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Inflación se mantuvo por encima de 10 % en los últimos 12 meses: Análisis y perspectivas

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Ayer el Instituto Nacional de Estadística informó que en abril el IPC subió 0,46 %. Con ese registro, la medición anual de inflación se ubicó en 10,5 % el mes pasado, superando el 10 % por tercer mes consecutivo. Análisis del economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

Análisis económico
Jueves 05.05.2016

El Instituto Nacional de Estadística informó ayer que en abril el Índice de Precios del Consumo (IPC) subió 0,46 %. Con ese registro, la medición anual de inflación se ubicó en 10,5 % el mes pasado, superando el 10 % por tercer mes consecutivo. Vamos a analizar estas cifras, vamos a discutir perspectivas para los próximos meses, y estamos con el economista Pablo Rosselli, de Deloitte.

EMILIANO COTELO (EC) —Pablo, las cifras de abril volvieron a marcar una inflación anual superior a 10 %… ¿Qué lectura hicieron ustedes de este dato que se conoció ayer?

PABLO ROSSELLI (PR) —El registro concreto de abril de 0,46 % estuvo muy en línea con lo que teníamos proyectado (que era justamente de una inflación de 0,5 % en el mes), con lo cual ya estábamos esperando que la inflación se mantuviera por encima de 10 % en términos anuales. Como venimos comentando desde febrero, cuando se conoció que volvíamos a tener una inflación de dos dígitos, en las circunstancias actuales parece muy difícil que la inflación baje significativamente este año y las cifras de estos últimos meses nos siguen confirmando que las presiones de precios son realmente muy firmes.

EC —Pablo y como fue el comportamiento de los distintos precios al interior de la canasta, ¿Vimos algún elemento puntual a destacar en este último mes?

PR —No hubo ningún elemento muy particular. Tuvimos sí una nueva suba de los precios de las verduras (que vienen teniendo alzas importante desde inicios del año) y a nivel de los precios administrados estuvo el efecto del ajuste de los peajes y del taxi y el impacto remanente del aumento del boleto (que comenzó a regir a mediados de marzo y entonces tuvo incidencia también en el registro de abril), pero más allá de esos elementos puntuales, nuestra medición de inflación subyacente (que no contempla ni los precios de las frutas y verduras ni los precios administrados) se ubicó en 10,6 % en los últimos doce meses. Y al interior de la canasta, estamos viendo subas de precios muy persistentes y generalizadas, tanto a nivel del componente transable (el más directamente vinculado al dólar), en dónde la inflación en los últimos doce meses se ubicó en 9,5 %, como a nivel de los precios no transables, en los que la inflación anual sigue firme por encima de 11 %.

De hecho, en los doce meses a abril, casi el 60 % de los rubros que componen la canasta del IPC acumula una suba de precios de más de 10 % y más del 68 % presenta un incremento anual de precios de más de 9 %.

Eso a nuestro juicio ratifica de algún modo el diagnóstico que venimos manteniendo desde hace meses… que es que la suba de la inflación no sólo tiene que ver con el aumento del dólar visto desde 2014 sino que estamos viendo presiones firmes también desde el lado de los costos domésticos, con salarios que están marcando incrementos nominales de más de 11 % en términos interanuales y ajustes de tarifas que comenzaron también a ser más importantes este año ante las mayores restricciones fiscales.

EC —Con ese diagnóstico, entonces, ¿cuáles son los pronósticos de inflación para los próximos meses?

PR —Cómo decía recién, en las condiciones actuales vemos poco espacio para que la inflación ceda de forma muy significativa… Concretamente, nuestros modelos están arrojando un pronóstico de inflación entre 10 % y 11 % este año. Más allá de que estamos en semanas de debilitamiento del dólar en el mundo, seguimos pensando que al menos durante este año y el próximo el dólar en el mundo se va a mantener como una moneda fuerte y por lo tanto en nuestro país deberíamos seguir viendo una tendencia de suba del tipo de cambio… Uruguay sigue estando caro en dólares y la actividad económica ya no está creciendo, con lo cual es imperativo que sigamos corrigiendo nuestros precios relativos.

A la previsible suba del dólar se agrega que los nuevos convenios salariales están derivando en ajustes algo más moderados que en rondas anteriores pero con subas nominales que se mantienen (al menos en el primer año de los nuevos convenios) en los dos dígitos. Y finalmente, el gobierno ya no tiene margen fiscal para contener tarifas. De hecho, en los últimos doce meses los precios administrados acumulan una suba de casi 9 % en promedio.

En definitiva, Emiliano, desde nuestra perspectiva y como hemos comentado varias veces, en el escenario actual la política económica tiene muchas restricciones y ante tensiones de objetivos cada vez más intensas nos parece difícil que la inflación ceda de forma relevante en el corto plazo.

EC —Pablo, ante esas mayores restricciones, en las últimas horas han surgido desde algunas fracciones del Frente Amplio nuevos planteos que apuntan a avanzar en un esquema de “precios regulados”… También hay planteos en esa dirección desde el PIT-CNT. ¿Cómo ven ustedes el uso de este tipo de alternativas como parte del combate a la inflación?

PR —La verdad es que varias veces hemos señalado que a nuestro juicio los controles y acuerdos de precios no tienen efectos en la dinámica inflacionaria…

Las propuestas de estos días no nos cambian nuestra visión. Vemos problemas de incentivos para participar y problemas de sustancia en el planteo…

EC —¿Cómo es eso, Pablo? ¿A qué te referís con problemas de incentivos?

PR —Simple… El planteo de regular los precios que surgió estos días desde el Partido Socialista parece muy difícil de implementar. Según se señaló se trataría de un programa “de ingreso voluntario” pero “cumplimiento obligatorio”. En principio, vemos pocos incentivos para que una empresa elija voluntariamente entrar en un esquema que le supondrá nuevas obligaciones que cumplir en relación a la determinación de  sus precios de venta por un período largo de uno o dos años (como se está planteando) y obligaciones de informar sus costos (información que siempre es muy sensible para las empresas).

Por eso decía que no vemos incentivos para que haya un número relevante de empresas participando de un esquema de este tipo…

EC —Decías también que había temas de sustancia… ¿A qué te referías con eso?

PR —A lo siguiente. El esquema planteado apunta no a congelar los precios por un período relativamente corto (como los acuerdos de precios anteriores), sino a que las empresas se comprometan a ajustar los precios en función de la evolución de los costos… Para eso, justamente, es que se piensa que las empresas deberían dar información exhaustiva sobre sus costos.

El problema con ese planteo es que implícitamente quienes lo concibieron asumen que los precios hoy por hoy están evolucionando sistemáticamente por encima de los costos… Dicho de otro modo, se supone que detrás de la persistencia de la inflación hay un aumento sistemático de los márgenes de ganancia de las empresas.

Sin embargo, la inflación se explica por el aumento de los diversos costos que tienen las empresas, costos asociados al dólar, a las tarifas, a los salarios… No hay un solo elemento (un solo “culpable” entre comillas), pero todos esos elementos empujan los costos de las empresas y por tanto luego empujan los precios. Hay que tener presente que en el último año el dólar acumuló un aumento de casi 20 %, los salarios acumulan una suba de más de 11 % y varias de las tarifas públicas han tenido incrementos en torno de 10 %… Y esos son los principales determinantes de los costos de las empresas.

EC —¿Y cómo están seguros de que los márgenes de ganancia no juegan ningún rol?

PR —No podemos afirmar con certeza que no juegan ningún rol… A lo mejor tienen alguna incidencia… lo que sí podemos decir es que no juegan un rol relevante…

¿Por qué? Por lo siguiente… Desde el punto de vista teórico, hay bastante acuerdo en la profesión de que la inflación, entendida como el aumento sistemático y repetido de los precios, no se puede explicar por márgenes de ganancia sistemáticamente crecientes… Los márgenes pueden subir en algún momento y provocar alguna suba de precios pero para explicar subas sistemáticas de precios de este modo tendríamos que decir que los márgenes de las empresas suben sistemáticamente… Cada vez ganarían más… Y ese proceso de ganancias crecientes tiene límites.

Al margen de ese argumento teórico y yendo más a la evidencia empírica, nuestros modelos de inflación explican la suba de precios en función del dólar, los salarios, las tarifas y los precios internacionales… En nuestros modelos no juega ningún rol el margen de ganancia de las empresas (sencillamente porque no lo podemos observar ni medir)… Y pese a que no juega ningún rol (lo que quiere decir que implícitamente se asume que el margen de las empresas no cambia a lo largo del tiempo), nuestros modelos explican enteramente la dinámica inflacionaria y nos permitieron proyectar razonablemente bien que íbamos a ver inflaciones de dos dígitos este año. Si la mayor inflación obedeciera a más márgenes de ganancia, no la habríamos anticipado y nuestros modelos estarían diciendo que los precios tendrían que ser más bajos… Y eso no está pasando.

Y, ratificando este punto, en nuestra última encuesta de expectativas empresariales, más del 50 % de los empresarios señalan que la rentabilidad de sus empresas bajó en el último año y casi 40 % dice que quedó igual…O sea que son sólo el 10 % los que indican que mejoró la rentabilidad de su empresa.

Lógicamente, los más escépticos podrán sostener que esta última medida carece de valor porque proviene de lo que responden las propias empresas… Sin embargo, si las empresas estuvieran ganando cada vez más dinero, probablemente estarían produciendo más e invirtiendo más… Esa es la respuesta usual de las empresas a buenas condiciones de buena rentabilidad… Y sin embargo lo que estamos viendo es que la producción está estancada y la inversión privada está cayendo… típicos indicadores de que la rentabilidad de las empresas no es adecuada.

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Foto en Home: Supermercado de Montevideo, foto ilustración. Crédito: Javier Calvelo/adhoc Fotos.

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