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Entrevista, miércoles 17 de febrero: Rodrigo Faguaga

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EN PERSPECTIVA
Miércoles 17.02.2016, hora 07.52

EMILIANO COTELO (EC) —“Explosión Stone”, titula el diario El País; “Histórico show de los Stones”, es el enfoque de La República; “Centenariazo Stone”, dice El Observador; y en el caso de la diaria, con una foto en primer plano de Mick Jagger, “Con satisfacción lograda”. Por supuesto que cada una de estas tapas tiene sus buenas fotos, muy buenas fotos, de lo que fue el concierto de anoche de los Rolling Stones en el Estadio Centenario.

Ya tuvimos en la apertura las primeras impresiones con Nico y Wilmar, pero ahora quiero agregar dos enfoques. Primero una ampliación de parte de Wilmar, nuestro especialista en la mesa de las jóvenes generaciones, porque los Rolling ayer convocaron a una cantidad enorme de gente joven, vieja, más o menos… Wilmar, recordemos tu edad.

WILMAR AMARAL (WA) —32.

EC —¿Fanático desde cuándo?

WA —Es una buena pregunta, te diría que desde chico escuché bastante… desde tempranas edades. Ayer donde estaba yo había mucha gente grande, a veces con sus hijos y nietos, pero muchísima gente grande.

EC —¿Y qué sensación general sacaste? A ti, Nico, te interesaba preguntarle algo en especial.

NICOLÁS BATALLA (NB) —Sí, me interesaba escucharte opinar sobre el repertorio con el que llegaron, que era toda una discusión en la previa y que no siempre es lo mismo cuando ves el listado de las canciones a cuando las ves presentadas en vivo.

WA —Claro, cuando las escuchás y la manera en que las presentas también. El repertorio es arrollador de principio a fin, algo que veníamos manejando el otro día en La Mesa Stone, porque fue un repertorio de clásicos. La gira latinoamericana que están realizando no tiene como excusa la presentación de un disco, y eso implicaba que iban a hacer un repaso de todos los clásicos de su carrera.

NB —Eso para el público local es genial.

WA —Es genial, exacto.

NB —Para el que tiene la oportunidad de verlos una vez sola…

WA —Exacto, sobre todo por el contexto de la visita a Uruguay, a donde nunca habían venido, entonces mucha gente quería escucharlos con todos sus clásicos. De hecho arrancaron, a eso de las 21.15, con Start Me Up, que fue acompañada con videos, imágenes y la presentación de una voz en off, después sale Keith Richards con su riff, fue algo exuberante. Y desde ahí fue uno tras otro hasta el cierre, con Satisfaction.

NB —Te iba a preguntar, Wilmar, algún punto alto de las canciones, cuáles te gustaron más.

WA —Hay muchos puntos altos…

NB —Yo comparto contigo que Start Me Up, que además se había escuchado muchísimo en la previa, rompió todo.

WA —Claro, no es lo mismo escucharla en un audio o verla en un video que escucharla en vivo, con la fuerza que tiene. Hay varios puntos altos, por ejemplo, un detalle a destacar es que en esta gira ellos hacían una votación a través de las redes sociales -daban cuatro opciones de canciones y cada uno votaba la que quería- y la elegida por el público fue She’s So Cold, una canción de los 80 muy interesante y muy linda, que hace mover a mucha gente.

NB —Yo iba a reparar en eso: la canción es muy movida. El público uruguayo le hizo cierta maldad a Jagger porque las otras canciones que aparecían en la votación eran más tranquilas. Él terminó muerto en esa canción, cuando lo mostraban por la pantalla gigante se le veía en la cara que quedó realmente… fue el momento en el que lo vi más cansado, largó un suspiro y se fue hacia el fondo a recuperarse un poco porque realmente había quedado molido.

WA —Eso no impidió que siguiera corriendo hasta el final del show. A veces hacía unas corridas que uno desde la tribuna, con muchos menos años, quedaba más cansado que él simplemente de verlo. Fue una performance brillante por donde se la mire.

EC —Otro punto alto, si lo miramos desde el lado uruguayo, fue lo que ocurrió casi sobre el final.

[Audio del Coro Rapsodia con los Rolling Stones]

EC —La grabación está hecha desde la tribuna, el sonido no es el ideal, pero allí están los Stones cantando You Can’t Always Get What You Want con el acompañamiento de una parte del coro uruguayo Rapsodia. Su director, Rodrigo Faguaga, está en línea en este momento. Buen día.

RODRIGO FAGUAGA (RF) —Buen día, ¿cómo están?

EC —¡Primero cómo estás tú! ¿Cómo fue lo de anoche?

RF —Yo muy bien, un poco dormido pero muy contento. Todavía no caemos en qué pasó ayer, ni yo ni ninguno de los del coro [Se ríen].

EC —Contanos, ¿cómo fue que llegaron a subirse al escenario? ¿Hace cuánto están en estos preparativos?

RF —Ayer fue un día intenso para nosotros, estuvimos desde las 14.30 en el estadio. Llegamos y en seguida nos agarraron integrantes de la banda para ensayar, hacer las pruebas de sonido y guiarnos, más que nada con Matt [Clifford], el tecladista y cornista. Estuvo increíble, primero hicimos un ensayito con él solo, después fuimos a probar sonido en el escenario y luego tuvimos un encuentro con la banda entera en un cuartito del backstage donde se cantó You Can’t Always Get What You Want pero sin micrófonos, mucho más íntimo. Ahí fue el primer momento en el que los vimos a todos y nos dimos cuenta de que era real y no una broma de alguien [Se ríen]. Eso sirvió para bajar un poco la emoción, para decir: “Bueno, ya estamos acá, estamos cantando con ellos, es verdad lo que está pasando”.

EC —Sería bueno ir más atrás en el tiempo, ¿cómo fueron convocados, de qué manera este coro es elegido para acompañar a los Stones en una de sus canciones?

RF —A mí me legó un mail misterioso de una productora, Conciertos Grapa, que se encarga de hacer generalmente repertorios de música académica. En el mail un productor argentino, Carlos Grynfeld, me decía que Cristina García Banegas, directora de De Profundis –una excelente directora de una de las mejores referencias del medio coral uruguayo–, nos había recomendado para un evento privado en febrero, que no nos podía decir bien para qué era. El comienzo de la charla fue una negociación para un evento que no sabíamos cuál era.

EC —Ah, con misterio total.

RF —Sí, sí. Incluso yo les pregunté muy ingenuamente a todos en el coro si podían tener una actuación el 16 de febrero. Claramente yo no había trazado la línea por los puntos, el coro empezó a dudar, yo no lo quería creer tampoco. Al fin y al cabo, ya a las cansadas, la productora me mostró una partitura de lo que teníamos que cantar y arriba a la derecha decía que la canción era de Jagger/Richards. En ese momento nos dimos cuenta y… no lo podíamos creer.

EC —¿Cuándo fue eso?

RF —Alrededor de diciembre…

EC —Aclaremos que estos conciertos de los Stones tienen ese momento previsto en el programa. En esta gira está ocurriendo eso, que esta canción la cantan en cada lugar con el acompañamiento de un coro local.

RF —Exactamente.

EC —Eso fue lo que ustedes aprovecharon como base, tuvieron que empezar a ensayar revisando los videos, ¿no?

RF —En un principio simplemente teníamos la partitura, después, como para ganar tiempo de trabajo, empezamos a mirar videos para ver cómo se movían el coro y los directores, porque si bien está todo bastante pautado en realidad tenemos poco tiempo en escena como para trabajarlo, entonces queríamos hacerlo desde antes. Vichamos un poquito lo que había pasado en Chile y en Argentina, aprovechando también que esta no era la primera fecha de la gira por Sudamérica.

EC —Hablando con Paula, una de las integrantes del coro, ella decía: “Sí, estaba todo bien, teníamos todo ensayadísimo, pero la gran duda era si en la tarde, antes del concierto, íbamos a poder encontrarnos con los Stones. Ensayar nada más que con otros integrantes del grupo, que nos mandaran al escenario de una y, por lo tanto, verlos ahí mismo, podía ser una experiencia demasiado fuerte, una especie de estrés que nos hiciera cantar mal”. Había un nervio por ese lado.

RF —Probablemente el nervio mayor era ver si de verdad eran reales y poder tener esa instancia y decir: Sí, son ellos, estamos acá y tenemos que cantar para ellos. Fue una experiencia muy íntima, estábamos ahí en un cuartito de tres por tres, ellos estaban de un lado y nosotros enfrente, a un metro, Mick dejó de tocar la guitarra y se puso a filmarnos mientras cantábamos… Ellos nos dieron como mucho aliento, quedaron encantados, les hicimos unos regalos, nos aplaudieron, nos hicieron correcciones y seguimos trabajando. Fue muy lindo, la verdad. Ayudó mucho a terminar de creerlo: ellos son los Rolling Stones, estamos en su concierto y vamos a ser parte, durante los ocho minutos que dura la canción, de una de las bandas más grandes de la historia del rock.

EC —Y cuando llegó el momento, cuando subieron efectivamente, ¿qué tal?

RF —Esa es una sensación indescriptible. Como director de coro y también como coreuta uno está acostumbrado a cantar, como mucho, para 500 personas, que ya es un gran público. Salir ayer y ver el Estadio Centenario lleno es algo impensado, una sensación que te quita el aliento… ¡Los nervios!, a mí me temblaban las manos, en un momento me puse a dirigir temblequeando.

EC —¿Quedaste conforme tú, como director?, ¿cómo se portaron las voces?

RF —Sí, bien de bien, hicimos ensayos muy exhaustivos y por suerte pudimos lograr lo que queríamos. Sirvió mucho para el grupo, para empezar el año trabajando a full de una manera muy profesional, y también estar ahí, vimos la primera mitad del show, fue increíble… Creo que nos vamos a dar cuenta dentro de un mes, cuando caigamos, de lo que fuimos parte, y no lo vamos a poder creer. Nos va a llevar un rato procesarlo del todo.

EC —El video ese queda grabado para siempre, ¿no? Incluyendo el agradecimiento al final de Mick Jagger, que hizo uno de sus grandes esfuerzos para hablar en español para decir el nombre del coro en español.

RF —Sí, sí, en el backstage Mick probó decir nuestro nombre y fue bastante divertido, después se animó a decirlo en público frente a todos. Para nosotros fue un honor, algo increíble, no hay palabras que puedan describir ese momento, más que nada par aun colectivo coral que es muy joven, todavía no cumplimos cinco años de vida –lo haremos el 1º de marzo–, y estamos en un lugar en el que nunca se nos había ocurrido estar. Así que simplemente dar las gracias…

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Transcripción: Andrea Martínez

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