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Entrevista central, miércoles 15 de febrero: Nina von Maltzahn

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Entrevista con Nina von Maltzahn, fundadora y principal donante de la Fundación Retoño.

Video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Miércoles 15.02.2017, hora 8.21

EMILIANO COTELO (EC) —En el barrio Puntas de Manga, en Montevideo, una mujer neoyorkina, de origen alemán y con título nobiliario europeo, está haciendo realidad uno de los sueños de su vida: un liceo público de tiempo completo que no le envidie nada a un instituto de educación secundaria del primer mundo.

Estoy hablando de Nina von Maltzahn, baronesa del Principado de Liechtenstein.

Llegó a Uruguay en 1970 y desde entonces generó una fuerte afinidad con nuestro país que la ha llevado a destinar buena parte de su fortuna familiar a varias obras benéficas. La última y más importante es la Fundación Retoño, una organización creada en 2002 que el año pasado dio un nuevo paso cuando inauguró el Liceo Espigas.

Vamos a conocer quién es Nina von Maltzahn, en qué está trabajando la Fundación Retoño, cómo ha sido este primer año de funcionamiento del liceo.

La encontramos en Maldonado, en su casa de Laguna del Sauce…

NINA VON MALTZAHN (N von M) —Sí.

EC —¿Cuánto tiempo pasa en Uruguay durante el año?

N von M —Seguramente cuatro o cinco meses, en distintas épocas. Por supuesto ahora, y después en invierno.

EC —¿Cuándo tiene más encanto esa zona?

N von M —Sinceramente, en primavera y otoño, porque hace mucho calor en verano, no puedo salir como quiero y cuidar la quinta, las flores. Pero el Uruguay tiene un encanto todo el año.

EC —A usted se la conoce como la baronesa Nina Von Maltzahn. ¿A qué se debe ese título?

N von M —A que me casé con un barón. Yo soy neoyorquina de origen alemán y danés en algún lado, como todos los europeos.

EC —Nació en Nueva York, es hija de un matrimonio alemán que había huido de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo llegó a Montevideo?

N von M —Ya lo dije una vez: el amor. Conocí a mi marido, que era gerente de Roche en los años 70 y el centro de esa firma en América del Sur era Montevideo. Así conocí Montevideo y estuve como tres años seguidos. Desde entonces voy y vengo. Estoy mucho acá, me encariñé mucho con el país.

EC —¿Por qué siguió manteniendo el vínculo con Uruguay, y por qué terminó teniendo casa y pasando una parte del año acá?

N von M —Cuando me fui de Uruguay después de esos tres años, extrañé. Primero la manera como fui recibida acá, es muy conocido que los uruguayos son muy hospitalarios, y además hice muchas amistades, y eso cuenta mucho. Entonces en algún momento de mi vida dije: quiero hacer algo para el Uruguay, quiero hacer algo para los chicos. Así empezó todo, en el 2002.

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