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El libro de Jorge
Verbos: Mover y conmover

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Traducciones del alemán

Verbos: Mover y conmover

Se ha observado que las relaciones de posición no son constantes entre los trozos de materia que ocupan el espacio.

Los cambios de distancia entre las cosas son llamados “movimientos”; y el tránsito de un lugar a otro, “mover”.

No es tarea sencilla precisar cuándo algo se mueve o se conmueve.

Si una hormiga mantiene sus patas en posición determinada está quieta para el mundo, aunque gire vertiginosamente llevada por la rotación del planeta Tierra, por su traslación y otros movimientos cósmicos o subjetivos de alta velocidad. Decir pues que una hormiga está quieta es un hecho local, folklórico, una comprobación a nivel de provincia.

Sucede también que una hormiga, en medio de su raudo vial sideral inmóvil sobre la corteza terrestre puede alternar sus extremidades –venciendo en cada apoyo la fuerza de la gravedad– y si su habilidad combinatoria es suficiente para tal gimnasia, el animal se desplaza mínimamente (en cuyo caso, el fenómeno se denomina ‘‘caminar’’).

Todo camine implica pues la modificación del cuadro de relaciones situacionales con respecto a los elementos constantes del entorno, y así se dice, con ajustada precisión, refiriéndose a la hormiga: entra o sale del hoyo denominado hormiguero, trepa por la pared, avanza por la senda marcada en el césped, se agita en confusión (hormiga loca) corriendo desordenadamente entre la multitud de otras hormigas semejantes, según las reglas del caos ordenado; como si la población entera del hormiguero, en presencia del azúcar derramado, fuera gas de hormiga rebotando movimientos brownianos sobre las baldosas coloradas de la cocina.

Los recorridos descritos por cada hormiga loca cuando se endulza una superficie plana, repiten en su trazado conjunto el dibujo de los pétalos de una rosa, de donde Hamelin, Albert (1782—1830) dedujo su teoría sobre las fuerzas magnéticas, demostrándola admirablemente con las limaduras de hierro y el imán, y con la conducta de los adulones que rodearon a Napoleón.

Como es dable apreciar, los cambios en las relaciones de posición pueden ser más complejos que el simple camine y comprender el ascenso (véase: volar) o el desaliento (véase: Barranca abajo).

Los movimientos, asimismo, pueden ser muy sutiles, como sucede con el aire que cuando entra en sí mismo, sin salir de ningún lado, se llama “viento”. En esta parte nuestro conocimiento sobre el mover es bastante dudoso y transeúnte (véase: Tiempo coma Pronóstico del).

Los movimientos intrínsecos, por otra parte, constituyen una incógnita aún más imprevisible; escapan a toda medición, puesto que se trata de movimientos que no cambian de lugar el objeto movido.

El más conocido de los movimientos intrínsecos es el llamado “estremecimiento”, y puede observarse en el tornasol del buche de la paloma, en el sabor del vinagre y en los violines y otros instrumentos de cuerda cuando se refieren a un bien perdido (véase: Albinoni, Tomaso contra el Adagio).

Hay también formas referidas al verbo mover. Aún más internas e independientes son las llamadas “formas del estremecimiento constante” que algunos autores radican en las inmediaciones del corazón.

Frente a un sujeto sometido a un temblor continuo de segundo grado, o por emoción, se hacen inútiles el teodolito que mide ángulos topográficos, el microscopio electrónico y las reacciones químicas del azul de metileno.

Por esto, María Julia, pienso en los peligros de acechar inmóvil tras una puerta y mirar y ser vista y a lo mejor temblar en las horas de la madrugada, secretamente, como sucede con la rama de cerezo en flor cuando deja caer una gota del rocío acumulada y queda en el aire vibrando, estremecida, como esa larga nota de violín que dice y dice: “Oh dulces prendas por mi mal halladas”.

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El libro de Jorge es el blog de Carlos Maggi en EnPerspectiva.net. Actualiza los viernes con uno de los textos de El libro de Jorge, volumen que editó originalmente el Club del Libro del programa radial Discodromo en agosto de 1976.

El próximo viernes 27 de noviembre publicaremos, de las Traducciones del alemán, Objeto: Ciudad.

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