EC —Pero el primer requisito es ganar la interna.
CC —El primer requisito es ganar la interna. Y un análisis que por lo menos en lo personal he elaborado es: ¿cuál es el objetivo principal, por lo menos el que yo tengo y el que intentamos representar en este movimiento político? Que haya cambio de gobierno en Uruguay. Queremos una alternativa al FA, porque entendemos que el modelo del FA se ha agotado y que se requiere un modelo superador del FA.
Y hay más de una oposición. Creo que este Larrañaga es un Larrañaga que los cientos de miles de kilómetros recorridos en todo el país, el conocimiento cabal de la realidad de los ciudadanos de todos los pagos del Uruguay, la madurez, el temple, las propias circunstancias de vida que ha vivido han forjado como un hombre de talla de estadista, más sereno, constructor de puentes, capaz de dos cosas para el objetivo de cambiar el gobierno. Primero, de sintetizar al PN. Larrañaga ha sellado como nadie, con actitudes propias y a su costo, la unidad del PN. Y segundo, ser capaz de construir la nueva mayoría, de construir los puentes para interpretar las distintas oposiciones que se requieren para conformar esa mayoría. Ese es el Larrañaga que viene, ese es el Larrañaga que hoy advierto en condiciones óptimas, por lo que decía.
EC —¿Cómo juegan en ese análisis las encuestas, por ejemplo? ¿Cómo juega el estado de la opinión pública con respecto a Larrañaga? En ese sentido, hay un trabajo reciente que por lo menos enciende luces de alerta. Una encuesta sobre la interna del PN que publicó a fines de mayo el Grupo Radar muestra que Luis Lacalle Pou obtiene el mayor porcentaje de intención de voto, seguido por Jorge Larrañaga y Verónica Alonso empatados en el segundo lugar, y después la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña, en el tercer puesto.
Voy a los números. Según el sondeo, votaría “seguramente” a Lacalle Pou el 51 %; 27 % lo haría por Jorge Larrañaga, otro 27 % por Verónica Alonso y 19 % por Adriana Peña. La encuesta resalta la paridad entre Larrañaga y Verónica Alonso, pero agrega algún otro dato que parecería que fortalece a la senadora. Dice que esta tiene una intención de voto “probable” de 32 %, mientras Larrañaga, 29 %. Verónica Alonso recoge un 20 % de rechazos ya definidos, frente a un 22 % del líder de AN. Por lo visto, Larrañaga ya no es el único referente del ala wilsonista. Y no solo eso, aparecería estancado, mientras que Verónica Alonso aparece en crecimiento.
CC —Yo de las encuestas tengo una opinión muy definida, personal pero muy definida. Primero, las respeto siempre, no me gusta comentar encuestas, las tomo como una fotografía del momento, son un insumo para posicionarse, mirarlas y que nos ayuden a trabajar. Falta mucho tiempo para la elección, primer punto, y si yo tomara, con el criterio que usted señalaba, que creo que es atendible, la visualización que las encuestas hacen de la situación interna del PN hoy, la compararía por ejemplo con la del año 2014, cuando llegamos a la última publicación de las encuestas antes de la interna que daban que Larrañaga ganaba en el PN y terminó ganando Lacalle Pou. Y si lo vamos a analizar en el plano internacional, analicemos a Macron, en Francia, que cuatro meses antes distaba de poder convertirse en el fenómeno electoral que resultó finalmente.
Las encuestas son mecanismos de medición que hay que tomar en cuenta, que respetamos y que hay que trabajar para revertir, si es verdad lo que dicen. Pero fundamentalmente nosotros también tomamos otra encuesta, que es el análisis que hacemos de la realidad, lo que levantamos de la ciudadanía, de la gente, de los dirigentes. Y estoy convencido, absolutamente convencido, de que Larrañaga, este Larrañaga, un nuevo Larrañaga, es el mejor Larrañaga, por todo lo que he señalado, para que represente y para que conduzca el wilsonismo en el PN.
EC —Hay otras lecturas. A raíz de aquel desgaste electoral de Larrañaga y quizás también de un afloje en su papel de conductor que se vio en los últimos meses, ha ido pasando que dirigentes de AN se distanciaron del sector y varios de ellos incluso comenzaron a conformar otra corriente wilsonista, enfatizan en eso, una corriente wilsonista. Están Pablo Iturralde; la propia senadora Verónica Alonso; Sergio Botana, el intendente de Cerro Largo; Eber da Rosa, de Tacuarembó; Gonzalo Baroni, el dirigente de la juventud de Montevideo; la intendenta de Lavalleja, Adriana Peña… La semana pasada entrevistamos a Pablo Iturralde, y él decía esto:
(Audio Pablo Iturralde.)
Dentro del sector wilsonista necesitamos agregarle otra fuerza que yo no percibo en el sector, y lo digo con mucho afecto, que no tiene por qué ser de otra manera, hacia el doctor Larrañaga. Creo que ha sido un gran dirigente, que levantó al partido en un momento muy difícil, pero que quizás hoy no necesariamente tenga que ser el candidato.
(Fin audio.)
EC —“Quizás no necesariamente tenga que ser el candidato”, decía.
CC —Es una opinión del diputado Iturralde, por quien profeso aprecio personal y respeto político, y naturalmente Pablo es wilsonista, condición de la que no dudo de los demás dirigentes que usted mencionaba. Es una opinión, tenemos el tiempo que viene para trabajar, y si estamos dentro del wilsonismo, como creo que estamos, y tenemos que conformar esta pata del partido como ala fuerte para potenciar el partido. El tiempo lo dirá. Yo creo que Larrañaga es el mejor candidato.
EC —Pero ¿cómo han seguido ustedes esos movimientos de estos nombres que mencioné –y faltan otros–? Hay una tendencia allí, que no digo que sea de escindidos de AN, porque formalmente no está planteado en esos términos, pero sí de distanciamiento.
CC —Yo tengo un diálogo muy fluido con todos ellos y advierto una preocupación común, que es la de cambiar el gobierno y la de potenciar al PN para que sea capaz de llevar un proyecto alternativo. Y lo hacemos todos desde la común visión del wilsonismo. Es más, para mí es bueno y es fermental que el PN tenga los movimientos que se están expresando. Reitero, yo advierto que Jorge Larrañaga está en su mejor momento, este Larrañaga con 20 años acumulados de experiencia, de madurez, de trabajo, de conocimiento profundo del país, de temple, eso lo convierte en el hombre de diálogo y constructor de puentes para conducir este proceso.
EC —Pero a la gente que está tratando de entender el tablero, ¿qué le contesta? ¿Cómo es la relación con ellos, cómo es la vinculación formal hoy entre Jorge Larrañaga, usted mismo y estos nombres que acabo de mencionar?
CC —Yo me siento en un mismo espacio partidario.
EC —En un mismo espacio sí, pero la palabra espacio es suficientemente vaga…
CC —Pero conforma a los partidos políticos y conforma sustancialmente a aquellos partidos políticos con vocación de ganar, a aquellos partidos grandes. Para ser un partido grande hay que tener la capacidad de comprender los matices, las diversidades. Nadie puede pretender por sí tener la capacidad inmensa de comprender todas las visiones de un partido como el PN, que ha sido, no en vano, desde el año 96 a esta parte, el único partido político en Uruguay que ha cumplido en todas las elecciones el proceso de definir su candidato a presidente en la elección interna. Eso también implica movimientos, expresiones libres, y para mí particularmente es bienvenida la de estos compañeros.
EC —Pero ¿cómo diagnosticamos a AN hoy? ¿Está resquebrajada?
CC —Yo la veo como la expresión principal del espacio wilsonista. La veo potenciada por un nuevo Larrañaga que asume la conducción de este movimiento que quiere llevar al PN al gobierno. Y eso me parece que está bien, eso me parece fuerte, me parece que es lo que la ciudadanía mira, y en el medio tenemos estas expresiones que, reitero, miro hasta con optimismo, creo que vamos a culminar en un espacio político común.
