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Brasil: Tras ser detenido para declarar en el caso Lava Jato Lula une a la militancia del PT y sugiere que va a ser candidato

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Durante el fin de semana tuvieron lugar varias manifestaciones en Brasil en apoyo al ex presidente Luiz Inácio "Lula" Da Silva, que fue detenido durante una horas el viernes para declarar por su presunta participación en el caso Lava Jato que involucra a decenas de políticos oficialistas y empresarios en el cobro de coimas en las licitaciones de obra pública de Petrobras.

Desde Río de Janeiro, el politólogo Hugo Borsani, dijo a En Perspectiva que mientras la investigación avanza hay temor de que las implicaciones se extiendan hacia la oposición, provocando un "desmembramiento" del sistema político, y dando lugar a la aparición a "outsiders" .

EN PERSPECTIVA
Lunes 07.03.2016, hora 10.14

EMILIANO COTELO (EC) —El viernes el escenario político latinoamericano se vio conmovido cuando el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, fue conducido por la Policía Federal a declarar ante la Justicia por su presunta participación en la trama de corrupción conocida como Lava Jato, que involucra a decenas de políticos y empresarios en el cobro de coimas para la realización de obra pública de Petrobras.

Lula, uno de los referentes de la izquierda del continente, fue liberado horas después y en una conferencia de prensa enfatizó que va a pelear la batalla judicial en las calles, junto a la militancia del Partido de los Trabajadores (PT).

[Audio de Lula]

“Quiero que sepan que lo que pasó hoy me ofendió, porque no era necesario. Me sentí ultrajado, a pesar del tratamiento cortés de los delegados de la Policía Federal. Pero quiero que sepan que si quisieron matar a la serpiente, no le cortaron la cabeza, le cortaron el rabo, y la serpiente está viva, como siempre ha estado”.

[Fin audio]

EC —El operativo del viernes no incluyó solo el interrogatorio de Lula, la policía también allanó su casa, las oficinas del Instituto Lula y residencias de familiares y socios del ex presidente.

El hecho no se agotó el viernes mismo, durante el fin de semana tuvo diferentes repercusiones, por ejemplo la reacción de la propia presidenta Dilma Rousseff o las marchas de apoyo al ex presidente que se organizaron en distintas ciudades brasileñas.

Vamos a ir al análisis de estos hechos y su proyección. Estamos en contacto con el politólogo uruguayo Hugo Borsani, colaborador de En Perspectiva, a quien ubicamos en Río de Janeiro.

NICOLÁS BATALLA (NB) —Quizá convenga repasar en qué consiste la operación Lava Jato por la que Lula fue conducido a declarar el viernes. Recordemos, lava jato en español significa “lavadero de autos”, ¿pero qué podemos decir para sintetizar este esquema de corrupción que está investigando la Justicia?

HUGO BORSANI (HB) —Brevemente voy a explicar por qué ese nombre, Todo comenzó con la donación del dueño de un establecimiento de lavado de autos a un investigado por la Justicia por diferentes ilícitos financieros. Ese dueño había “donado” una camioneta todoterreno último modelo a este señor, que estaba muy vinculado a uno de los directores de Petrobras. Esto fue en marzo de 2014. A partir de ahí se descubre este gran esquema que consistía en que los directivos de Petrobras, la mayoría de ellos en sus cargos desde el primer gobierno de Lula, cobraban una coima, que variaba entre el 1 % y el 3 % de los contratos, a las principales empresas constructoras y de ingeniería del país para asegurar la adjudicación de los contratos de Petrobras a estas empresas a precios sobrefacturados, obviamente. Parte de ese dinero iba, además de a esos directores de Petrobras, a políticos de los partidos a los cuales estos directores o gerentes pertenecían, que tenían condiciones políticas para asegurarles su permanencia en dichos cargos.

Todos los involucrados hasta el momento son políticos o burócratas pertenecientes al PT y a dos de sus principales aliados en el Congreso: el Partido del Movimiento Democrático Brasileño y el Partido Progresista. Las investigaciones más recientes, aún en fase de confirmación, indican que ese esquema también fue utilizado para financiar, en parte, las campañas presidenciales al cabo de las cuales fue electa Rousseff tanto en 2010 como en 2014. La reciente detención del publicitario que coordinó la campaña de Rousseff en 2014 tiene que ver con esto.

NB —¿En qué punto estamos de esta investigación?

HB —Estamos en el punto en el que se está averiguando esa vinculación con la campaña electoral y en que [la investigación] se aproxima a las dos figuras principales del gobierno del PT: Rousseff y Lula.

Hay un aspecto que es importante destacar: esta acción judicial ha puesto por primera vez tras las rejas a figuras muy importantes del ámbito empresarial. Algunos de los empresarios más ricos del país están tras las rejas o han estado allí y están bajo algún tipo de proceso policial.

NB —Profundizando en el contexto previo a lo del viernes, podemos decir que para que Lula haya sido conducido a declarar fue fundamental, entre otras cosas, el acuerdo de colaboración entre la Justicia y el senador del PT Delcídio Amaral, ex coordinador de la bancada oficialista, que estaba presuntamente involucrado en esta trama de corrupción.

HB —Sí… La semana pasada sucedieron muchas cosas relevantes para la situación política, sin duda la más relevante fue esa detención de Lula, pero otra de las relevantes fueron ciertas declaraciones, aún no confirmadas, difundidas en la prensa, que habría hecho este senador ex líder del gobierno en el Senado, o sea, una de las figuras más próximas tanto de Lula como de Rousseff, que los involucraría directamente tanto en el esquema de corrupción como en esquemas de obstrucción al avance de la Justicia. Recordemos que este señor, Amaral, fue detenido porque fue grabado ofreciendo un esquema de fuga para uno de los ex directores de Petrobras que ya está detenido.

De todas formas, los motivos por los cuales Lula fue conducido a prestar declaración, en principio, no están estrictamente relacionados con estas declaraciones de Amaral, porque éstas aún no han sido confirmadas por la Justicia, no fueron homologadas por el Poder Judicial. Sin embargo, se entiende que pueden haber sido un detonador de todo este proceso.

NB —Lula está siendo investigado por la refacción de un apartamento en el balneario Guarujá que, según la prensa, es de su propiedad a pesar de que no figura en sus declaraciones patrimoniales. Se sostiene que en las reparaciones estuvieron involucradas dos empresas que participaron de la trama de corrupción.

HB —Exactamente, esas son las principales sospechas que han trascendido a partir de las declaraciones de todos estos empresarios y políticos ya procesados o en vías de procesar. Además de las grandes reparaciones de esas viviendas, estaría la sospecha de que gran parte de los viajes y conferencias en el exterior del ex presidente también habrían sido financiadas por estas grandes empresas.

NB —Para completar este cuadro de antecedentes vinculados a esta investigación hay que decir que la semana pasada renunció el ministro de Justicia José Eduardo Cardozo, que según se informó estaba recibiendo presiones del PT, porque en teoría la Policía Federal tenía intenciones de hincarle el diente a las implicaciones de Lula. ¿Cómo juega este elemento en todo este proceso?

HB —Sí, tal vez eso sí juega como un elemento político importante en el sentido de que el ministro Cardozo venía sufriendo bastante presión del PT y del propio Lula para, de alguna forma, controlar las investigaciones de la Policía Federal, a lo cual él se había negado en todo momento. Su salida, sin duda por presiones políticas, fue vista con cierto temor de que un nuevo ministro de Justicia pudiese, de alguna forma, empezar a establecer algunos controles a la acción de la Justicia. Hay algunos análisis que indican que la Justicia se movió rápido para demostrar que tiene aún esa autonomía y que está dispuesta a llevar sus investigaciones hasta el final.

NB —Por supuesto que todo esto ha desencadenado un debate sobre qué tan independiente es la Justicia en Brasil. Lula y sus defensores, con respecto al episodio del viernes, sostienen que el hecho de que la policía lo haya ido a buscar fue todo un montaje mediático innecesario orquestado por la derecha brasileña en connivencia con el juez de la causa. Se sostiene que en vez de irlo a buscar con la policía podían haberlo citado, ya que él nunca se había negado a colaborar con la Justicia. ¿Cuánto de razón hay en ese planteo que se realiza desde el PT?

HB —Sin duda que… Varios comentaristas abogados y reconocidos profesionales del área jurídica afirmaron que esa conducción coercitiva, esa figura y la forma en que él fue conducido -además con un amplio despliegue de efectivos- fue un poco innecesaria, dado que no había habido, previamente, un llamado o una intimación a declarar que el ex presidente hubiera rechazado. Desde ese punto de vista, la mayoría de los análisis jurídicos que he podido observar dan la razón a que fue una medida… algunos hablan de que es ilegal, otros dicen exagerada o innecesaria. Obviamente eso ha dado motivos a este incremento de la polarización de la crisis política, que ya era alta y ahora está mucho más alta.

NB —En este debate que está planteado a propósito de la independencia de la Justicia, con Lula y sus seguidores afirmando que hay una campaña de los sectores conservadores detrás de esta movida, mientras que la oposición defiende la independencia del sistema judicial brasileño, ¿quién viene ganando?

HB —La posición de victimización, que quedó clara en el discurso de Lula el viernes, contrasta un poco con algo que he comentado antes: numerosos empresarios que realmente pertenecen a la elite económica han ido tras las rejas por esta investigación. En ese sentido no encaja perfectamente ese discurso. Además hay una profesionalización de la Policía Federal y la Justicia, que venía siendo reconocida por este gobierno, por medidas que han sido tomadas desde el gobierno de Fernando Henrique [Cardoso] y durante los gobiernos del PT. Estas medidas habían llevado a una mayor profesionalización, tanto en la incorporación de los jerarcas como en el desarrollo de las actividades de la Policía Federal.

Hay, sí, cuestionamientos a algunos procedimientos que han sido llevados adelante, como la detención excesiva de algunos de estos personajes involucrados, de forma de provocar la delación premiada, la confesión de lo que saben a cambio de una reducción de la pena. Las quejas han sido que estas delaciones han sido producto de haber estado detenidos preventivamente por un tiempo superior al legalmente adecuado. Hay un cuestionamiento a algunos de estos procedimientos.

Pero por otro lado las evidencias son contundentes en cuanto a la existencia de un esquema de esa envergadura y del involucramiento de estos grandes políticos, burócratas y empresarios. Es importante tener en cuenta que ya han sido devueltos a los cofres del Estado por los corruptos confesos unos US$ 185 millones de dólares. Un solo gerente de Petrobras devolvió US$ 97 millones.

Otro hecho que generó mucha indignación con respecto al procedimiento del viernes en la casa de Lula fue la llegada, casi automática, junto con la Policía Federal, de los medios de comunicación, concretamente de las emisoras Globo, que son poco afines al gobierno del PT. Son cuestiones que de alguna forma fragilizan un poco esta medida.

Yo te diría que por el momento, desde mi perspectiva y por lo que ha pasado hasta ahora, esa victimización de Lula fue básicamente para la militancia. Consiguió unir a la militancia, que estaba muy abatida, muy a la defensiva, y creo que fue un discurso básicamente para eso, para movilizar. Pero, al mismo tiempo, tanto la forma en que fue llevado Lula como su reacción, enrarecieron y complicaron más la situación política, que ya era difícil.

NB —Claro, más allá de las derivaciones que tenga el caso a nivel judicial ahora se abrió toda una serie de especulaciones sobre lo que pueda pasar en términos políticos. Lula ya dijo que una de sus estrategias de defensa es convocar a la militancia a la calle. ¿Qué poder de convocatoria tiene el hoy el PT, pensando en la situación delicada en la que está por los procesamientos que se han dado de su dirigencia y en el momento que atraviesa la presidenta?

HB —Creo que el poder de convocatoria todavía es importante, especialmente el de Lula, que sigue siendo una figura carismática. Todo el mundo vio esa conferencia, su emotividad, y realmente, tanto por lo que se vio en las manifestaciones [callejeras] de apoyo como en las redes sociales, es claro que hay, sí, una capacidad de convocatoria todavía importante, no de la presidenta pero sí de Lula.

¿Cuál es su dimensión en términos electorales? En este momento no te sabría decir. Creo que la imagen del gobierno y del PT está excesivamente desgastada en estos momentos, incluso por las declaraciones de los propios dirigentes del PT que ven muy complicada la situación del partido para el futuro. Sin duda la única posibilidad que tiene el PT de intentar disputar el gobierno [en las elecciones de 2018] es con la figura de Lula.

NB —Esa es una posibilidad real, Lula efectivamente puede llegar a ser candidato en 2018.

HB —Si la situación judicial no lo alcanza antes sí. De hecho creo que sus declaraciones ofreciéndose para ser invitado en todo el país para hacer discursos es prácticamente una proclamación informal de su precandidatura.

NB —¿Cómo impacta esto en la gestión de Dilma Rousseff, que ya viene golpeada?

HB —Por un lado puede ser positivo. Ella fue rápidamente a pararse al lado de Lula en el balcón de su casa, obviamente intentando incorporar para sí la popularidad del ex presidente. De todas formas, hay un distanciamiento importante del electorado que votó a Rousseff con respecto a su gestión, incluso de parte del propio PT. Algunas medidas recientes que ella ha tomado han sido incluso con el apoyo de la oposición y con el voto negativo del PT.

Entonces, sinceramente, me parece que no habría muchas posibilidades de que esto afecte significativamente al gobierno de Rousseff con una recuperación, desde el punto de vista de la población. Además, no olvidemos la crisis económica grave que existe en el país. El Producto Bruto Interno cayó el año pasado casi 4 %, el propio gobierno espera que este año suceda algo similar, la inflación es de 11 %, el desempleo está creciendo. La presidenta no tiene micho margen para tomar medidas populares en estos tres años que le quedan.

NB —¿Cómo está la relación entre Rousseff y Lula? Tú destacabas que ella fue a visitarlo, se mostraron juntos en el balcón, pero se venía hablando de que había cierto distanciamiento.

HB —Sí, sí, los trascendidos indican que hay un distanciamiento importante. Ha habido momentos incluso de enfrentamiento de Rousseff con Lula y con el PT porque exigen de ella una política económica de menos ajuste cuando la realidad económica le exige otra [política]. Ha habido, sí, un distanciamiento importante entre ellos.

NB —¿Cómo sigue este proceso ahora, por el lado de Lula y por el de la propia Rousseff?

HB —A nivel general del sistema político creo que se va a complicar bastante. Solo para que se tenga una idea: varios de los analistas políticos reconocidos, serios y nada pasionales, hablaron en este fin de semana del temor a una “venezualización” de la situación política brasileña. Ellos no descartaron, e incluso confirmaron, que es previsible que existan enfrentamientos físicos entre partidarios y contrarios del gobierno y del PT.

Hay también un temor importante al desmembramiento total del sistema político brasileño, porque las investigaciones aún no han terminado y las declaraciones del senador Amaral también pueden salpicar a partidos de la oposición. Hay una expectativa muy grande y no se sabe mucho hacia dónde se va.

Por un lado se ve la necesidad de ese avance de la Justicia para dar más credibilidad y transparencia al sistema político, pero por otro lado, ante la falta de liderazgos políticos que congreguen a grandes mayorías, existe el temor de que esto abra las puertas a aventureros. No al nivel de los militares, no hay posibilidad de eso, pero sí a outsiders de la política que no sean necesariamente lo que el país eventualmente pueda precisar. Hay una situación como que: si quedamos como estamos no está bien, si avanzamos también puede ser complicado.

Este es un momento de inflexión en el cual nadie se anima mucho a decir para dónde es que va a ir la situación política del país. Te diré que una de las cuestiones más relevantes que se espera para esta semana es si esas declaraciones de Amaral se confirman. Eso podría dar pie a un refuerzo de las tentativas de juicio político de la presidenta Rousseff. Ahí sí el clima puede quedar bien complicado.

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Transcripción: Andrea Martínez

Foto en Home El ex presidente Luiz Ignacio "Lula" Da Silva se limpia las lagrimas durante un acto del PT realizado el viernes 4 de marzo, luego de que fuera citado a declarar por su presunta participación en la trama de corrupción vinculada a Petrobras. Crédito: Nelson Almeida/AFP Photo.

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