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Entrevista central, martes 13 de junio: Javier Miranda

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EC —Lo que digo es que con lo que vino después parece que ya murió esta intención, porque podría llegar a acusarse –y ya ha habido presentación ante la justicia– a Raúl Sendic, por el manejo de la tarjeta de crédito corporativa de Ancap, de abuso de funciones, casualmente.

JM —Eso es parte de la condena y además parte de la asociación de dos temas que en principio no están vinculados. Entiendo que se meta todo en la misma bolsa, pero no es así. Corrieron por caminos distintos, la derogación del artículo 162 no tiene nada que ver con la publicación de Búsqueda, ¿no?

EC —No, pero también se dijo que lo que se buscaba era proteger a funcionarios o exfuncionarios que pueden ser denunciados o acusados en las investigaciones que están en curso.

JM —La derogación del artículo 162 es anterior a la publicación de Búsqueda, […].

EC —Pero hay cantidad de investigaciones en curso, sobre los negocios con Venezuela, sobre el Fondes, sobre Ancap.

JM —Sí, por supuesto. Pero insisto, los mecanismos de sanción de la corrupción de los funcionarios públicos no necesitan el artículo 162. Creo que hay que combatir la corrupción y que aquellos que hayan cometido conductas ilícitas que se prueben con los mecanismos institucionales establecidos en el sistema deben ser condenados, y me da igual de qué partido político sean, de qué sector. El tema de la ética en la política es absolutamente central, tenemos las herramientas para defenderla, que van mucho más del artículo 162, tenemos más normas para ello y si fuera necesario podemos incorporar el artículo 19 de la Convención de Naciones Unidas. Ya está, creo que no da para mucho más. Pero estas son las cosas que hay que discutir.

***

EC —Todavía no lleva nueve meses como presidente del FA. Asumió el 17 de setiembre de 2016. ¿Está conforme con los resultados?

JM —No, estoy muy conforme con lo que venimos haciendo, pero no con los resultados, evidentemente, bueno sería. Siempre hay más cosas para hacer, muchas más cosas para hacer. Estamos intentando ordenar.

EC —¿En qué está trabajando?

JM —En muchos frentes.

EC —Usted habla de ordenar. Recién nos deteníamos en un par de asuntos que ponen de manifiesto el desorden, ¿no?

JM —O, en todo caso, la falta de coordinación. Una de las cuestiones en las que estoy trabajando fuertemente es en intentar ayudar –ayudar– a la coordinación entre las bancadas legislativas, la fuerza política, la fuerza política con el gobierno, toda esta tarea de articulación y de diálogo, que creo que es una de las cosas centrales en el FA. Incluso articulación en la interna. El FA es una coalición, una coalición de muchísimos sectores, muchos sectores coaligados, que mantienen su identidad, pero que además tienen un accionar común y un programa común. Y sin duda coordinar eso exige esfuerzo. Lo vamos haciendo, nada se hace en un minuto y nada se hace solo. Se viene avanzando.

En otro montón de cosas, estoy intentando ver si mejoramos los canales de comunicación, es una cuestión que me parece central.

EC —¿A qué se refiere con canales de comunicación?

JM —Los canales de comunicación no solo con la población, hacer conocer el pensamiento del FA en forma más eficiente, sino incorporar herramientas de comunicación y de acercamiento de la gente a la política que hoy no se utilizan.

EC —Cada tanto aparece la discusión sobre si el FA debe tener un medio de comunicación propio, en una época se hablaba de un diario.

JM —Yo creo que no debería tenerlo, lo dije en la campaña hacia las internas del FA. Creo que los medios partidarios no son creíbles, el diario El País no es creíble, es un medio partidario totalmente sesgado. Pierde credibilidad, no sirve para informar. Creo que hay que tener mejor diálogo con los medios, trasmitir mejor las noticias. Pero cuando hablaba de comunicación en general decía que tenemos un bajo nivel de participación en las democracias, en Uruguay se ve menos, pero mire lo que acaba de pasar en Francia: 49 % vota en las legislativas. Estos son los problemas de fondo del sistema democrático, estas son las cosas que me preocupan en serio, que deberíamos discutir más en sociedad y discutir menos el espectáculo. Cómo estamos llevando la participación de la ciudadanía en la cuestión pública, porque de eso se trata la política. El FA tiene que contribuir mucho más a generar los espacios de participación de la gente, participación ordenada, responsable en la cuestión pública, en la cosa pública, en la cuestión política.

EC —El FA tenía herramientas para eso…

JM —Tuvo una herramienta formidable.

EC —… los comités de base, las coordinadoras…

JM —Exactamente, esa fue una herramienta formidable, que creo que sigue siendo absolutamente necesaria y absolutamente oportuna.

EC —Pero está devaluada, ¿no?

JM —En todo caso no puede ser la única, las formas de participación tienen que multiplicarse. Los foros de discusión, por ejemplo, son un tema central en momentos en que nos movemos –otra vez el editorial del viernes pasado– con otra celeridad, con canales muchos más cercanos y mucho más rápidos de comunicación. Sacamos hace poco El Faro, que es un foro de debate.

EC —¿Qué es El Faro?

JM —Es un juego de palabras, es un foro de debates de frenteamplistas. Obviamente, quiero que participen los frenteamplistas, le pusimos El Faro simplemente jugando con la sigla del FA. Es un foro de debate de frenteamplistas, donde uno ingresa, hay ciertos temas para discutir, puede proponer temas y arma un gran foro de debate.

EC —Eso circula en internet.

JM —Eso circula en internet para adherentes al FA, simpatizantes del FA. Obviamente, yo quiero discutir entre frenteamplistas la construcción de la política. Por supuesto que después como FA discuto hacia la sociedad, pero en principio la discusión interna es entre frenteamplistas.

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