EnPerspectiva.uy

Entrevista central, viernes 18 de setiembre: Sebastián Piñeyrúa

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Entrevista con Sebastián Piñeyrúa, presidente de la Unión de Rugby del Uruguay.

EN PERSPECTIVA
Viernes 18.09.2015, hora 8.17

EMILIANO COTELO (EC) —Hoy viernes comienza en Inglaterra y Gales la Copa Mundial de Rugby. Allí se medirán las selecciones de 20 naciones, de las cuales solo una es amateur. ¿Ya saben a qué país me refiero, no? Correcto: Uruguay.

EC —Los Teros festejan la posibilidad de participar en un Mundial después de 12 años y por tercera vez en su historia. Pero, al mismo tiempo, saben que la tienen muy difícil porque integran un verdadero “grupo de la muerte”, junto con cuatro de los equipos más poderosos: los dos locales, Gales e Inglaterra, más Australia y Fiyi.

¿Está preparado el rugby uruguayo para enfrentar ese reto? Pero sobre todo, ¿qué ha estado pasando con este deporte en nuestro país en los últimos tiempos? ¿Cómo es el proceso de popularización en que se encuentra? ¿Cuáles son sus valores?

De todo esto vamos a charlar con Sebastián Piñeyrúa, presidente de la Unión de Rugby del Uruguay (URU), y con Jean-Pierre Gibert, con quien seguimos habitualmente las noticias de rugby, que está conmigo en estudios.

***

EC – Buenos días, Sebastián. No sé si te encontramos en Londres o en Cardiff, la capital de Gales…

SEBASTIÁN PIÑEYRÚA (SP) —En Londres. Hoy es acá en Londres la inauguración del Mundial, la ceremonia inaugural, el partido inaugural, y estamos esperando para asistir a ese evento.

EC —Con mucho nervio, supongo, con mucha alegría…

SP —Sí, con mucha alegría. Para Uruguay es una instancia muy importante, están los mejores países del mundo, la Meca del rugby y todo lo que puede ser el aspiracional de nuestros chicos está acá en Londres en este momento y en las distintas sedes. Con muchas ganas, los chicos muy entusiasmados, creemos que va a ser muy importante para el rugby uruguayo y para todo este crecimiento que estamos tratando de tener.

EC –  Hablemos, en primer lugar, de lo que está pasando con el rugby uruguayo últimamente.

SP —El rugby es un deporte que ha venido creciendo mucho, en el mundo sin duda tuvo un crecimiento vertiginoso. De hecho hoy el Mundial de Rugby es el tercer evento deportivo en cuanto a audiencia y a movimiento de espectadores, de dinero, de derechos comerciales, etcétera. Es un deporte que ya está muy consolidado en el mundo.

Y en Uruguay en los últimos tiempos ha crecido. Si bien es un deporte que se practica desde hace muchos años, era más exclusivo, pero desde hace un par de años, junto con el Ministerio de Deporte y la parte de educación física de las escuelas estamos tratando de hacerlo llegar a todos los rincones, también al interior del país. Está creciendo y estamos muy contentos.

Para que tengan una idea, pasamos de tener unos 2.000-2.500 jugadores, que era el histórico de Uruguay en la década de los 90 y hasta el año 2010, a tener hoy cerca de los 17.000-18.000 chicos y jugadores que juegan al rugby en Uruguay. Ha aumentado muchísimo.

EC —Sí, incluso con iniciativas como esa que se informaba ahora. En la gira que ustedes hicieron antes del Mundial este año, más de 15.000 niños y niñas de 380 escuelas públicas de todo el país tuvieron su primer contacto con el rugby en el programa Jugá Rugby, impulsado por la URU, la ANEP, la Secretaría de Deportes y la World Rugby. ¿Qué puedes contarnos a propósito de esta experiencia?

SP —Ese es uno de los grandes desafíos que tiene la Unión y que tenemos en el país. La gran ventaja que tiene el rugby con respecto a otras disciplinas, por nombrar alguna, es todo esto de que hablábamos, los mundiales de rugby, el desarrollo económico que ha tenido, ha hecho que la Federación Internacional de Rugby sea una federación bastante poderosa y con mucha intención en su plan estratégico de difundir el rugby.

Entonces la URU tiene mucho apoyo internacional. Eso ha hecho que nuestro gobierno se acercara mucho y apoyara, porque ve que no se aporta solo de un lado, sino que se aporta de ambos lugares. Se han armado una cantidad de programas, como el Jugá Rugby, que ha funcionado espectacular. Básicamente busca trasmitir los valores del rugby, educar a los chicos en el deporte y alejarlos de la calle, de los problemas cotidianos de hoy en día, hacerlos cada vez más sanos y más deportistas.

De hecho hemos hecho un plan con 380 escuelas, en el que básicamente todos los chicos de quinto y sexto de primaria se han iniciado en el rugby, tienen clases curriculares dentro de su clase de educación física, en una etapa del año entrenan rugby, practican rugby, conocen el deporte. Estamos muy contentos porque viene funcionando muy bien, hay muchísimo entusiasmo.

EC —El director nacional de Deporte, Fernando Cáceres, ha señalado: “Es un deporte que queremos masificar porque va muy bien con la forma de ser del uruguayo. Queremos que se popularice, y el Mundial será una instancia hermosa para la sensibilización y la motivación”. Cáceres ha insistido mucho en el tema de los valores, y tú también lo mencionabas. Sería bueno que nos concentráramos en esto.

JEAN-PIERRE GIBERT (J-PG) —Sebastián, para los que no han jugado rugby, porque el uruguayo es básicamente futbolero, ¿cómo describirías esos tres o cuatro valores esenciales que hacen al juego incluso a nivel muy amateur en el rugby?

SP —El rugby es un deporte muy solidario, un deporte muy inclusivo. Hay espacio para todos: si tú sos muy habilidoso y chiquitito podés destacar en alguna posición, si sos más gordito y más pesado también servís porque tenés mucha fuerza o porque podés empujar o lo que sea. En ese sentido es mucho más amplio y muchos más chicos tienen posibilidad de destacarse y no sentirse frustrados o sentir que no progresan.

Se trabaja mucho en el tema de la amistad, la lealtad. Es un deporte de contacto, entonces básicamente la única limitante para no lastimar a tu amigo, a tu compañero, a tu rival es tu autocontrol, ser respetuoso de las reglas. En el rugby el juez siempre tiene la razón, no se discute…

EC —Eso es interesante, porque si comparamos con el fútbol, todos sabemos lo que es un partido, cuánto tiempo se gasta en eso, en discutir lo que el juez cobra…

SP —Sin duda. Sin ir más lejos, el fin de semana pasado jugamos la final del campeonato de clubes en el Estadio Charrúa; fueron 8.000 personas a ver el partido y no había ni un policía, no hubo ni un incidente en la tribuna. La cancha no tiene alambrado, la gente perfectamente podría invadir la cancha, entrar, y sin embargo todo se lleva con mucha normalidad. Estaban las hinchadas de ambos equipos compartiendo la tribuna, gritando, cada uno de su lado, alentando. Eso es muy agradable, acerca mucho a la familia. Incluso había gente del fútbol que quedó muy sorprendida con eso. Por ejemplo Daniel Enríquez, que está trabajando en la AUF, estaba sentado con nosotros en el palco y me decía: “Che, ¿no hay policías, no tienen policías?”. Y no, no hay policías, la gente ya lo tiene incorporado. Uno como está en el rugby no lo nota. Esas cosas van educando a los jugadores, a toda la familia que rodea al rugby. Y es lo que queremos cuidar y destacar.

J-PG —Creo que una de las cosas que va a notar el televidente uruguayo que mire este Mundial es esa diferencia. No se protesta al juez lo que cobra, cuando en fútbol estamos acostumbrados a ver que cada vez que cobra un juez se le van los jugadores encima y protestan. ¿Cómo se logra que el jugador de rugby adulto tenga ese respeto por el juez?

SP —La otra vez me hacían esa pregunta, qué pasa en el rugby que no pasa en el fútbol. Por ejemplo, en el fútbol existe mucho –no es una crítica, es simplemente una reflexión– la simulación… El jugador va, le dan una patada, se tira, se revuelca, mira de reojo… parte de su objetivo es tratar de lograr una amarilla para su compañero, una roja, que lo echen, sacar una ventaja por ahí. En el rugby es todo lo contrario, mañana te meten un pechazo, un golpe, y lo primero que hacés es levantarte rápido para demostrar que no te pasó nada, que estás bien y que estás para seguir. Es una idiosincrasia totalmente diferente, hay más lealtad en ese sentido. Y esa lealtad se traslada a todos los ámbitos y el juez es parte del juego. Se trata de respetar y de seguir esa línea.

EC —Otro mecanismo muy original que tiene el rugby es el del “tercer tiempo”. ¿Podemos explicar de qué se trata? …Tiene que ver con estas cosas que venimos charlando…

SP —En el rugby hay una especie de máxima según la cual todo lo que pasa en la cancha termina en la cancha. Después de que termina el partido se hace un tercer tiempo en el que todos los jugadores comparten una bebida, un sándwich, una comida, lo que sea. No importa el grado de organización ni de lujo, lo que importa es estar juntos, tener una instancia para charlar, para conversar del partido, para recordar anécdotas que pasaron hace apenas minutos. Siempre en el mejor de los ámbitos, sin ningún tipo de inconveniente y todos incorporados: el juez, los jugadores, los entrenadores, los dirigentes, todo el mundo forma parte de esa fiesta. Eso hace que las cosas no queden, no perduren en el tiempo, que no se generen internas ni nada, porque todo se charla ahí, a los minutos de que pasó, y queda en una anécdota. Eso también es una fortaleza, algo que une mucho a los jugadores, a los cuerpos técnicos, a los staffs dirigentes, a todos los que estamos en torno al rugby.

EC —De todos modos, hay un comentario que siempre aparece cuando se habla del rugby y que incluso algún ha mencionado: es un deporte en el que lo físico juega y en el que hay riesgos. ¿Cómo responden a esa preocupación? “Es un deporte en el que puede haber lesiones serias”, “eso es delicado”, “no me gustaría que mi hijo terminara con algún problema de esos” puede decir una madre, un padre. ¿Cómo lo ven?

SP —El rugby es un deporte de contacto, pero no por eso es un deporte que genere demasiadas lesiones, sobre todo si uno está preparado, se entrena y lo vive intensamente. Obviamente el jugador necesita cierta preparación física, estar en condiciones, sobre todo cuando va a jugar al más alto nivel. Al nivel de chicos, de escuela, de ese tipo de cosas no, porque si bien el contacto existe, no es más de lo que puede ser en un deporte con contacto en sí mismo, como el básquetbol, el hándbol, deportes en los que existe contacto. Hay un contacto, pero las reglas están muy establecidas, es un contacto muy gradual, no se permiten muchas cosas.

Cuando vas a jugar alta competencia es más duro, pero los chicos ahí ya tienen incorporadas una cantidad de técnicas, tienen una cantidad de horas de entrenamiento que llevan a que, si Dios quiere, no les pase nada. Hay una creencia de que hay muchas más lesiones que las que realmente hay. No digo que no las pueda haber, pero no es una cosa muy muy muy común que un chico reciba una lesión grave. Podés fracturarte una muñeca o hacerte un esguince de rodilla, esas cosas pueden pasar, como también te pueden pasar en otros deportes. No es tan bravo, que se anime la gente, que no es tan así.

JP-G —De hecho, algo que seguramente se verá en el Mundial son los tacles. Los tacles peligrosos –el momento en el que un jugador para al otro– tienen que ser por debajo del cuello. Está muy penalizado, con expulsiones de 10 minutos y a veces definitivas, que un jugador taclee a otro en el cuello, por ejemplo.

SP —Exactamente. Las reglas se han ido modificando de forma permanente para que el deporte sea cada vez más seguro. Hoy estamos todos convencidos de que es un deporte seguro, está muy reglamentado lo que se puede y lo que no se puede hacer, de modo que si alguien se desvía del camino enseguida sea penalizado y nadie esté en riesgo de sufrir ninguna lesión importante.

EC —Estaba mirando mensajes de los oyentes. Dice Juan: “El rugby es un deporte impregnado de valores. Sería popular y hasta maravilloso… pero la pelota no es redonda”. ¿Cómo juega ese detalle de la pelota?

SP —Es verdad, no es redonda, pica diferente, hay que agarrarle más la mano. Una de las cosas que siempre hablamos con Fernando Cáceres y con la gente del gobierno es que una de las grandes ventajas del rugby –por eso las declaraciones de Fernando, que lo ve como un deporte que puede pegar muy bien en nuestra sociedad– es que es un deporte que se puede jugar en cualquier lado. Para jugar al rugby necesitás casi lo mismo que para jugar al fútbol: un pedazo de pasto, una pelota y un par de championes, e incluso podés jugar descalzo…

J-PG —Descalzo en la playa.

SP —Claro, en la playa, en naciones como Fiyi…

EC —Eso iba a comentar. Vi la película Teros, sueño mundial, que no solo recoge toda la peripecia y la preparación de esta selección, sino que además incluye una serie de entrevistas y reportajes muy ilustrativos realizados en varios de los países con los cuales Uruguay va a competir. Y me pareció muy jugoso el capítulo sobre Fiyi, porque es un país donde el rugby es absolutamente popular, se juega en todos los sectores de la sociedad, en especial en los más pobres, y allí los jóvenes juegan descalzos… ¡y muchas veces sin pelota! Utilizan, por ejemplo, una botella de plástico de refrescos…Esa es la solución a la que se recurre cuando la pelota, la ovalada, no está.

SP —Exactamente. Como cuando éramos chicos que existía la pelota de media, jugábamos al fútbol con la pelota de media que hacías en tu casa. En Fiyi hacen algo similar, usan una botella, un coco, lo que se te ocurra, de pelota. El rugby está en la sociedad, en la parte más pobre. Lo ves en la película, los chicos vienen descalzos a jugar, a divertirse, a pasarla bien. Ves los físicos, es toda gente flaca, y no les pasa nada, porque juegan un rugby muy dinámico. Es lo que estamos tratando de hacer en Uruguay.

No se necesita prácticamente nada. A veces para jugar a otro deporte necesitás equipamiento, protección. En el rugby no, simplemente con ganas, con un pedazo de pasto, de arena o lo que sea, podés hacer un “picadito”, armar un partidito. Es lo que estamos tratando de trasmitir. Ojalá que en Uruguay siga prendiendo, porque es un deporte realmente muy valioso y que puede colaborar mucho en sacar a los chicos de la calle y a canalizar esa energía o esa fuerza que tiene la juventud, por el buen camino.

***

EC —Antes de que comenzara el programa me llegó un correo electrónico de Jorge, uno de nuestros oyentes en el exterior, que vive en Londres. Jorge me reenviaba una newsletter que había recibido de la alcaldía de Londres con la información a propósito de la distorsión que se va a producir hoy en algunas estaciones de metro debido a que en esta jornada se producen la ceremonia inaugural del Mundial de Rugby y el primero de los partidos. Por lo visto, está todo muy organizado. A cada ciudadano le llega esta información para que tome sus precauciones.

***

EC —Después de dar contexto a este mundial y a la participación uruguaya, veamos qué implica en términos concretos esto de ser amateurs a la hora de competir en una instancia tan importante.

SP —Los demás países son superprofesionales. Es tal cual lo mencionabas recién: está todo muy organizado hoy en Londres y en diferentes ciudades. Porque son 16 las ciudades que fueron seleccionadas para recibir al Mundial de diferentes maneras, algunas como sedes, otras como fan zones, donde se van a pasar los partidos en plazas y en otros lugares. Es todo muy organizado, muy profesional, algo realmente muy grande.

Nosotros somos el país amateur, lo que también tiene su parte positiva y simpática, porque obviamente los demás países valoran mucho el esfuerzo que ha hecho Uruguay para llegar a este Mundial, para participar en este Mundial. Y tenemos el corazoncito de muchos hinchas. Como en todos los deportes, la gente se solidariza o alienta al más débil, trata de apoyarlo en esa condición.

EC —El profesionalismo en el rugby se pone en marcha de manera fuerte a partir del año 95, y se ha desarrollado de manera notable justo después de que Uruguay intervino por última vez en un Mundial, en el 2003. Por tanto el contraste esta vez es significativo. ¿Cómo se nota, cómo se da en la cancha? ¿De qué manera se siente lo que es ser una selección amateur en comparación con una que no lo es?

SP —La verdad es que se siente. El rugby es un deporte bastante lógico, a diferencia de otros deportes, por lo general el que tiene mejor equipo o el que es un poco más fuerte es el que termina ganando sin mayores problemas. El hecho de que el rugby sea profesional hace que mucha más gente lo juegue, que haya muchos más niños. Es algo similar a lo que pasa en el fútbol en Uruguay. Por ejemplo, en Inglaterra tienen 3.500 clubes de rugby, 3.500 instituciones juegan al rugby, y en Uruguay tenemos 46. Ellos tienen unos 350.000 jugadores –el número varía todos los años– y nosotros tenemos 15.000, 18.000. Y ni que hablar de que ellos tienen sus ligas profesionales, sus equipos profesionales, millones de jugadores, no solamente los que van a jugar contra nosotros, tienen una cantera enorme de jugadores que son absolutamente profesionales, que se dedican a esto todo el día, que entrenan, se alimentan, todo en torno al rugby. Lo que puede ser la vida de un Suárez o un Cavani, así es la vida de los jugadores que vamos a enfrentar.

Es una diferencia bastante importante. Es como si pusiéramos a jugar a un equipo de primera división contra un equipo amateur de fútbol, obviamente van a existir diferencias. Pero eso es parte del juego, es parte de lo que venimos a aprender, queremos que nuestros chicos lo capitalicen, logren vivirlo, para tratar de llegar a eso. El rugby va en vías de eso en Uruguay, el hecho de participar en los mundiales lo va poniendo en una carrera en la que cada día tenés más competencias, más partidos internacionales, más desarrollo, más apoyo. Ese es el proyecto de nuestra Unión.

JPG —Recién hablabas de la brecha y de los resultados esperables. Aquí en En Perspectiva cuando hemos hablado de este Mundial hemos tratado de concientizar a la audiencia de que no espere scores favorables a Uruguay. ¿Cómo le explicarías a los no rugbistas lo que significa estar en un mundial a pesar de que los scores seguramente serán abultados y a medida que pasen los partidos, que el cansancio se acumule, capaz que lo son más? ¿Cómo explicás igual la satisfacción, la felicidad de vivir eso de adentro, el logro de estar en un mundial?

SP —Para un deportista que juega al rugby esto es lo máximo, llegar a su máxima expresión. Es como si mañana Uruguay clasificara a un Mundial de Básquetbol, una cosa así. Ganarle a Estados Unidos, a las estrellas de la NBA sería una utopía, pero eso no significa que el jugador de básquetbol no disfrute, no viva ese partido como algo único, como algo mágico. Es como cuando un atleta o un deportista van a unas Olimpíadas, es lo mismo. Probablemente llegar a la final o sacar la medalla de oro en los 100 metros esté muy lejos, pero eso no impide que, si llega ahí, que es el máximo, lo disfrute, que sea una manera de medirse, de probarse. Siempre existe un aspiracional de confianza, de tratar de progresar. Tú vas luchando contra las metas que te vas poniendo.

Eso es lo que va a pasar con el equipo uruguayo este domingo cuando debute. Cada chico tiene su meta, la de alguno será hacer un try, esquivar, taclear mucho, la de otro será empujar en el scrum, la de otro de repente será convertir las patadas. Y para el equipo es tratar de hacer el mejor papel posible, dejar bien parado a Uruguay, a la selección, al país, a todos.

Para nosotros lo importante es estar en un mundial. Hoy uno camina por Londres y se llena de orgullo, como dirigente me llena de orgullo ver las tiendas, los comercios, las calles, ayer paseamos por el país, fuimos a la Foreign Office, donde se hizo una ceremonia de inauguración y estaban la bandera uruguaya, el escudo nuestro… Todas esas cosas te llenan de satisfacción y te dan la pauta de la importancia de estar ahí. Tal vez no sos el candidato a salir campeón del mundo, pero estás en la conversación. Eso es lo importante y lo que trasciende.

EC —Me imagino que aquí también juega aquella frase que acuñó el maestro Óscar Washington Tabárez, lo de que el camino es la recompensa. Porque, justamente, esta participación en el Mundial se da en el contexto de esa evolución que veníamos repasando, y va a ser la primera instancia en que esta selección, la de Los Teros, va a poder testear un nuevo sistema de trabajo, un nuevo sistema de entrenamiento con las instalaciones que montaron en el Estadio Charrúa, y todo el “profesionalismo” con que encararon estos últimos meses.

SP —Sin duda, es esa recompensa. Todos los chicos que están en este plantel saben que el objetivo de ellos es que en el próximo Mundial Uruguay esté más cerca. Y así sucesivamente. El hecho de estar en el Mundial nos abre una cantidad de puertas, nos permite acceder a una cantidad de programas, como el Jugá Rugby y otros programas de nivel internacional. Uruguay ya por estar en el Mundial, por participar, tiene derecho a acceder a ciertos fondos, a cierto apoyo, a tratar de desarrollar el deporte. Ese es el gran desafío, seguir en esa elite, en esa conversación del rugby para que también otros puedan disfrutarlo y ser un país más rugbista o más desarrollado en ese sentido.

EC —Mencionábamos cómo es el grupo que le tocó a Uruguay. ¡Linda forma de volver a los mundiales! Es el grupo que en la jerga de cualquier deporte se llamaría “grupo de la muerte”. Están con Los Teros Australia, que es el número 3 en el mundo, Inglaterra que es el número 5, Gales que es el 6 y Fiyi que es el 9. ¿Se han planteado algún objetivo concreto ante semejante lista de rivales?

SP —El objetivo es disfrutarlo, pasarla bien…

EC —De acuerdo, pero… ¿en cuanto a resultados?

SP —Obviamente el partido con Fiyi, que es el 9 del mundo, es el partido con respecto al cual tenemos más expectativas. Sabemos que va a ser muy difícil, porque ellos son el 9 y nosotros el 20 –ahora somos el 19–, pero el uruguayo es muy corajudo, se tiene mucha confianza siempre y a veces desafía los imposibles. Con esa actitud y esa cabeza vamos a entrar. Trataremos de dar un “batacazo” en ese partido, aunque sabemos que es algo muy muy muy difícil. Pero la esperanza es lo último que uno pierde.

EC —Los partidos que Uruguay jugará en este Mundial de Rugby se van a trasmitir por televisión abierta. Esto no es casualidad, la URU trabajó especialmente en ese proyecto. ¿Qué importancia le asignan?

SP —Para nosotros es muy importante. Era uno de los grandes objetivos que teníamos, que al rugby se pueda disfrutar en Uruguay, que llegue a toda la gente. El canal abierto permite eso, así que es un objetivo cumplido. Estamos muy contentos de que así sea, de que todo el país pueda disfrutar de los partidos de Uruguay, seguir el Mundial y apoyar a la Celeste, que siempre es una sola, independientemente del deporte. Y que se vaya sintiendo cada vez más cerca del seleccionado, no solo en el Mundial, sino cuando juguemos en el Charrúa. El año que viene tendremos una cantidad de partidos internacionales, y para nuestros chicos sentir el calor, el cariño de la gente es algo muy importante y motivante.

J-PG —Una pregunta de fan: ¿por quién te jugás como clasificados primero y segundo en nuestro grupo?

SP —Creo que Inglaterra y Australia tienen grandes chances de pasar. Gales es muy difícil. Estamos hablando del 4, el 5 y el 6 del mundo, pero creo que Inglaterra y Australia en estas instancias tienen un club que vamos a ver. Sin duda esos tres países, Inglaterra, Australia y Gales son los tres equipos fuertes del grupo y van a ser partidos muy muy disputados, pero les pongo una fichita a Australia y a Inglaterra.

EC —Dice Majo en un mensaje que acaba de llegar: “¿Estamos en lugar 19? ¡Somos unos cracks! ¡Suerte, Teros!”.

SP —Estamos bien.

EC —Que disfruten el día de hoy con la inauguración y el primer partido, y, por supuesto, ¡los mejores deseos para el domingo!

SP —Muchísimas gracias a ustedes, a la gente por acompañar, por apoyar y por cada día hacer del rugby un deporte más importante, que cada vez más chicos puedan jugar. Esa es nuestra satisfacción, a lo que estamos apostando. ¡El domingo todo el mundo en el canal prendido apoyando a Los Teros!

JPG —El partido es a las 10 de la mañana en Uruguay.

***

Transcripción: María Lila Ltaif

Comentarios