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Entrevista central, viernes 9 de junio: Ana Pais

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EC —Sí, les dieron optimismo a los republicanos porque no se terminó de configurar, por lo menos de acuerdo a las palabras de Comey, lo de obstrucción a la actuación de la justicia.

AP —Exactamente. Pero si bien no se terminó de dilucidar si el testimonio de Comey dio elementos para comenzar a investigar si efectivamente hubo obstrucción de la justicia, de todos modos el tema principal en todo esto es si Rusia intervino en las elecciones de Estados Unidos, hasta qué punto y cuánto estuvo vinculada la campaña de Donald Trump con el gobierno de Rusia. Durante la audiencia Comey dijo: “No hay ninguna duda de que el gobierno de Rusia intentó intervenir en estas elecciones. No cambió ningún voto, eso es cierto, no consiguió técnicamente hackear y cambiar algún voto –porque parte de los votos en Estados Unidos son vía online–, eso no sucedió, pero ciertamente hubo un gobierno extranjero que ostensiblemente intentó intervenir. Para eso no debería haber partidos, no debería haber republicanos y demócratas enfrentándose, en esto deberíamos estar todos unidos”.

Pero en lo que corresponde a la obstrucción de la justicia en sí, aunque se decidiera que hay elementos para un juicio político –cosa que en este momento no parecería haber–, la mayoría parlamentaria en este momento es republicana, con lo cual se ve muy lejano que pudieran pasar una serie de condicionantes para que efectivamente Donald Trump sufriera un impeachment y fuera retirado de su cargo. Se ve muy muy lejano eso.

EC —Esa era una de las preguntas, cada tanto reaparece. Y hay analistas muy firmes en el pronóstico de que Trump no va a terminar su período en la Casa Blanca. Tú marcas que la sesión de ayer no habría arrojado elementos contundentes en esa dirección.

AP —No.

EC —De todos modos, Comey divulgo datos muy interesantes a propósito de cómo opera Trump y cómo funcionan los resortes del poder en esta administración. Comey además de presentarse ayer en esta comisión del Senado, había entregado a esa comisión un largo escrito, que incluso se hizo público. Es en ese documento que van apareciendo las notas, las sensaciones. Por ejemplo, la primera reunión a solas fue el 27 de enero en la Casa Blanca. Fue una cena, “ocupamos una pequeña mesa oval en el centro del Salón Verde, dos asistentes de la Marina nos atendieron, solo entraban en la habitación para servir comida y bebida. En ese ambiente, Trump indicó que muchos querían su trabajo y que entendería que quisiera irse”. Y Comey comenta: “Mis instintos me dijeron que en esta comida cara a cara Trump estaba tratando de crear una relación tutorial. Eso me preocupó mucho debido a la independencia del FBI”. Señaló que él “no era fiable en el sentido político, pero que le podía ser sincero”. Fue entonces cuando Trump agregó “necesito lealtad, espero lealtad”. Comey se negó a contestar. “No me moví, ni hablé, ni cambié mi expresión facial en el incómodo silencio que siguió. Simplemente nos miramos”. Antes de partir, parece, Trump volvió a insistir, y Comey le respondió –fue como una elusión– “siempre tendrá mi honestidad”. No lealtad sino honestidad, prefirió ir por ese término. Podríamos seguir un rato leyendo ese documento, es apasionante.

AP —Sí, una cosa superinteresante en esa declaración previa que envió James Comey al Senado es el grado de detalle de cada cosa que dice sobre las reuniones, que justamente le da veracidad al relato, por lo menos es lo que intenta. Gabriel García Márquez decía que es que la gente no creería igual si dijera que llueven elefantes como si dijera “están lloviendo 238 elefantes”. Me parece que es justamente eso lo que quiso hacer James Comey, dar un grado de detalle, decir qué personas estaban en esa habitación, cómo eran, dónde estaban paradas, qué se dijo, cómo se miraron. Eso brinda por lo menos una atmósfera de credibilidad al relato.

Por otra parte, esa frase de la lealtad ha sido negada por la Casa Blanca, pero quienes conocen a Donald Trump, quienes han trabajado con él, dijeron a lo largo de la campaña y siguen diciendo que Trump es un hombre que valora más la lealtad que la competencia para ocupar cargos, cargos importantes, incluso en el gobierno. Entonces también, lo que han dicho determinadas personas a lo largo de estos meses respalda lo que James Comey escribe en esos memorandos.

Otra cosa que se pasó durante la audiencia fue que varios senadores le preguntaron: “si sabías que en definitiva lo que estaba haciendo Trump, plantearte que dejaras pasar la investigación a Michael Flynn, pedirte lealtad, no corresponde a tu cargo de director del FBI, independiente, ¿por qué no se lo dijiste? ¿Por qué no le dijiste ‘señor presidente, esto está mal’ y te paraste y te fuiste?”. Y Comey dice: “Creo que no fui lo suficientemente fuerte o corajudo”, y en otro momento dice: “No estaba en el estado de mente para poder… me agarró por sorpresa”. El poder que ejerce la figura del presidente de Estados Unidos, aun en alguien experiente como Comey, que tenía un puesto tan importante, consigue en cierta medida dejarlo sin palabras, lo único que puede pensar –lo dice en la declaratoria previa– es “cuidá cada una de las palabras que vas a decir a continuación, porque estás en el límite de la peligrosidad, de traspasar límites de los que no se vuelve atrás”. Eso también fue algo muy interesante de lo que se ha escuchado en las últimas 48 horas.

EC —Es el guion perfecto para una película, o para varias. O para una serie sobre la Casa Blanca y sus manejos.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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