EnPerspectiva.uy

Entrevista central, jueves 12 de noviembre: Andrés Tolosa

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Entrevista con el ingeniero Andrés Tolosa, presidente del directorio de Antel.

Vea el video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Jueves 12.11.2015, hora 8.18

EMILIANO COTELO (EC) —“Uruguay entrará en el selecto club mundial de proveedores de Internet.”

Así anunció Antel el acuerdo que firmó la semana pasada con Google para construir el tramo del cable submarino que unirá a nuestro país con el nodo de Internet de las Américas [NAP of the Americas], ubicado en Miami, y permitirá a la empresa telefónica uruguaya el acceso a una conexión de velocidad seis veces mayor que la actual.

Este proyecto, según Antel, no es el único destinado a desarrollar los servicios de Internet, sino que forma parte de un “paquete estratégico” que incluye, entre otros, el polémico Antel Arena y la extensión de la red de fibra óptica al hogar. Sobre el Antel Arena, este lunes se confirmó el fideicomiso que permitirá que la construcción se retome en enero. Mientras tanto, el tendido de fibra óptica se reanudó a comienzos de este mes, después del freno que se resolviera en febrero.

Sobre todos estos temas vamos a conversar con el presidente del directorio de Antel, ingeniero Andrés Tolosa.

Comencemos por la conexión hacia fuera a través de Internet. ¿De qué manera se conecta hoy nuestro país con la red mundial de Internet? ¿Cuál es la situación en este momento?

ANDRÉS TOLOSA (AT) —En este momento contratamos capacidad internacional de conexión a Internet a proveedores internacionales que están en Argentina, tenemos que llegar hasta Argentina. Hoy estamos llegando a Argentina vía un cable submarino que inauguramos hace pocos años.

EC —Un cable que se acordó entre Antel y Telecom de Argentina.

AT —Exactamente, entre Maldonado y la localidad de Las Toninas en Argentina. La conexión llega a Buenos Aires y de ahí sale al mundo, a Internet, vía distintos proveedores. También nos conectamos a Argentina por vía terrestre y también salimos a Internet, como también tenemos alguna conexión por vía terrestre con Brasil. Esos son los caminos que utilizamos actualmente.

EC —Desde hacía años se estudiaba la posibilidad de otra conexión, más directa, que no pasara por Argentina, una conexión submarina que nos llevara a Miami. Hubo varias opciones, incluso con otros tendidos de cable que ya están cerca del territorio nacional. ¿Por qué se fue demorando tanto esto?

AT —Recuerdo es que hubo opciones, pero seguramente el análisis que hizo Antel en ese momento por distintas razones dio que no era el momento de conexión. Esta conexión se viene trabajando desde el año 2011; la entonces presidenta de Antel, la ingeniera Carolina Cosse, comenzó golpeando puertas y logró que las empresas en Brasil –porque nosotros somos chicos en esto– nos empezaran a creer, empezaran a confiar en Uruguay, en Antel, y luego de distintos proyectos que hubo a partir de esa fecha terminamos en este proyecto primero con Google y con otras empresas, también brasileñas, para el tramo del norte y solo con Google en el tramo Brasil-Uruguay.

EC —¿Podemos explicar con más desarrollo cómo se concreta este cable submarino?

AT —El cable submarino tiene dos tramos. El primer tramo, que parte de Brasil, en la localidad de Santos, pasa por Fortaleza y llega a Boca Ratón en Miami, Florida, constituye un tramo de unos 10.000 km con seis pares de fibra, de las cuales Antel contrató un par, hay un par exclusivo para Antel de fibra, en forma independiente esa capacidad va a ser para nosotros. El contrato para ese tramo se firmó el año pasado y ya se inició el trabajo, todos los trabajos previos que hay que hacer y los trabajos de fabricación de cable ya están iniciados.

EC —Ese es un cable que va a conectar Brasil con Miami.

AT —Exactamente.

EC —Un cable al que después nos conectamos nosotros.

AT —Claro. Después, con el segundo tramo, que es lo que ahora empezamos a construir, vamos a llegar al mismo punto de Santos con el cable desde Maldonado y ahí vamos a tener la conexión directa integralmente desde Maldonado hasta Florida.

EC —¿Qué tipo de inversión implica? ¿Qué extensiones están en juego en materia de cableado?

AT —En el segundo tramo son 2.000 km de extensión de cable.

EC —La extensión Maldonado-Santos es de 2.000 km.

AT —Exactamente. La inversión total para Antel en los dos tramos es de US$ 77 millones, de los cuales el segundo tramo son US$ 30 millones y el otro tramo son los US$ 47 millones restantes.

EC —¿En qué plazo paga Antel esta obra?

AT —El pago se realiza simultáneamente con la construcción. O sea que de acá a fines de 2017 vamos a estar pagando varias cuotas de la construcción.

EC —¿La inversión sale de los fondos de la propia Antel?

AT —Sí, se utilizan fondos propios de Antel para pagar esta inversión. Es una inversión con una vida útil de 25 años, o sea que en esos 25 años –bastante menos que eso– Antel rentabiliza la inversión por la capacidad que significa esa contratación y dejar de contratar capacidad a otros proveedores.

EC —Veamos las consecuencias. Una vez que esté operativa esta conexión, una vez que se termine la obra y se conecte, sobre todo el cable Maldonado-Santos, ¿cuál va a ser el cambio para Uruguay en cuanto a calidad, velocidad de conexión de Internet con el mundo?

AT —La capacidad que Antel va a tener en este cable conjunto, en los dos tramos, va a ser más de 100 veces la capacidad actual de conexión que tiene Antel con Internet. Eso no significa que la vamos a tener disponible inicialmente, porque no la requerimos inicialmente. Hoy tenemos una capacidad de Internet que es suficiente para la demanda que hoy tiene Internet en Uruguay y para Antel. Pero Internet va creciendo, según las estimaciones mundiales cada año aumenta un 50 % el requerimiento de capacidad en conexión a Internet. Entonces estamos previendo esa evolución con este cable y vamos a llegar a tener esa capacidad que es más de 100 veces lo que hoy tenemos conectado.

EC —¿Qué implica en materia de velocidad?

AT —La velocidad no depende solo del cable submarino y de la conexión a Internet global, sino también de lo que llega a cada casa y a cada hogar. Hoy en los hogares tenemos velocidades de desde 120 Mb/s la más alta hasta en la propia fibra óptica de 20 Mb/s. Esas velocidades van a variar también en función de la demanda de los propios clientes. No prevemos aumentar inmediatamente esas velocidades, pero en los próximos años van a seguir aumentando, es la previsión.

Desde el punto de vista de velocidad y capacidad en el cable, que es la medida que tenemos, estamos hablando de dos fibras en el cable del sur de 15 Tb/s de capacidad. O sea que estamos hablando de 15.000 Gb/s en cada uno de los pares de fibra.

EC —Traducido en términos sencillos, ¿qué implica en la práctica?

AT —Implica mucho más velocidad disponible para acceder a Internet, para las aplicaciones cada vez más demandantes, por ejemplo el videostreaming, que ya está disponible pero cada vez va a ser más masiva, el video 4k, como se lo llama. Hoy un video común HD requiere 6 Mb por segundo y el 4k requiere por lo menos 15 Mb por segundo, bastate más del doble. Estas velocidades en el cable de terabits para millones de conexiones van a permitir que los usuarios vean videos 4k desde cualquier parte del mundo sin interrupciones.

EC —Allí está claramente una ventaja de esta conexión.

AT —Por supuesto.

EC —También supongo que es importante desde el punto de vista de la seguridad del acceso a Internet. Nos independizamos de Argentina.

AT —Exactamente. Esas son otras de las ventajas, desde el punto de vista de que vamos a tener una conexión directa, no requerimos ir hasta Argentina para conectarnos a Internet y de ahí salir a los cables submarinos que van al mundo. Y el otro tema es el costo, realizar uno mismo la inversión significa que el costo no va a ser el costo que pone el mercado –son pocas empresas, o sea que no hay un precio de mercado muy competitivo–, vamos a tener un precio prácticamente de costo en función de la inversión que realizamos. Esa es una gran ventaja para Antel y que en definitiva se trasmite a los clientes a través de los precios.

EC —Le preguntaba por la dependencia de Argentina. En algún momento de los complicados que tuvo la relación Uruguay-Argentina a raíz del conflicto por las plantas de celulosa, cuando se produjo el cierre de los puentes, etc., hubo quien temió que también se bajara la llave a la conexión de Internet que teníamos. Por suerte eso no pasó, pero de esta forma ese peligro queda completamente aventado. Uruguay va a tener esta conexión propia, al mismo tiempo que mantiene la o las que van por Argentina. ¿Van a quedar igual?

AT —Esas contrataciones son por varios años –se denominan en la jerga de telecomunicaciones IRU [Indefeasible rights of use, derechos irrevocables de uso]–, por 10, 15 años. Algunas de esas capacidades se van a mantener hasta que finalice ese período; algunas ya llevan cinco años y todavía faltan 10 años. Las capacidades actuales de conexión van a ser mínimas en función de la evolución del tráfico, o sea que seguramente van a ir desapareciendo antes de tiempo por la propia obsolescencia de capacidad.

EC —¿Y qué pasa con los cables? Porque Uruguay tiene hoy dos conexiones con Argentina, una por vía terrestre… ¿por cuál de los puentes?

AT —Tenemos por los tres, por los dos puentes más la represa de Salto Grande. Tenemos tres vías de conexión con Argentina.

EC —Y aparte está el cable submarino Maldonado-Las Toninas. Esos cables quedan.

AT —Por supuesto, eso es parte de lo que le decía sobre que vamos a ser proveedores. Vamos a poder vender servicios en Argentina; damos vuelta la ecuación y vamos a poder servicios en Argentina utilizando todas esas conexiones, por nuestro propio cable. O sea, vamos a poder competir en Argentina, en el mercado argentino, y a su vez a través de Argentina podemos llegar a otros países de la región –Chile, Paraguay, Bolivia– y vender capacidad de Internet a través de nuestro cable.

EC —Eso es todo un cambio para Antel.

AT —Es un cambio.

EC —Hasta ahora no lo había hecho. ¿Qué implicará? ¿Hay una evaluación de facturación posible, de incidencia en el negocio de Antel?

AT —En el negocio de Antel el impacto no es tan importante. Pero sí en el plan de negocios del propio cable, puede tener un retorno importante, puede significar una mejora de la rentabilidad del proyecto de inversión porque vamos a vender buena parte de esa capacidad a otros operadores argentinos o de la región. Incluso en Brasil; el cable pasa por dos localidades de Brasil –Santos, que está muy cerca de San Pablo, que es un centro enorme, y Fortaleza, donde se conectan muchos cables, incluso del Caribe–, entonces también vamos a poder vender capacidad hacia Internet en Brasil a operadores de Brasil y a operadores de la región cercana. Vamos a ser proveedores de Internet, que es algo diferente de lo que existe hasta hoy.

EC —Son perspectivas muy auspiciosas. De todos modos hay que esperar, por lo que usted señalaba faltan dos años para que este tendido esté pronto.

AT —Exactamente. Son dos años, pero después son más de 20 años de operación del cable, o sea que hay un período extenso para realizar toda esa tarea.

***

EC —Entre las preguntas de los oyentes aparece por ejemplo esta de Darío: “¿A qué profundidad van estos cables? ¿De qué forma afectan a la flora y a la fauna submarinas?”.

AT —Estos cables van apoyados en el fondo del mar, a profundidades adecuadas para evitar que tengan problemas con anclas de barcos o redes de pesca. Cuando sale de tierra, justamente para protegerlo, se hace una zanja en la arena y se lo entierra hasta una cierta profundidad del mar. El impacto en el mar es mínimo, dadas las dimensiones del cable; son cables de 15 cm, 20 cm de diámetro, no hay una afectación, no está estudiado. En el mundo hay muchísimos cables, pero es mínimo lo que ocupan en el total del terreno del mar.

***

EC —Andrés Tolosa tiene 55 años, es ingeniero industrial opción Electrónica graduado en la Universidad de la República en 1985; funcionario de Antel desde hace 31 años, donde se ha desempeñado en distintas responsabilidades. Por ejemplo, fue gerente de la División Móviles en 2009 y desde 2010 había estado como gerente general hasta marzo de este año.

AT —Hasta el 28 de abril, cuando asumí la presidencia de Antel.

***

EC —Dentro de nuestro país está en desarrollo el plan de inversiones con la fibra óptica, el tendido de fibra óptica al hogar. ¿En qué estado se encuentra ese plan?

AT —Ese plan fue iniciado también en 2011, pero con un fuerte desarrollo principalmente en 2013 y 2014; ya en 2015 hemos bajado el ritmo de desarrollo. El plan ha tenido un despliegue muy grande que ha permitido que ya más del 70 % del total de nuestras conexiones a Internet de los hogares y de las empresas estén sobre fibra óptica. Es un despliegue muy importante y que nos ubica entre los primeros países del mundo; solo tenemos por encima Japón, Corea, Emiratos Árabes Unidos y Singapur. Estamos en lugares muy importantes, eso muestra el despliegue que ha tenido la fibra óptica al hogar en Uruguay.

EC —¿En qué porcentaje del tendido total previsto va el plan?

AT —Estamos aproximadamente en el 75 % de los hogares. En el 75 % de los hogares ya es posible conectar la fibra óptica. No están todos conectados, de ese 75 % prácticamente estamos en un 50 % ya conectados y hay un 25 % a los que todavía les falta la obra civil, el tendido más troncal de la fibra óptica para que puedan conectarse.

EC —Este año las obras se enlentecieron a partir de febrero, se envió a seguro de paro a 975 obreros que venían trabajando en el operativo. ¿Qué pasó?

AT —Sí, pero en febrero íbamos a disminuir el proceso de desarrollo. Cuando ocurrió eso llegamos a un acuerdo en el Ministerio de Trabajo con el Sunca y las empresas de construcción y se retomó el trabajo, esos trabajadores se retomaron, pero con el acuerdo de que a mayo de este año –que fue lo que ocurrió entre fines de abril y fines de mayo– finalizaban todas las obras de fibra óptica de este año 2015. Y así ocurrió. Después de mayo no se realizaron obras y nos comprometimos a que se recomenzaran las obras en noviembre, pero no se decía a qué ritmo porque iba a depender del propio presupuesto que Antel iba a tener disponible para este proyecto en el 2016.

EC —¿Por qué fue el frenazo?

AT —Habíamos hecho unas inversiones muy importantes en los años anteriores, de más de US$ 200 millones en 2013 y 2014, en cada año, y en el presupuesto de Antel de 2015 ya no había espacio para ese nivel de inversiones para este proyecto.

EC —¿Se le había ido la mano a Antel?

AT —No, para nada; fue una decisión tomada con conciencia, estratégica; era necesario hacerlo.

EC —¿Fue un planteo que vino del Poder Ejecutivo?

AT —Antes de la asunción del nuevo Poder Ejecutivo Antel ya tenía prevista una reducción en el presupuesto de inversiones y en el proyecto de fibra óptica al hogar. Ya estaba previsto hacer una fuerte inversión para lograr un impacto grande y un avance fuerte de la fibra óptica al hogar, que los propios clientes están disfrutando y que era importante que se hiciera, porque de lo contrario el futuro de Antel estaba hipotecado. Para nosotros esa decisión era estratégica, por tanto el directorio de Antel tomó esa decisión. Sabíamos que ese nivel de inversión no se iba a poder mantener y fue lo que planificamos.

Luego, en la discusión del presupuesto y en las negociaciones de presupuesto con el Poder Ejecutivo, con los distintos ministerios, se acordó determinado presupuesto que para el proyecto de fibra óptica al hogar fue sensiblemente inferior a lo que se venía ejecutando y es lo que vamos a tener en 2016.

EC —Repasemos los números. ¿Cómo vinieron las inversiones anuales hasta ahora?

AT —Las inversiones anuales en fibra óptica fueron de entre US$ 200 y US$ 250 millones en 2013, otro tanto en 2014, en 2015 fueron de US$ 60 millones y en el 2016 vamos a estar entre US$ 10 y US$ 15 millones. Ese es el presupuesto que tenemos destinado para el proyecto de fibra al hogar.

EC —Es una caída muy significativa, si comparamos US$ 200, US$ 250 millones con US$ 10 o US$ 15…

AT —Sí, por supuesto. Es como todas las obras, las grandes obras civiles tienen un período de desarrollo importante y luego decaen en su nivel de ejecución.

EC —Y estos trabajos que se retomaron ahora en noviembre ¿a qué corresponden?, ¿a 2016?

AT —Claro, ya es prácticamente el presupuesto de 2016 porque se inicia el trabajo, pero la facturación empieza en el 2016.

EC —¿Qué es lo que está previsto para el año próximo? Se lo pregunto teniendo en cuenta mensajes de los oyentes. Por ejemplo este que dice: “Muy personal lo mío, pero ¿cuándo la fibra óptica llegará al norte de avenida Giannattasio?”. ¿Tiene ese dato?

AT —No tengo el dato preciso en este momento. Pero en todo lo que es Ciudad de la Costa por distintas razones no realizamos el proyecto cuando se hizo la parte más fuerte, porque ahí se estaba desarrollando –y se está desarrollando– toda una obra importante de saneamiento, se levantan las calles. Hacer un proyecto de cables en esa zona significaba mucho riesgo. Incluso actualmente en las conexiones de Internet por cobre se cortan muy seguido los cables por las obras con máquinas, palas retroexcavadoras, etc. Entonces pospusimos la fibra óptica. En algunas zonas de la Costa de Oro ya se hicieron obras y se van a continuar, en El Pinar, por ejemplo, y en el resto de Ciudad de la Costa se va a seguir avanzando en 2016, 2017 y vamos a llegar a todos los hogares. Ese 25 % que nos queda va a llevar bastante más años que los que nos llevó el primer 75 %, pero queremos llegar al 100 % de los hogares.

EC —¿Tienen una fecha, un horizonte concreto previsto para completar el plan de tendido de fibra óptica?

AT —Sí, en función del presupuesto de inversión que tenemos previsto para los próximos cinco años y lo que estimamos para los años siguientes, estamos hablando de entre cinco y ocho años. No es el 100 % de los hogares, porque hay muchos hogares que son rurales y sería muy costoso llegar con la fibra óptica. Ahí va a haber otras tecnologías con un nivel de calidad seguramente muy importante, pero no va a ser fibra óptica. De todos modos, vamos a llegar con fibra óptica a un porcentaje muy por encima del 95 % de los hogares.

***

EC —Hablamos del tendido de Internet subacuático para la conexión con Miami, del tendido de fibra óptica dentro del territorio nacional. Me decía que no se mencionó el Data Center…

AT —Es un proyecto muy importante que está inscrito en ese conjunto de proyectos estratégicos. Ninguno de estos proyectos está aislado. El Data Center que estamos construyendo en Pando, que posiblemente ya estemos inaugurando a comienzos del año próximo, forma parte de esos proyectos. Junto con el cable submarino nos va a permitir vender servicios de data center en toda la región. Por ejemplo, con el cable submarino vamos a estar conectados a San Pablo con una gran conexión y vamos a poder competir en San Pablo con esos servicios de data center.

EC —O sea, ¿servicios de…?

AT —Son servicios de tecnología de la información, de alojamiento de servidores, de aplicaciones, la famosa “nube”, en ese sentido decimos que va a ser el disco duro de Uruguay, que va a poder brindar servicios a empresas, a profesionales, a individuos, a trabajadores, servicios de tecnologías de la información de la mejor calidad y con mucha capacidad.

EC —Y en ese cuadro, ¿cómo entra el Antel Arena?

AT —El Antel Arena es parte de la estrategia. Porque más allá de ser un complejo multifuncional, donde se van a generar espectáculos deportivos, culturales, musicales, un gran centro de convenciones, va a ser un lugar que va a tener las mejores telecomunicaciones seguramente del Uruguay, vamos a poner nuestra tecnología ahí de la mejor manera para todos esos espectáculos. Eso es una parte, eso va a generar ingresos importantes para Antel, porque vamos a promover los servicios, pero además, a través de toda nuestra red de conexión a Internet, de toda esa infraestructura de la que ya hablamos, vamos a poder disponer de esos contenidos. Un complejo de este tipo es una gran usina de contenidos, un gran generador de contenidos. Esos contenidos se van a poder difundir con la mejor calidad a través de nuestra propia red. Es a lo que hoy las empresas de telecomunicaciones del mundo están yendo, los contenidos y la distribución de contenidos están siendo cada vez más una materia de las empresas de infraestructura, de desarrollo de telecomunicaciones en el mundo. Y nosotros también estamos yendo por ese camino para insertarnos y competir de la mejor manera en el mundo.

EC —Esta semana el Poder Ejecutivo dio a conocer la resolución que habilita la creación de un fideicomiso para retomar las obras del Antel Arena, que se suspendieron en julio de este año. ¿Qué ventajas tiene ese instrumento, el fideicomiso?

AT —El fideicomiso nos va a permitir no pagar ninguna de las facturas de inversión de la obra hasta el 2018, recién en el 2018 Antel va a empezar a pagar el préstamo y los intereses de esa financiación a través del fideicomiso, y a su vez va a tener seis años para realizar el pago de la inversión.

EC —El plan original no era ese, el plan original era que Antel pagara esa obra con sus propios recursos.

AT —Exactamente, lo teníamos previsto dentro de nuestros ingresos y nuestro presupuesto. Pero este fue un mecanismo que se encontró en compatibilidad con el presupuesto de todo el Estado, con los números de todo el Estado. Esa coordinación se realizó, también en el Poder Ejecutivo se realizó esa definición a través del propio presidente de la República y diferentes ministros. Esa fue la solución que se encontró para avanzar en el proyecto rápidamente.

EC —En este contexto, en este plan, en este camino, ¿en qué consiste el contrato que firmaron Antel y la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND)?

AT —Es el contrato con la CND a través de Conafin Afisa, que es la empresa de la CND para la parte de fideicomisos. Conafin Afisa es la que va a buscar el financiamiento a los bancos, va a negociar con distintos bancos, puede seleccionar uno o más bancos para que presten el dinero, los US$ 58 millones para pagar las obras durante el período de ejecución.

EC —Cuando se discutió este contrato en el directorio de Antel, hace poco, el representante de la oposición, Gustavo Delgado, votó en contra de la firma del acuerdo por la resolución del Tribunal de Cuentas que en su momento objetó el proyecto del Antel Arena argumentando que una inversión de este tipo está fuera del giro previsto para Antel en su ley orgánica. A juicio de Delgado, el hecho de que la obra se financie a través de un fideicomiso no levanta aquella observación. ¿Cómo están manejando eso que todavía queda, la objeción del Tribunal de Cuentas?

AT —El Tribunal de Cuentas tomó esa resolución, hizo esas observaciones. Antel hizo sus informes y a su vez tiene informes fundamentados jurídicamente sobre que Antel estaba en condiciones de hacer este proyecto. Eso se presentó al Tribunal de Cuentas, que volvió a dar su respuesta. Y como está dentro de lo previsto en el marco jurídico del país, el directorio de Antel reiteró el gasto para continuar con el proyecto.

EC —Antel tiene que reiterar el gasto.

AT —Exacto.

EC —Eso implica de todos modos que queda algún riesgo picando. Por las mismas razones por las que Gustavo Delgado votó en contra en el directorio de Antel, votó en contra el representante del Partido Nacional en el directorio de la CND, Rodrigo Goñi Romero. En declaraciones a La Diaria, Goñi dijo que, al proseguir con el fideicomiso, la observación del Tribunal de Cuentas “queda y listo, no hay mayor repercusión”, pero advirtió que “deja endeble la posición del Estado ante eventuales problemas o reclamos que un tercero pueda hacer”, hay el riesgo de alguna acción judicial invocando la observación del Tribunal de Cuentas. ¿Ustedes manejan ese problema?

AT —No, nuestra posición es que no es así y estamos convencidos de que nuestros fundamentos son los adecuados. Respetamos las otras posiciones, pero entendemos que nuestros fundamentos fueron y son los adecuados. Ahora este decreto del Poder Ejecutivo, con todo el respaldo del Poder Ejecutivo, le da una continuidad al proyecto, establece la fecha de reinicio de la obra luego de la próxima licencia de la construcción. Entendemos que es un gran respaldo para continuar con el proyecto.

EC —A través del fideicomiso Antel se endeuda por US$ 58 millones en un plazo de hasta ocho años, con pagos de intereses a partir de fines de enero de 2018. ¿Cuánto cuesta la obra? El fideicomiso es por US$ 58 millones.

AT —La estimación que tenemos es que son US$ 52 millones más impuestos, IVA, leyes sociales, que son unos US$ 15 millones. O sea que el total de la obra son US$ 67 millones.

EC —Hay una diferencia entonces, faltan US$ 9 millones.

AT —Pero ya habíamos ejecutado parte de esa obra, porque en el 2015 estuvimos ejecutando obra. Entonces parte de esa obra se ejecutó, y lo que no se cubra con los US$ 58 millones del fideicomiso será cubierto por Antel con fondos propios. Pero entendemos que lo que resta de la obra va a estar dentro de esos US$ 58 del fideicomiso, no va a haber ningún inconveniente.

EC —Ese monto, US$ 67 millones, ¿abarca toda la inversión requerida? ¿Incluye también equipamiento, infraestructura de telecomunicaciones, etc.?

AT —Sí, está todo incluido en esa estimación. El edificio va a quedar funcionando, es la estimación que tenemos.

EC —Son US$ 67 millones Antel Arena llave en mano, completo.

AT —Sí.

EC —Inicialmente, la ingeniera Carolina Cosse había manejado un costo de US$ 40 millones. Esto es bastante más alto…

AT —Una estimación muy inicial fue de US$ 40 millones más impuestos. Siempre se habló de que era más impuestos, más aportes, más todo. Luego se fue afinando esa estimación, y cuando surgen los contratos también se ajustan los valores; no estamos lejos de ese valor muy inicial estimado cuando comenzó el proceso del proyecto.

EC —Curiosamente, se agregan además ahora algunos gastos debido al uso del fideicomiso. El fideicomiso permite sí que Antel no comprometa sus propios recursos, sus propios ingresos, pero como contrapartida hay que pagar intereses y comisiones.

AT —Sí.

EC —¿Eso ya está contemplado en estos números que usted manejó o hay que añadirlo a los US$ 67 millones?

AT —Eso está dentro de los valores. El valor final se va a ver cuando la obra realmente esté finalizada, pero eso está dentro de las estimaciones. Son los costos normales, porque hay un beneficio por el pago diferido de las inversiones, o sea que costos, intereses y financiación están dentro del beneficio que uno recibe por pagar en diferido las inversiones y tiene que pagar intereses por hacer eso.

EC —Las obras se retoman en enero, cuando termine la licencia de la construcción.

AT —En enero de 2016.

EC —¿Cómo se arregló con Teyma, la empresa constructora adjudicataria de esta obra, la que había empezado los trabajos? ¿Hay algún tipo de reclamo por la suspensión de la obra?

AT —No, no hubo ningún reclamo. Tenemos un acuerdo total para recomenzar la obra en enero y llevar adelante un nuevo cronograma que finaliza en 2018.

Vea el video de la entrevista

***

Transcripción: María Lila Ltaif

Comentarios