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Entrevista con Diego Labat, miércoles 22 de julio

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Entrevista con el economista Diego Labat, representante de la oposición en el directorio de Ancap.

EN PERSPECTIVA
Miércoles 22.07.2015, hora 8.16

EMILIANO COTELO (EC) —Desde la hora 0 de hoy rige un aumento promedio de 6 % en el precio de los combustibles, que, según explicó el directorio de Ancap, responde al mantenimiento del precio del crudo y del Imesi (impuesto específico interno), y al aumento que ha tenido el tipo de cambio, de 12,35 %, desde el último ajuste.

Las naftas aumentaron 7,1 %, la Premium cuesta ahora $ 45,10 el litro, mientras que la Súper quedó en $ 43,50. El gasoil subió 5 %, pasando a costar $ 39,60 la variante 50-S y $ 50,40 la variante 10-S. El kilo de supergás aumentó 6 %, pasó de $ 33 a $ 35, mientras que el litro de queroseno se mantuvo en $ 30,80.

La resolución del directorio de Ancap no contó con el voto del representante de la oposición, el economista Diego Labat, del Partido Nacional.

¿Por qué no votó este incremento? Vamos a averiguarlo con él.

ROMINA ANDRIOLI (RA) —¿Cómo se dio la discusión en el directorio a propósito de este aumento?

DIEGO LABAT (DA) —Se plantearon una serie de aspectos, que ustedes recién mencionaban, de cambios en algunas variables. Yo básicamente entendí que no correspondía acompañar porque todos conocemos la discusión que se dio hace 15 o 20 días sobre el proceso que ha tenido Ancap en los últimos años, los resultados negativos, los distintos déficits. Entonces 15 días después de que se conoce todo este proceso, de que sale a luz, arreglarlo con un aumento de combustibles no parecía lo adecuado. Esa es la primera razón que me llevó a no acompañar esto.

Después tengo otras razones más de fondo, ya más de números, que son las que quizás me importan más, que tienen que ver con los niveles de precios que se manejan hoy y con los que Uruguay compite.

RA —Vamos a los números. La paramétrica que Ancap había tenido en cuenta hasta ahora, hasta hoy concretamente, cuando comenzó a regir esta suba, manejaba un barril de petróleo a US$ 60 y un dólar a $ 24,30. La crónica del diario El Observador de hoy dice que el precio contemplado del barril en pesos era de $ 1.458, pero que en mayo-junio esa paramétrica tuvo un desfasaje importante: el precio del dólar en promedio fue de $ 26,573 (más de dos pesos por arriba) y el petróleo se encareció casi $ 3,5, porque el promedio de ese período fue de US$ 63,57. Esto hizo que efectivamente el costo del barril de petróleo en pesos para Ancap fuera de $ 1.689, en lugar de los $ 1.458 de la primera paramétrica.

¿No era imprescindible entonces hacer ese ajuste para contemplar esos aumentos y para no llegar al año que viene arrastrando esos desfasajes de este año?

DL —Está bien, es así, esos números están bien. También cabe agregar que en enero las referencias de la paramétrica daban 40 % menos y la rebaja fue de 3 %. La referencia de Ancap que rigió durante 2014 era $ 2.193 [el barril], esos $ 1.458 son 40 % menos [que $ 2.193], y la rebaja que se dio fue de 3 %.

Entonces los criterios están bien, pero hay que usarlos siempre. Esa es la principal argumentación.

Esa referencia que había bajado 40 % ahora volvió a subir en el entorno de 15 %. Pero si uno suma el 3 % de la baja de enero y el 6 % de ahora le da un 3 % de suba, cuando en realidad la anterior referencia estaba casi 30 % abajo. Hay que mirar los números en el largo plazo o en el mediano plazo. Por eso le decía me parece que esto tiene más de convalidar o ajustar los problemas que ya discutimos que de seguir la paramétrica. No podemos usar la paramétrica solo cuando nos sirve.

Un elemento más. Me parece que tenemos que empezar a razonar de otra manera en el tema de los ajustes. En estos días se ha discutido mucho sobre si la paramétrica incluye todos los elementos. Pero tenemos que entrar a mirar cuán competitivos son nuestros precios. Eso es lo que nos va a dar si podemos incurrir en determinados costos, en vez de hacer al revés, incurrir en los costos y después pasarlos a precios. Con estos precios que empiezan a regir hoy el gasoil en Uruguay pasa a estar 46 % en dólares encima del precio promedio de Argentina, Brasil y Chile.

RA —Pese a que el gasoil ajustó menos en este caso.

DL —Ajustó menos. Pero hoy el gasoil, con el tipo de cambio del cierre de ayer y este nuevo precio, cuesta US$ 1,44 en Uruguay, mientras que en Argentina vale US$ 1,23, en Brasil US$ 0,88 y en Chile US$ 0,85. Eso le da un promedio de 46 % más. Entonces, ¿cómo puedo sostener precios que estén tan por arriba de los de la región sin perjudicar la competitividad de los productores y del consumidor final?

RA —¿Y qué propone para contemplar ese problema de competitividad que ha quedado planteado por el lado de los costos del gasoil?

DL —Creo que lo primero que hay que hacer es implementar algunas de las medidas que se han estado conversando, que se han empezado a mirar en el directorio de Ancap, aunque en ejecución prácticamente no hay ninguna. Hay que empezar a ejecutar ya las rebajas de costos que se han mencionado en estos días. Y creo que pasa por algunas cuestiones fiscales también. En enero se subió adicionalmente 4,75 % por la suba del Imesi, hay una serie de cuestiones fiscales que deberían ayudar por lo menos a dar una señal en el otro sentido, no que arreglamos todo lo que pasa metiendo precios.

RA —Usted dice que Economía debería sacrificar algo de recaudación fiscal por el lado de los combustibles para atender esta situación.

DL —Sí. Quizás en enero la situación era como para subir el Imesi –el Imesi vale para la nafta, no para el gasoil–, pero son niveles impositivos muy altos, los precios que tenemos son muy altos en comparación con los de la región.

RA —Además de las razones de pertinencia en materia de tiempos –luego de que se conocieron los balances de Ancap– y este tema de competitividad, ¿hay alguna otra razón, algún otro elemento que usted haya contemplado a la hora de no aprobar esta suba de los combustibles?

DL —No, como le decía, primero, no convalidar el proceso anterior, y segundo, la competitividad, que creo que es el argumento de fondo y el que más importa. Lo demás sería una anécdota, una anécdota mía. Creo que lo más importante es el tema competitividad, me parece que estos precios ya están en niveles más allá de lo que el país puede tolerar.

EC —Después de esta discrepancia en esta votación, ¿qué pasa de ahora en adelante? ¿Cómo sigue la gestión de Ancap y cómo sigue la relación oficialismo-oposición en ese directorio?

DL —La relación es muy correcta, nosotros vamos a seguir trabajando. De hecho, como le decía, hay algunos grupos trabajando en intentar encontrar algunas reducciones de costos, en los cuales estoy participando junto con integrantes del oficialismo. Estamos trabajando intentando lograr que esas cosas se empiecen a encarrilar y empezar a dar señales, sobre todo en el tema gastos, que hagan que se pueda revertir este déficit. Creo que son caminos independientes lo que se sigue hacia delante y lo que pasó para atrás.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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