Vania destaca la vandalización y el descuido en el paseo de Pocitos, a tres años de su reapertura.
Les mando este correo porque escuché las notas de Rosario cuando se inauguró el nuevo Kibon.
Hoy, con pesar, vi que dos nuevas luminarias de la vuelta sobre la rambla habían sido vandalizadas. A comienzos del año pasado, cuando el problema era con dos, hice el reclamo en el Municipio CH, donde muy amablemente derivaron mi reclamo a Alumbrado Público en la Intendencia. Yo ya había ingresado el reclamo por la falta de esas dos luminarias en ese servicio, a través del portal de la Intendencia. Pero nunca dieron respuesta, ni tampoco las arreglaron o, si el servicio está tercerizado, las hicieron reparar.
Hoy encuentro que otra luminaria está caída en el pasto (sería la cuarta y falta una tercera), o sea que hay un total de cuatro faltantes.
Esto se agrega a la mugre campante en la zona: bolsas, papeles, excrementos de perro y el olor a podrido que viene de la planta de proceso de aguas servidas, que cuando hay viento norte se vacía y es insoportable.
Igualmente tengo que resaltar que se pusieron unos cordones para los ómnibus, y ahora la vereda de la terminal está más despejada. Por cierto, la terminal allí es algo insólito, y el carro de chorizos allí instalado cuida poco y nada su espacio circundante.
Les adjunto algunas fotos, pero me gustaría que pudieran ir y ver la situación, y ver qué podemos hacer para que se mantenga ese espacio.
Vania Acuña, Pocitos
Vía correo electrónico
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