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Entrevista central, jueves 26 de enero: Julio Bango

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EC —Tengo preguntas de los oyentes, algunas de ellas de tipo práctico. Quedó dicho que el sistema funciona solo adentro de la casa, no cuando la persona sale a caminar, no cuando se desplaza afuera, sino adentro de la casa. Entonces, surgen dudas a propósito de la costumbre de cerrar con llave a puerta de la casa, que está obviamente muy extendida. ¿Este sistema va a implicar cambios, flexibilizaciones en ese sentido? ¿Cómo se hace para que la asistencia física pueda terminar llegando?

JB —Van a tener que hacer como yo, que tengo una llave del apartamento de mi madre por si necesitamos entrar por alguna razón.

EC —Después aparecen experiencias personales. Daniel dice: “Mi abuela lo tiene, lo necesita, pero cuando lo necesita no lo usa”. Da la impresión de que es un sistema con respecto al cual va a haber que crear cultura también.

JB —Sin duda. Lo que yo comentaba en cuanto a que en otras sociedades solo un 10 % de la gente que realmente lo podría requerir lo solicita, o este ejemplo que plantea Daniel marcan la pauta de que a veces hay una cierta resistencia cultural que hay que trabajar y que hay que vencer en beneficio de las personas. Hay que trabajar esas pautas generales en términos generales, nosotros llegamos hasta que el dispositivo está, después no podemos actuar si se da una situación dentro de la casa. Hay que trabajar en términos generales a nivel social para generar una cultura del uso, que es muy relevante.

EC —¿Cómo continúa el proceso de implementación del SNIC? ¿Cómo están las otras áreas en las que se viene moviendo?

JB —Bien. En materia de infancia venimos cumpliendo la meta. A través del SNIC el gobierno nacional está haciendo una enorme inversión en la primera infancia. En 2017 tenemos $ 1.900 millones en el presupuesto del SNIC, de los cuales el 64 % está destinado a las niñas y niños de 0 a 3 años a través de la construcción y ampliación de centros CAIF, de los capis y de los jardines de ANEP, básicamente, además de las casas comunitarias de cuidados, de los centros en sindicatos de empresas para las hijas y los hijos de los trabajadores, y las becas de inclusión socioeducativa para los niños de 1 año.

En general se habla mucho de las personas dependientes, personas mayores, pero en realidad la mayor parte del presupuesto del SNIC está volcado a la primera infancia. El año pasado entraron 6.000 niños a servicios de cuidado infantil, 3.000 en ANEP, 2.200 en CAIF y 800 a través de las becas de inclusión socioeducativa. Y ahora estamos en el proceso de licitación de obras que está haciendo el INAU para la construcción de nuevos CAIF. O sea que estamos en un ritmo importante ahí en las metas. Ya se lanzó la primera convocatoria de licitación de participación público-privada en diciembre, que es otro mecanismo por el cual se van a construir más CAIF y jardines de la ANEP.

Y estamos desarrollando el programa de Asistentes Personales para la Dependencia Severa. En este momento están yendo técnicos a todo el país a visitar hogares, llevamos 1.500 hogares visitados entre noviembre y lo que va de enero, y ya hay unas 2.000 personas que están con su asistente personal. Por otro lado estamos capacitando a las personas que quieren trabajar como cuidadores de personas dependientes.

Estamos trabajando en los nuevos esquemas de fiscalización con el Ministerio de Salud en lo que tiene que ver con los residenciales de larga estadía, y vamos a anunciar en un par de meses un plan de mejora de calidad. Ahora estamos abriendo la teleasistencia. Nos quedan los centros diurnos, este año vamos a abrir 10 centros diurnos en sociedad con las intendencias departamentales y municipios, estamos en la fase de decidir dónde los vamos a hacer, en función de las posibilidades y las necesidades. Con eso completamos todo el despliegue de servicio.

Pero hay que recordar que además el SNIC intenta operar sobre un problema estructural de la sociedad uruguaya, que es la desigualdad de género en el cuidado. Porque se dio un cambio social muy relevante, con implicancias y con consecuencias económicas materiales muy importantes también, el hecho de que varones y mujeres asumamos el cuidado y sobre todo les generemos condiciones a las mujeres para o entrar al mercado de trabajo o, si ya están, tener tiempo para capacitarse y avanzar en una carrera profesional, mejorar sus ingresos y los de su familia. Esa es una dimensión que a veces no se conversa mucho del SNIC, pero que yo diría que es esencial en términos de una batalla cultural que la sociedad tiene que dar consigo misma.

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La transcripción de esta entrevista es un servicio de:
Facal & Cía., desde 1958 asesores en comercio exterior y aduanas

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Transcripción: María Lila Ltaif

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