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Entrevista, jueves 22 de febrero: Enzo Benech

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Entrevista con el ingeniero agrónomo Enzo Benech, ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.

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Video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Jueves 00.02.2018, hora 8.20

EMILIANO COTELO (EC) —“Nos vemos en las urnas”, “Agropalooza”, ¿cuánta gente hubo en el acto del 23 de enero en Durazno?, ¿es un movimiento político el de los autoconvocados? En fin, cuántos dimes y diretes, cuántos vaivenes ha tenido la situación del agro en este comienzo de año. En el medio, hasta renunció un ministro, Tabaré Aguerre.

El hombre que asumió en su lugar lo hizo con perfil bajo. Ingeniero agrónomo, productor lechero, vinculado al Partido Socialista, expresidente del INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria), Enzo Benech era el número dos del ministerio desde el año 2012. Pero el cambio de timón que se produjo, el que él protagonizó, por ahora no ha estabilizado demasiado la coyuntura.

A las idas y vueltas en torno a las medidas que el gobierno fue anunciando, se sumó este lunes la discusión a los gritos del presidente Tabaré Vázquez con un grupo de colonos en la puerta del ministerio, y en paralelo se iba consolidando un déficit hídrico importante en varias zonas del país.

De todo esto vamos a conversar con el ministro Enzo Benech.

ENZO BENECH (EB) —Gracias por la invitación. Estas cosas ayudan a tratar de comunicarnos con los televidentes, con los que nos están escuchando, y por lo menos contarles lo que estamos haciendo, la versión del gobierno. Trataremos de ser lo más objetivos posible.

EC —Yo decía en la introducción que estos dos primeros meses del año han estado muy marcados por estos temas, por las movilizaciones de los autoconvocados, los reclamos de las gremiales del agro, la sequía o la casi sequía… Le tocó agarrar un fierro caliente.

EB —Sí. Yo tengo unos años, y hemos pasado varios momentos difíciles, con distintos gobiernos, varios momentos con distintas situaciones, con distintas emergencias. Este fue un año un poco atípico, porque se concentró en verano, en general en enero todo el mundo dice tranquilo. Lejos de eso, yo me había tomado unos días de licencia en la primera quincena y tuve aquí un aterrizaje forzoso asumiendo el 15 de enero.

EC —Podría decirse que esa fue una de las habilidades del movimiento de autoconvocados, generar en esa época, habitualmente tranquila, cuando incluso el sistema político está distraído, un hecho político, social, gremial muy fuerte.

EB —Vivimos en Uruguay, somos todos muy discutidores –me incluyo–, pero obviamente a esta movilización masiva hay que prestarle atención. Hubo mucha gente movilizada. Yo no estuve en Durazno, pero sí leí la prensa y los diarios, mucha gente se movilizó con mucho respeto. Yo mismo salgo todos los viernes, recorro el país, cuando estos grupos estaban movilizándose pasé por varios de esos puestos y nunca tuve problema.

EC —¿Lo reconocieron? ¿Se bajó, habló? ¿Cómo fue?

EB —No, eran muy pocos. Salgo todos los viernes, y recuerdo que cuando estaban en vigilia yo estaba yendo al Consejo de Ministros en Anchorena, fui de Montevideo a Anchorena y pasé como cinco puestos. Había muy poca gente, había algunas máquinas, pero ninguno estaba con agresividad ni conmigo ni con nadie. Debo reconocerlo, me parece bueno.

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