A. Económico

Las existencias ganaderas caen a los menores niveles en varias décadas

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Los stocks ganaderos cayeron fuertemente en el último año. Concretamente, las cifras de DICOSE publicadas la semana pasada, dan cuenta de que, al 30 de junio de este año, había en el país unos 400.000 vacunos menos que un año atrás y que, al mismo tiempo, las existencias ovinas cayeron en casi 230.000 cabezas, alcanzando un nuevo mínimo desde que se cuenta con estadísticas.

Emiliano Cotelo (EC): ¿Cómo se analizan estos datos? ¿Qué implicancias tiene esta caída de los stocks para la industria frigorífica local? Lo conversamos en seguida con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA) – Florencia, ¿cómo analizaron ustedes los datos de DICOSE divulgados la semana pasada? ¿Cuáles son los principales elementos a destacar de la evolución que tuvieron las existencias ganaderas en el último año?

Florencia Carriquiry (FC) – Como adelantaba Emiliano, las cifras marcaron una caída importante de los stocks ganaderos. A nivel de la ganadería vacuna, el stock se ubicó en algo más de 11.300.000 cabezas… cayó en más de 400.000 cabezas frente al año pasado. Y si comparamos con 2016, cuando se había alcanzado un pico de más de 12 millones de cabezas, la reducción es de más de 700.000 cabezas en 2 años.

En particular, se destacó este año la retracción del stock de novillos… en donde vimos caídas de 14%-15% tanto a nivel de novillitos de 1-2 años como en los novillos de más de 2 años. De hecho, según estos datos, el stock total de novillos cayó por debajo de los 2 millones… algo inédito… se trata de un nivel mínimo en los 44 años para los que tenemos estadísticas.

RA – ¿Cómo se explica esa caída de las existencias vacunas?

FC – Básicamente se explica por una extracción de ganado muy alta en el último año. Por un lado, la faena se mantuvo muy firme, en más de 2,3 millones de cabezas (apenas por debajo de los 2,4 millones que se alcanzaron en el ejercicio anterior). No podemos perder de vista que en estos dos últimos ciclos se faenaron entre 200.000 y 300.000 cabezas más que en el promedio de los seis ejercicios anteriores. Y a eso se sumó una exportación en pie extraordinariamente alta. En el ejercicio cerrado el 30 de junio pasado se exportaron en pie según datos del Ministerio unas 360.000 cabezas…un 37% más que en el ejercicio anterior… se trata de un récord histórico. Un 60% de ese total fueron terneros y un 33% adicional fueron animales jóvenes (novillitos y vaquillonas de menos de 2 años) … que esencialmente fueron exportados hacia Turquía.

Con lo cual, la extracción total alcanzó a casi 2,8 millones de cabezas y a eso hay que agregarle la mortandad, que supone habitualmente (y máxime en un año de malas condiciones climáticas) la pérdida de unos cuantos miles de cabezas adicionales.

En definitiva, Romina, las cifras marcan a las claras que la extracción de los últimos ciclos no encuentra reemplazo en los niveles de nacimientos que hemos estado viendo.

RA – Justamente eso iba a preguntarte. ¿Cuántos animales nacieron en el último año?

FC – Según las cifras de DICOSE, al 30 de junio se contabilizaron unos 2.760.000 terneros. Eso supuso un aumento leve, de poco más de 2% frente al año anterior. Seguramente los nacimientos hayan sido algo superiores, porque unos cuantos miles de cabezas se fueron seguramente en pie previo al conteo de DICOSE al 30 de junio, pero, en cualquier caso, si miramos las cifras de la última década el stock de terneros se ha mantenido con pocas oscilaciones entre los 2,7-2,8 millones de cabezas… el pico se alcanzó en 2014, cuando se contabilizaron casi 2,85 millones de terneros, pero esa cifra no logró sostenerse.

Y eso tiene que ver con que no estamos viendo mejoras significativas en los parámetros reproductivos. La tasa de procreo, que mide la cantidad de terneros destetados frente al stock de vacas de cría del año previo, se ha mantenido en los últimos años prácticamente sin cambios en torno del 64%, abajo incluso de los niveles de 67%-68% que se habían visto entre 2011 y 2014.

RA – Florencia y yendo a la ganadería ovina… Emiliano adelantaba que las cifras de DICOSE confirmaron también una contracción significativa de las existencias ovinas. ¿Podemos comentar esos datos?

FC – Sí. Según estos últimos datos, el stock ovino se ubicó en poco más de 6,3 millones de cabezas al 30 de junio de este año, lo que supone unas 227.000 cabezas menos que un año atrás (una caída de 3% aproximadamente). Tenemos la menor población ovina de la historia…

En el caso de los ovinos, estamos viendo una tendencia muy larga de retracción de los stocks, que lleva más de 2 décadas… A inicios de los años 90 había unos 25 millones de ovinos en el país… pero la expansión de la agricultura y de la forestación, fue quitando superficie a la ganadería y el principal perdedor en esa carrera fue la ganadería ovina…

Y la verdad es que esta tendencia difícilmente se revierta en el corto plazo… Incluso cuando los precios de la lana en el mundo están en niveles muy altos, el sector enfrenta varios desafíos en nuestro país… el acceso a mercados es una limitante y a nivel de campo el abigeato es un problema serio en este negocio.

RA – Está claro. ¿y qué implicancias tiene toda esta situación para la industria frigorífica? En los últimos días varios analistas del sector han advertido que esta evolución bajista de las existencias va a tener impactos en toda la cadena cárnica… ¿Cómo están viendo este tema?

FC – Sin dudas esta caída de las existencias genera preocupación a la industria frigorífica, porque inevitablemente, va a suponer una menor oferta de ganado disponible para faenar y una restricción relevante no sólo para crecer sino incluso para mantener los niveles de actividad de este último tiempo.

Y esto se da además en medio de un contexto regional que plantea desafíos y presiones adicionales al sector, porque aun cuando la demanda mundial de carne se mantiene firme y los precios en el mundo están en niveles altos, las fuertes devaluaciones que estamos viendo en los países vecinos suponen un contexto competitivo cada vez más duro para la industria local… Argentina, Brasil y también Paraguay están en condiciones de competir en el mundo a precios menores, porque sus costos son sustancialmente más bajos. Para poner alguna cifra, pensemos que el novillo gordo en Argentina hoy cotiza en torno de US$ 1,30 por kilogramo en pie y en Brasil (si miramos la referencia de San Pablo) se ubica abajo US$ 1,10 por kilogramo en pie. Son valores muy inferiores a los US$ 1,60-US$ 1,70 por kilo en pie que tenemos en actualmente en nuestro país.

Y, por otra parte, Romina, los datos de DICOSE marcaron que junto con la caída del stock estamos viendo una superficie de pasturas y verdeos récord desde que se tienen datos. Y eso puede verse como una oportunidad, pero también como una amenaza para la industria frigorífica.

RA – ¿Por qué decís eso, Florencia?

FC – Porque en el corto plazo esa mayor disponibilidad de forraje supone para los productores ganaderos mayor capacidad de retener ganado en los campos, para sostener precios altos. Y eso, en medio del contexto competitivo y de restricción de oferta que comentaba antes, es un riesgo para la industria, que va a estar enfrentado en este contexto presiones relevantes sobre su rentabilidad.

Sin embargo, al mismo tiempo decía que es una oportunidad, porque esa mayor superficie de pasturas refleja un mayor potencial para mejoras de eficiencia (es decir, para lograr un engorde más rápido y por ende una faena de animales más jóvenes) y para la recomposición de los stocks… En última instancia, promover mejoras relevantes a nivel de la cría de ganado es una de las claves para pensar en un crecimiento sostenible de la producción y exportación de carne en nuestro país.

RA – Ahora, Florencia, antes comentabas que el stock de terneros se ha mantenido relativamente estable, en torno de los 2,7-2,8 millones de cabezas en la última década y sin mejoras relevantes en los parámetros reproductivos. ¿Podemos pensar en una reacción de la cría que suponga nacimientos significativamente mayores a esos niveles?

FC – En este ciclo resulta difícil que veamos mejores resultados en la cría, porque la sequía del verano y las abundantes lluvias del invierno han afectado el estado del ganado… Pero si miramos hacia adelante, los especialistas son categóricos en marcar que sí es posible pensar en un salto relevante en la cría… De hecho, la tecnología para lograr mejores parámetros reproductivos se conoce desde hace un buen tiempo. En los últimos días trascendieron los resultados de un estudio realizado por la consultora APEO Agro y la UPIC, que marcan que sólo con una mejor suplementación de las hembras para reducir edad de entore y una mayor aplicación del destete precoz podrían lograrse resultados reproductivos muy superiores a los actuales y alcanzar los 3 millones de nacimientos al año… eso permitiría pensar en un crecimiento fuerte y sostenible de la cadena cárnica uruguaya… A nuestro juicio en eso tendrían que estar puesto los mayores esfuerzos de toda la cadena cárnica y de las autoridades competentes.

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