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Entrevista central, jueves 1 de febrero: Pablo Inthamoussu

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DS —¿Hay planes de seguir estudiando otros lugares del corredor que han sido conflictivos, con trancaderas, y seguir demoliéndolo para ensancharlo? ¿O esto se queda en esta etapa?

PI —Dos precisiones. La primera es que no se demuele el corredor Garzón. El corredor Garzón es una obra que está bien ejecutada desde el punto de vista de la infraestructura, no ha tenido ningún tipo de problema, todo un barrio recibió esa obra con una mejora que a veces no se ve porque está bajo tierra, pero se mejoraron todos los servicios, se hicieron el arbolado y el alumbrado, y se incluyeron Santa Lucía y Yupes, dos calles que habían estado abandonadas por años y se hicieron de nuevo. La parte de infraestructura funcionó bien. Lo que estamos haciendo ahora es mejorar la operación. En ese sentido no tenemos identificados otros lugares donde haya que hacer obra civil.

Sí tenemos una situación un poco paradójica en el entorno del Complejo América. Porque por un lado tenemos una terminal con todos los servicios, con toda la infraestructura adecuada para funcionar como terminal en la terminal Colón, y sin embargo seguimos teniendo una miniterminal en la esquina del Complejo América que funciona básicamente como una terminal callejera, sin demasiada infraestructura, con algún puesto de vigilancia y alguna casilla para el personal. Se lo planteamos a los vecinos, hay alguna mirada crítica con eso y estamos dispuestos a seguirlo conversando. La idea que quedaría para rematar esta serie de ajustes en el corredor Garzón sería buscar la vuelta –alguna idea ya tenemos– para que esa terminal del Complejo América se termine haciendo en la terminal Colón.

DS —Claro, porque en el Complejo América viven unos cuantos miles de personas.

PI —Sí, unos cuantos miles de personas, en el complejo y en el entorno, porque hay otros complejos, otras cooperativas. No queremos apurar el caballo en este momento porque ahora estamos concentrados en esto de Colón. Seguiremos conversando con los vecinos, con el municipio, y si la cosa más o menos cuadra, que creo que sí, porque tiene bastante lógica el planteo, veremos si terminamos con esa solución esta serie de ajustes en el corredor. No tenemos identificados otros ajustes más de los que ya hemos hecho. También hemos eliminado unos cuantos giros a la izquierda. Nos parece que en el proceso de discusión de hace cinco años hubo muchas presiones, se contemplaron demasiados intereses y el corredor quedó con demasiados giros a la izquierda, que también trancaban o enlentecían la circulación.

DS —¿Qué les dice a aquellos contribuyentes que ven que se gastaron US$ 40 millones más todo lo que van a poner ahora con estos arreglos, estas obras civiles que están haciendo, que pueden ver esto como un despilfarro en momentos en que se habla de ajuste del Estado, en que los agropecuarios reclaman austeridad en el gasto público?

PI —Es un pequeño cambio, estamos hablando de una obra que cuesta US$ 300.000 en una obra general que estuvo en el entorno de los US$ 40 millones. En lo porcentual son cifras muy pequeñas. Es como que uno construye una casa y ve que no le funciona la caída de agua en una parte, sería como reparar o ajustar una pequeña parte del proyecto. Tengan la tranquilidad de que es una obra que está absolutamente dentro de los presupuestos de la Intendencia, son cifras bastante pequeñas en cuanto a la magnitud del proyecto. Y de alguna forma –esto no se tiene mucho en cuenta en nuestro país, en nuestra región– el tiempo también tiene un valor, también tiene un costo para la ciudadanía. Por cada uno de esos minutos que le vamos a recuperar o hacer ganar a mucha gente que viaja en el transporte público seguramente se justifica la pequeña inversión que estamos haciendo.

RA —De todas formas en esta administración ustedes fueron muy críticos del corredor Garzón como tal. El intendente Daniel Martínez ha dicho en declaraciones públicas que él no lo habría hecho.

PI —Sí. Esas valoraciones ya fueron hechas por las propias autoridades. En su momento también la intendenta anterior fue crítica con algunas partes del proyecto, porque no se habían cumplido algunos de los objetivos. Reitero, no es todo el proyecto que está mal ejecutado ni que funciona mal, son pequeñas partes que estamos corrigiendo. Obviamente, en el momento de tomar la decisión juegan los dos aspectos, el político y el técnico. En el aspecto técnico estamos convencidos de que esto es lo que hay que hacer y en el aspecto político siempre se genera la duda de si se volverá a instalar el tema en la opinión pública. Sabemos que es polémico, fue un tema polémico, y sabíamos que corríamos el riesgo de colocar de nuevo el tema arriba de la mesa. Pero en conjunto con el intendente creímos que había que tomar el riesgo o tener el coraje de hacer estas nuevas correcciones. Creo que ahí vamos a cerrar el proyecto y va a quedar funcionando mucho mejor.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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