Claro. Según las estimaciones del FMI, América Latina y el Caribe mirada en su conjunto crecería sólo 1,4% en el promedio de 2019. Eso implica un ajuste muy importante, de seis décimas frente a las proyecciones que se presentaron en enero, sólo tres meses atrás.

Lo que recoge esta baja son perspectivas más débiles en México (donde hay bastantes dudas sobre el rumbo que irá adoptando la política económica en los próximos meses), caídas muy fuertes de la actividad económica en Venezuela, una nueva contracción del PBI en Argentina (que fue revisada al alza, pero igual apunta a caía grande, de 1,2%) y un recorte en el crecimiento esperado para Brasil en 2019 (hasta un 2%, más alineado a los pronósticos que manejan los analistas brasileños).

RA – Alicia, ya para ir cerrando, ¿hay proyecciones para Uruguay en este informe?

AC – Sí, el FMI corrigió a la baja la proyección de crecimiento para Uruguay, desde un 3,2% hasta un 1,9%. Es un diagnóstico bastante optimista si se lo compara con la mediana de la última encuesta de expectativas que publicó el Banco Central (que es de 1,3%) y también que el pronóstico que estamos manejando en Deloitte (de algo menos de 1% en el promedio del año, como hemos comentado en el programa en varias oportunidades)

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