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Entrevista central, viernes 9 de junio: Ana Pais

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El exdirector relató que optó por comenzar a redactar memorandos internos de todos sus contactos con Trump, que luego fue discutiendo con un restringido círculo de subordinados en el FBI. Lo resolvió luego de su primer encuentro, cuando evaluó el tono que tenían las conversaciones.

Comey afirmó que no tiene dudas de que Rusia intervino en las elecciones mediante la invasión de los sistemas informáticos del comité nacional del Partido Demócrata. Sin embargo, indicó que las informaciones que poseía no le permitían asegurar que el resultado de la elección pudo haber sido manipulado.

Trump trató de mandar inmediatamente un mensaje de optimismo. “Vamos a pelear y ganar”, dijo el mandatario en una reunión con gobernadores y alcaldes. Por su lado, Marc Kasowitz, abogado de Trump, rechazó las partes comprometedoras del testimonio de Comey, e incluso insinuó la posibilidad de emprender acciones legales por el hecho de que el extitular del FBI admitió haber filtrado a la prensa información reservada sobre diálogos con el presidente.

¿Qué dimensión tiene lo que pasó ayer en el Senado de Estados Unidos? ¿Puede estar en juego la continuidad de Trump al frente de la Casa Blanca?

Para tratar de avanzar y profundizar en esas preguntas, estamos con la periodista Ana Pais, uruguaya, que trabaja para la BBC y está radicada en Estados Unidos.

La presidencia de Trump viene atípica, está llena de sorpresas. Entonces, ¿por qué el hecho de ayer, la comparecencia de Comey, suscitaba tanto interés en la prensa del mundo y en los propios ciudadanos de Estados Unidos?

ANA PAIS (AP) —Ayer muchos comparaban la comparecencia de James Comey en el Comité de Inteligencia del Senado con una suerte de superbowl de Washington DC. Durante dos horas y medias, casi tres, se paró la actividad en muchas ciudades de Estados Unidos, había eventos en bares, había hasta apuestas en que si Trump tuiteaba durante la audiencia invitaban tragos. Se convirtió en una suerte de fenómeno televisivo, como un poco ha sido esta presidencia. La presidencia de alguien que surge como un empresario, pero también como una estrella de un reality show de televisión.

EC —Vamos a lo que dijo Comey y qué cambia o no en Estados Unidos a partir de lo que se escuchó ayer. Más allá de lo que pudo verse en la televisión, cuando los periodistas escribieron sus artículos resaltaron la seriedad en la que se mantuvo Comey, el espíritu con el que se presentó, cuidando cada palabra. De todos modos dijo mucho. ¿Por dónde empezarías tú?

AP —Ante todo es importante decir que fue un testimonio de audiencia pública y bajo juramento, y que Comey no tenía por qué hacerlo. Es una invitación que hace el Senado, pero él perfectamente puede negarse. De hecho, el día anterior fueron a declarar otras cuatro personas que en varias oportunidades dijeron “de eso no voy a hablar”, “de esto no voy a informar”, “esto no lo voy a decir”. Comey fue muy transparente, en algunos momentos dijo “creo que esto no se puede decir en una audiencia pública”, dando a entender que lo que se pudo escuchar es solamente una parte de todo lo que dijo, porque cuando terminó la audiencia se cerraron las puertas y él siguió hablando con los senadores e informando sobre su visión como exdirector del FBI.

Una de las cosas más interesantes de la declaración de Comey es cómo en cierta manera demuestra que es un buen ajedrecista. Dijo que su despido lo sorprendió muchísimo, porque el presidente en varias oportunidades le había dicho que creía que estaba haciendo un muy buen trabajo, y se lo había dicho a otros y otros le decían: “Trump está muy contento con tu trabajo”. Vale aclarar que el de director del FBI es un puesto que se elige por 10 años y él ya había superado los dos años; justamente, la idea es que esté en discordancia con los presidentes para guardar cierta independencia. Había sido elegido durante el período de Barack Obama, que es demócrata, y ahora seguía con su dirección durante el gobierno de Donald Trump, que es republicano.

Entonces él había escuchado que estaba haciendo muy bien su trabajo, y de golpe se entera de que está despedido. De hecho cuenta que estaba dando un discurso en una oficina del FBI y ve en un televisor “Noticia de último momento: James Comey despedido”, y que creyó que era una broma. Realmente lo agarró por sorpresa el despido. Dice que lo que más lo perturbó y lo confundió fue cómo fue evolucionando la noticia.

EC —Comey dice que el presidente tiene el derecho de removerlo, que allí no está el problema, que su reacción, todo lo que ha venido desde entonces, vino por los comentarios sobre él que Trump y otra gente del equipo de gobierno comenzaron a realizar a partir de ese momento.

AP —Exactamente. En un principio el gobierno de Donald Trump dijo, en la carta de despido, que Comey no era un líder para el FBI, que el Bureau estaba en completo desorden y que no confiaban en su líder, y además que parte del motivo del despido era cómo Comey había manejado la investigación sobre los servidores secretos que tenía Hillary Clinton, que fue la oponente de Donald Trump durante la campaña electoral. Esa fue la versión oficial y la versión que el equipo de Trump defendió durante varias horas, hasta que finalmente Trump en una entrevista dijo que la decisión en realidad había sido por la investigación de Rusia. Creo que ahí es donde entra la parte de la confusión que menciona Comey. Él incluso dice en un momento durante la audiencia: “Me despidieron por la investigación de Rusia para cambiar o intentar cambiar la forma en que se estaba llevando a cabo”. Esta frase es absolutamente escandalosa. Comey en ningún momento dice “hubo obstrucción de la justicia”, pero claramente lo está deslizando.

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