A. Económico

Según proyecciones, llegada de turistas caería más de 30 % entre octubre 2018 y marzo 2019

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La situación regional y sobre todo la crisis que atraviesa la economía argentina supone un shock negativo importante para nuestro país en general, pero es fuente de preocupación en particular para el sector turístico, por la importancia central de los argentinos en esta actividad.

EMILIANO COTELO (EC) – En ese sentido, el pasado fin de semana el diario El Observador publicó los resultados de un estudio realizado por InfoCasas y Casas en el Este, en que se presentaron proyecciones para la temporada de verano 2018-2019. En concreto, según este estudio, en el período octubre 2018-marzo 2019, la llegada de turistas caería 14 %, lo que supondría el ingreso de unos 360.000 turistas menos que en el mismo período un año atrás.

Con este telón de fondo, les proponemos dedicar los próximos minutos a conversar acerca del desempeño reciente y las perspectivas para el turismo en nuestro país. Para eso, estamos en línea con la economista Alicia Corcoll, de la consultora Deloitte.

WILMAR AMARAL (WA) – Alicia, para entrar en tema, quizás valga la pena repasar los últimos datos disponibles en relación a la actividad turística en nuestro país. ¿Cómo viene evolucionando el turismo en lo que va de este año?

ALICIA CORCOLL (AC) – Bien. Si miramos los últimos datos disponibles (que llegan hasta junio), la llegada de turistas en el acumulado del primer semestre creció casi 2 % frente al mismo semestre de 2017 y marcó un récord histórico de casi 2.150.000 personas.

Pese a ese récord en cantidad de turistas, el ingreso de divisas asociado al turismo no aumentó. De hecho, en el promedio del semestre el gasto de los turistas en nuestro país cayó un 2 % en dólares corrientes y un 5 % en dólares constantes, aunque se mantuvo igual en niveles que son históricamente muy altos.

Sin embargo, Wilmar, esas cifras del acumulado del año engloban dos subperíodos muy diferentes. Hasta marzo-abril tuvimos un desempeño excepcional de la actividad turística, mientras que, a partir de mayo, cuando estalla la crisis en Argentina, empezamos a ver un claro cambio de dinámica.

WA – ¿Podemos poner más foco en estas cifras? ¿Qué está pasando con el ingreso de turistas a partir de mayo?

AC – Recién decía que en el acumulado del primer semestre el ingreso de turistas alcanzó a casi 2.150.000 personas y que eso supuso un crecimiento cercano a 2 % frente a los niveles del mismo período de 2017. Ahora, como adelantaba, eso obedece exclusivamente a lo que ocurrió en la primera parte del año…

Yendo a los números concretos, en enero-abril ingresaron al país casi 1.780.000 turistas, un 4 % más que en igual cuatrimestre de 2017 y que implicó un récord histórico para ese período… En particular, en el último verano vimos un crecimiento sostenido a nivel de los visitantes argentinos, con un aumento interanual de 5 % en esa comparación para enero-abril (y desde niveles que ya habían sido extraordinariamente altos en 2017).

A partir de mayo, ya se empezó a sentir el impacto de la situación argentina. De hecho, en mayo-junio la cantidad de visitantes argentinos cayó más de 20 % frente al mismo período de 2017 y eso llevó a que, incluso cuando el ingreso de turistas de otros orígenes aumentó 9 %, el número total de turistas que llegaron a nuestro país cayera 10 % en ese bimestre.

A nivel del gasto, los argentinos gastaron en conjunto un 9 % menos que en mayo-junio de 2017 (en términos reales), pero eso fue compensado por un incremento significativo -de casi 30 %- en el gasto realizado por turistas de otros orígenes. Entonces, los otros países compensaron lo sucedido a nivel de los turistas argentinos, pero porque el crecimiento fue muy importante y porque estamos comentando cifras del turismo de invierno… En verano es muy difícil que eso suceda.

WA – ¿Por qué decís eso, Alicia?

AC – Porque en el invierno el peso relativo de los argentinos en el total de visitantes es de 50 %-60 % aproximadamente… siguen siendo la mayoría, pero por mucho menos margen que en el verano. Eso hizo posible que el crecimiento en el ingreso de visitantes de otros países haya compensado la caída a nivel de la llegada de argentinos en mayo-junio. En el verano, en tanto, los argentinos representan algo más del 75 % de los visitantes ingresados al país (y también del gasto total asociado al turismo). Por eso es mucho más difícil que caídas de una magnitud relevante a nivel de los argentinos puedan ser compensadas con expansión en otros orígenes.

WA – Está claro. Yendo a las proyecciones, el estudio de InfoCasas y Casas del Este al que hacía referencia Emiliano al inicio pronostica una caída de 14 % en la llegada de visitantes entre octubre 2018 y marzo 2019. ¿Cómo están viendo ustedes las perspectivas para este próximo verano?

AC – A ver… para responder esa pregunta, es importante entender qué es lo que estuvo detrás de las muy buenas temporadas turísticas de estos últimos años.

Si bien son muchos los factores que seguramente jugaron en esa dinámica, desde lo económico es claro que en el verano 2017 y 2018 el turismo se vio beneficiado por una mejora significativa de nuestros precios relativos frente a Argentina. Hay que tener presente que, si bien en Uruguay el dólar no subió prácticamente en 2017 y en la primera parte de 2018, frente a Argentina tendimos a abaratarnos… o, en otros términos, ellos se encarecieron en dólares todavía más que nosotros.

Y, por otro lado, en los primeros años de la gestión Macri, vimos una clara mejora de expectativas y una gradual recuperación económica, con perspectivas de crecimiento que hasta inicios de este año todavía eran buenas.

Y en definitiva ese entorno fue clave para un muy buen desempeño del turismo en 2017 en la temporada de verano 2018.

WA – Pero ese entorno cambió radicalmente en los últimos meses…

AC – Exacto, cambió drásticamente… Como decíamos antes, ya empezó a impactar en las cifras a partir de mayo y a nuestro juicio va a terminar suponiendo una fuerte contracción de la actividad turística en esta próxima temporada de verano.

Nosotros en Deloitte tenemos modelos de proyección para el ingreso de visitantes y el gasto de los turistas en nuestro país, que básicamente tienen por detrás como fundamentos más relevantes a la evolución de la actividad económica en nuestros dos vecinos, a la evolución de los precios relativos de Argentina y de Brasil con el mundo y a nuestros precios relativos con ellos dos. De alguna manera, entonces, estos modelos capturan que cuando Brasil y más que nada Argentina crecen, eso favorece el ingreso de turistas en nuestro país… Y que cuando los países vecinos tienen monedas relativamente apreciadas –o en otras palabras cuando Argentina y/o Brasil están relativamente caros- eso también favorece al turismo en nuestro país.

En base a esos modelos y contemplando sobre todo la fuerte devaluación que sufrió el peso argentino en los últimos meses (que supuso un deterioro abrupto de nuestra competitividad frente a Argentina) y la recesión severa que está atravesando la economía vecina, estamos previendo una caída importante en los flujos turísticos de este verano… De hecho, nuestros modelos arrojan caídas incluso mayores a las que proyecta el estudio de InfoCasas y Casas del Este que mencionaban.

WA – ¿Cuánto esperan que caiga la llegada de turistas concretamente, Alicia? ¿Podemos comentar esas cifras?

AC – Concretamente, si miramos el período octubre-marzo, tal como hace el estudio, nuestros modelos proyectan que la llegada de turistas a nuestro país caería más de 30 % frente al mismo período un año atrás, con una contracción de casi 40 % a nivel de los argentinos. Estamos hablando de unos 800.000 turistas menos que en el semestre octubre 2017-marzo 2018… es una caída enorme, sin dudas, pero recordemos que estamos comparando con un período extraordinario en el verano pasado, que fue un récord histórico para nuestro país.

Si miramos algunos años hacia atrás, los números que estamos proyectando para este verano 2018-2019 suponen volver a los registros que tuvimos en promedio entre la temporada 2011 y la 2015, previo a este “boom” que tuvo el turismo en los últimos dos años… No estamos hablando de volver a registros mínimos históricos ni nada que se parezca.

En cualquier caso, Wilmar y más allá de los números concretos (porque no podemos perder de vista que los modelos capturan correlaciones históricas y pueden equivocarse… de hecho a veces erran por mucho), es claro que la situación regional va a suponer necesariamente una temporada notoriamente peor que las dos anteriores y eso implica un shock importante para un sector turístico que alcanzó volúmenes de actividad muy altos en estos últimos años.

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