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¿Por qué a mí?
De película (distópica)

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Por Carol Milkewitz ///

En el cine todo está pensado para que resbales y caigas. Subís los escalones a oscuras mientras buscás tu asiento y, cuando ya te acomodaste, viene una señora a sacarte diciendo que es de ella. Te levantás y volvés a pisar a cada uno de la fila en el mismo pie donde ya los habías pisado.

Todo fluye: abrigo, billetera, llaves, maní con chocolate. Todo se desliza para el asiento del de adelante. ¿Por qué el celular es tan resbaladizo? ¿Quién creó ese material? Ya es hora de inventar el celular corrugado. Es más, tendría que tener gusto a frutilla para encontrarlo por olfato.

En las películas de terror siempre te encajan a una nenita angelical para que digas "ay, qué lindo, algo puro", y al segundo la degüellan. O un paisaje de campo, con una vaca… que después se transforma en un alien que sale a matar a todos.

Ojo con la promo del pop y el refresco: ¡es una trampa! El pop se te pega en el pelo y siempre viene con esas semillas duras, que no tienen ninguna función salvo ocasionar tu posible muerte, o en el mejor de los casos partirte una muela. El vaso gigante lo hacen con el único objetivo de que vayas al baño y te pierdas la mitad de la película, así pagás la entrada dos veces. Ese es el verdadero "2 x 1″.

Pero lo más lindo del cine es compartir, pasar un rato con un ser querido. ¡Mentira! Mirás la pantalla y ni le hablás al que fue contigo. Después van a comer y el tema de conversación, obvio, es la película: no te enterás ni qué es de su vida. Una cita ideal para los antisociales.

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¿Por qué a mí? es el blog de humor de Carol Milkewitz. Actualiza los viernes.

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