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Residentes de Hogares Estudiantiles reclaman por corte de apoyos del INDA

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Estudiantes universitarios de bajos ingresos denuncian que el Instituto Nacional de Alimentación les retiró la ayuda que recibían en forma de canastas de comestibles; el organismo lo niega y dice que está analizando el mejor mecanismo para brindar el servicio.

EN PERSPECTIVA
Jueves 11.02.2016

Alumnos de la Universidad de la República (Udelar) que viven en Montevideo en hogares estudiantiles municipales denuncian que el Instituto Nacional de Alimentación (INDA) decidió dejar de apoyarlos con la entrega de comestibles. Del otro lado, representantes del organismo aclaran que la situación es pasajera y se debe a que se está estudiando cuál es “la mejor manera” de brindar apoyo en cada caso y optimizar los recursos.

La sorpresa de los residentes

Según explicaron a En Perspectiva estudiantes de los hogares de la Intendencia de San José, hasta el año pasado estos alojamientos –gestionados por los Gobiernos departamentales y que reciben a jóvenes que emigran a la capital a cursar sus estudios terciarios– accedían a canastas de comestibles del INDA que eran compartidas entre todos los residentes de cada local. Estas canastas incluían, entre otros elementos, harina, azúcar, aceite y lentejas.

Las cosas cambiaron en diciembre pasado, cuando un comunicado enviado por el INDA a las intendencias informó que, “en virtud de la reformulación” de las estrategias alimentarias que está realizando el organismo, se cambiará la modalidad de apoyo a los estudiantes de bajos recursos que residen en esos hogares. La circular establece que, para acceder a la ayuda del INDA, los beneficiarios deberán provenir de familias que viven bajo la línea de pobreza y además cursar estudios terciarios no universitarios, categoría que engloba solo a quienes asisten al Instituto de Profesores Artigas (IPA) o a la UTU.

Los jóvenes afectados destacan que hasta 2015 el apoyo del INDA también contemplaba a los universitarios, que con este nuevo criterio se quedan sin la asistencia alimenticia. Más del 90% de los estudiantes de estos alojamientos son, de hecho, universitarios, afirmaron desde los hogares de la Intendencia de San José.

Los alumnos que no reúnen las condiciones dispuestas y necesitan apoyo deberán pedir una beca en el Servicio Central de Bienestar Universitario (SCBU), el centro de servicios sociales de la Universidad de la República (Udelar) que trabaja en las áreas de la salud, alimentación, cultura y deporte, entre otras, y otorga en total unas 2.500 becas. Estas becas habilitan el acceso a los comedores universitarios, donde abonando un ticket de $15 por comida y por persona se brinda almuerzo y cena especialmente diseñados por nutricionistas. Según la página web del SCBU, estas comidas se sirven en dos comedores y en cantinas de algunas facultades.

INDA busca ajustar estrategias y optimizar recursos

El director del INDA, Gerardo Lorbeer, explicó a En Perspectiva que no se trata de un recorte del beneficio, sino que el organismo está analizando cuál es “la mejor manera” de brindar ayuda a esa población específica que no cuenta con el apoyo de Bienestar Universitario. En este sentido, explicó que existen “múltiples instrumentos” para colaborar con los estudiantes, que no necesariamente consisten en la entrega de alimentos, entre ellos las tarjetas del INDA, y que se debe establecer cuál es más apropiado.

(Audio Lorbeer)

En definitiva el espíritu de nosotros no es cortar el servicio sino optimizarlo para qué es lo que les sirve más a estos gurises, si es en un lugar en que puedan elaborar y puedan elaborar en conjunto colectivamente o también que les dé la libertad para tener un apoyo alimentario nutricional mientras hacen su tarea de estudios, que no les impida hacer otras actividades y estando atados a un lugar para ese complemento alimentario

(Fin audio)

Lorbeer explicó que el sistema que funcionaba hasta el momento tenía deficiencias, por ejemplo en términos de controles. El INDA definía la cantidad de alimentos en base al número de estudiantes que tenía un centro al comenzar el año pero a medida que avanzaban los meses esa cifra cambiaba, por lo general descendía, y sin embargo se seguía dando el mismo apoyo.

(Audio Lorbeer)

Los controles para nosotros no eran sencillos. No sabíamos muchas veces justamente en el correr del año cuál es la fluctuación de estudiantes a quienes estábamos apoyando. Por lo tanto, se está reviendo y creo que la solución no es tratar igual a todos, sino justamente le mandamos la circular a cada una de las intendencias para que ellos nos indicaran qué tipo de controles, qué tipo de estructuras pueden tener para elegir un instrumento u otro

(Fin audio)

En este sentido, el director del INDA remarcó que cada hogar tiene sus propias características, por ejemplo en términos de infraestructura, y que la ayuda que brinde el organismo debe atender esas singularidades. Algunos centros, sostuvo Lorbeer, no presentan las condiciones mínimas necesarias para la conservación y elaboración de alimentos, e incluso se da el caso de déficit en materia de higiene. Por esa razón, el INDA pidió la información a las intendencias responsables de los hogares y en base a las respuestas rediseñará sus estrategias.

Estudiantes reclaman explicaciones

Mientras tanto, los estudiantes están preocupados por el perjuicio que ya en el corto plazo les ha provocado la decisión adoptada por el INDA. Sucede que hasta el año pasado los jóvenes compartían en los hogares los alimentos que el organismo enviaba. Ahora, al disponerse que este beneficio se otorga específicamente a quienes están bajo la línea de pobreza y cursan estudios terciarios no universitarios, los alumnos de la Udelar solo tendrán la opción de concurrir a los comedores de Bienestar Universitario, una alternativa que no les convence.

En primer lugar por el tiempo que deberán dedicar a los traslados, lo que, suponen, hará que varios de ellos directamente no vayan a los comedores y terminen comiendo poco y mal. Pero además, incluso si deciden concurrir a los comedores, se encontrarán con otros inconvenientes. Así lo explicó Lucía, de uno de los hogares gestionados por la Intendencia de San José:

(Audio estudiante)

Bienestar Universitario tiene dos comedores pero actualmente funciona uno solo, que está ubicado frente al Estadio Centenario. Por lo tanto, no queda de fácil acceso a todos los estudiantes. El horario que tiene el comedor es de 11.30 a 14.00. Y a mucha gente le resulta imposible asistir al mediodía por el tema de los horarios de Facultad”.

(Fin audio)

El otro comedor universitario, ubicado frente al liceo IAVA, cerró por reparaciones a mediados de 2015, según los estudiantes, y todavía no se sabe si volverá a funcionar. Por ese motivo, agregó Lucía, el comedor cercano al estadio está “saturado”.

En función de estas inquietudes, los estudiantes de los hogares de San José redactaron una carta en la que solicitan al INDA que restituya la entrega de alimentos y exigen una explicación del cambio de política.

(Audio estudiante)

No nos dieron ni un motivo ni una solución porque específicamente la carta que nos enviaron decía que en el correr del año se iba a otorgar una solución a esto, pero tampoco te dan una solución concreta en el momento. Decidieron sacar la canasta pero sin darnos ni una explicación ni una solución”.

(Fin audio)

¿Qué son los Hogares Estudiantiles Municipales?

Los Hogares Estudiantiles Municipales son residencias gestionadas por las Intendencias del interior del país –y una por Montevideo– que ofrecen alojamientos a jóvenes provenientes de sus departamentos. Según un relevamiento realizado por el suplemento Qué Pasa del diario El País en 2013, cerca de 800 estudiantes vivían en ese momento en este tipo de hogares, algunos gratuitos y otros con cuotas de entre $ 300 y $ 2.000, que son más bajas a lo que pagarían por cualquier alquiler en la capital. Algunos de estos estudiantes también reciben becas de las intendencias para hacer frente a los gastos en la Udelar.

En Montevideo hay hogares de 16 departamentos, todos salvo Salto, Maldonado y Canelones. La mayoría son mixtos aunque algunos tienen dos locales, divididos por género, como ocurre en los casos de Lavalleja y Tacuarembó.

En algunos hogares los estudiantes permanecen desde que comienzan la carrera hasta que la terminan. Otros establecen períodos de permanencia más cortos, por ejemplo de un año, para que los jóvenes se familiaricen con la ciudad pero luego dejen sus lugares a recién llegados.

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Foto en Home: Comedor universitario del Servicio Central de Bienestar Universitario de la Universidad de la República. Crédito: Servicio Central de Bienestar Universitario/bienestar.edu.uy

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