Dentro del conjunto de los rubros agropecuarios, la carne es el producto uruguayo que mejor ha soportado la caída de los precios internacionales. En el espacio Agro En Perspectiva con Rosanna Dellazoppa analizamos algunos aspectos que han caracterizado esta producción y las razones por las que se la considera como el buque insignia del Uruguay exportador.
Agro En Perspectiva
Miércoles 23.12.2015
Si miramos el conjunto de los rubros agropecuarios, la carne es el producto que mejor ha soportado la caída de los precios internacionales.
Por eso les proponemos conversar con Rosanna Dellazoppa para ver algunos aspectos que han caracterizado esta producción y por qué la muestran como el buque insignia del Uruguay exportador.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —Rosanna, buenos días. ¿Por qué se dice que la carne uruguaya es “menos commodity” que la de los países vecinos?
ROSANNA DELLAZOPPA (RD) —La carne uruguaya es menos commodity que la de nuestros vecinos y competidores regionales como Brasil, Paraguay, Argentina ya que goza de trazabilidad, status sanitario y de carne natural, aspectos que contribuyen a la diferenciación, lo que le permite acceder a más y mejores mercados, y como hemos mencionado otras veces a nichos de alto valor adquisitivo. Esto lógicamente le da más ventajas comparativas.
RA —Con el giro político de Argentina, ¿es de esperar algún cambio significativo en este rubro?
RD —Todo indica que las medidas anunciadas por el Gobierno de [Mauricio] Macri generen condiciones para recomponer el stock vacuno argentino, el que se vio severamente afectado en el gobierno anterior. Ese proceso se puede acelerar mucho importando vacunos en pie, y Uruguay está a la vista. Eso es una buena noticia para nosotros, que somos los proveedores mejor colocados, pero también podría ser un riesgo, porque si se hace masivamente…..¿qué podría pasar con nuestro stock? Esta es una pregunta para pensar, para la cual obviamente no tengo respuesta.
RA —Si volvemos al plano local, ¿qué podemos destacar?
RD —De entrada y acorde a las lluvias de ayer quiero remarcar lo que ya a esta altura es más que preocupante: Las abundantes lluvias que no ocurrieron en el sur, permitieron en el norte un desarrollo de pasturas inédito hasta en los suelos más superficiales. Esto es una gran oportunidad para productor criador. Pero los excesos, y el lapso en que cayó esta agua ya hace que deje de ser un balance positivo porque da lugar a las inundaciones y sus consecuencias sociales. Y si hablamos del suelo, es imposible de absorber y escurrir.
Si seguimos mirando la ganadería en el plano local , continúa habiendo poca presión sobre el uso de la tierra por parte de la agricultura respecto al que había hasta el 2013-2014. Esto puede tener una cara positiva y otra negativa. Por un lado se abarata (por menor demanda) un factor productivo clave como es la tierra, pero al mismo tiempo baja las expectativas de ganancia y por consiguiente de inversiones y productividad. La relación de precios carne/granos favorecen el uso de la suplementación, lo que ayuda al sistema global porque mejora la edad de faena y calidad de la carne.
En resumen, estamos en años de cautela, la ganadería está mejor que otros rubros, pero son momentos de ser creativos, austeros, seguir trabajando con énfasis en una gestión cuidadosa y afinada, con lupa en los gastos, y cuidar el principal valor de ser diferenciados hacia arriba respecto a nuestros competidores regionales.
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Fuentes: Rodolfo Irigoyen, Marcelo Bonomi
Foto: Bovinos pastando en un predio ganadero en el departamento de Durazno. Crédito: Rosanna Dellazoppa/EnPerspectiva.net.
