Editorial

El FA, Sendic y el incómodo fallo del Tribunal de Conducta Política

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Por Emiliano Cotelo ///

La semana política comenzó con un verdadero aldabonazo.

Se conoció el dictamen del Tribunal de Conducta Política (TCP) del Frente Amplio (FA) sobre la forma como Raúl Sendic utilizó las tarjetas corporativas de ANCAP mientras integró el directorio de esa empresa (*).

De golpe se terminaron los trascendidos y las especulaciones. Y quedó sobre la mesa un fallo singular, tan sólido que, creo, no sólo sacudió al oficialismo sino también a los otros partidos. Y que, me parece, atrapó incluso a quienes ya estaban saturados del caso Sendic.

Sus conclusiones son breves y aplanadoras:

• “La actuación del compañero Sendic en estos hechos compromete su responsabilidad ética y política, con incumplimiento reiterado de normas de control.

• El tribunal no llega a esta conclusión por un criterio minucioso de reprobación de cualquier acto irregular puntual. El cuadro general que presentan los actos reseñados del compañero Sendic no deja lugar a dudas de un modo de proceder inaceptable en la utilización de los dineros públicos.

• Agravan lo anterior la especial responsabilidad que imponía la condición de Presidente del Directorio de ANCAP, y también la forma en el que el compañero Sendic ha respondido públicamente a los cuestionamientos a su conducta".

Pero esas conclusiones, votadas por unanimidad (**), vienen precedidas de cinco páginas en las que, después de analizar las publicaciones referentes al asunto, información solicitada especialmente a ANCAP, las declaraciones que el propio Sendic realizó ante los medios de comunicación y la explicaciones que dio en su comparecencia ante el tribunal, los miembros de ese órgano exponen sus propias consideraciones. Es un texto implacable, directo, sin vueltas, tan cortante como un bisturí, cuya severidad sorprendió tanto a quienes defienden al vicepresidente como a quienes piden su renuncia.

Por ejemplo, al contestar a algunas excusas esgrimidas por Sendic, dice que “desde el punto de vista ético la cuantía de una malversación y el grado de enriquecimiento tienen importancia solo relativa”. Y, por si eso no fuera suficientemente claro, sentencia: “un enriquecimiento indebido de monto poco importante es también una violación de principios que deben considerarse fundamentales”.

Un alivio

Les confieso algo muy personal.

El lunes al mediodía, mientras yo pasaba las hojas del fallo, iba sintiendo un alivio creciente. Cuando terminé la lectura me recosté hacia atrás en la silla y quedé un rato pensando, impresionado. Bien impresionado. Aquello era un soplo del aire más fresco posible. Como en el cuento famoso de Hans Christian Andersen, al fin aparecía el niño que decía: “el rey está desnudo”. Toda una paradoja, en este caso “el niño” era un grupo de seis respetables veteranos frenteamplistas que razonaban con una lógica demoledora, esgrimiendo principios básicos y señalando las contradicciones y las debilidades que tanta gente común y corriente había comentado, empezando por una cantidad de simpatizantes del propio FA no dominados por los manejos de la política cotidiana y los juegos de poder. De hecho, además, esos “sabios de la tribu” venían a validar las investigaciones periodísticas que pusieron el tema en la agenda y los análisis que pudieron leerse y escucharse en muchos medios de comunicación.

¿Y ahora qué?

La voz de la conciencia del FA se expresó fuerte y clara. Pero eso no implica que el tema haya quedado laudado. Y puede ocurrir que el gran avance que trajo ese documento termine derivando en otro pantano.

El TCP no tiene potestades sancionatorias; se trata solamente de una comisión asesora del Plenario Nacional del FA, que es el órgano habilitado por los estatutos para resolver medidas disciplinarias. Y allí entra en juego la peculiar composición del esta institución, que no surge de las elecciones internas “oficiales” realizadas en junio del año electoral ni tampoco de los pesos políticos expresados en la elección nacional, sino de los comicios internos que el FA organiza por sí mismo. Además, el plenario tiene dos mitades, una de representantes de los sectores y otra de representantes de la militancia que asiste a los comités de base. En un organismo así, tantas veces cuestionado y nunca reformado, las eventuales sanciones requieren, además, mayorías especiales, de 4/5 y 9/10. Todo ese entramado es el que está en juego desde el lunes pasado en las negociaciones que desarrollan los dirigentes en busca de una resolución.

Y allí está el brete en el que el FA se encuentra ahora atrapado. ¿Cómo se hace para acordar una sanción que sea coherente con la dureza del informe del TCP pero que, al mismo tiempo, obtenga el apoyo de 4/5 de los miembros del plenario? Todo indica que esa tarea es muy difícil, por no decir imposible. Existe el riesgo de acabar en un castigo tenue y lavado o de que, simplemente, no haya resolución. Cualquiera de esas dos posibilidades le provocaría a la coalición un daño muy serio, con la agudización de la división interna, el gran descontento de una porción significativa de sus simpatizantes (ya bastante indignados por otros motivos, entre ellos la mala gestión en ANCAP), y un deterioro profundo de la imagen de la fuerza política en el conjunto de la población. Y todo se herrumbraría mucho más si, junto con el bloqueo, el debate en el plenario derivara, como se insinuó, en un entrecruzamiento de acusaciones del tipo “carnicería”.

En la cancha de Sendic…

Gerardo Caetano decía el martes en la entrevista en Telemundo que la única salida posible es que Sendic renuncie antes del fin semana y, con ese gesto, le evite al FA la trampa en que se ha convertido ya esta instancia del sábado. Y no es el único. Sin ir más lejos, otros tertulianos de izquierda, como Fernando Butazzoni, comparten esa posición, teniendo en cuenta que “el problema Sendic” ya ha crecido demasiado con sus sucesivos capítulos, el primero de ellos las pérdidas e irregularidades en la gestión de Ancap y luego la polémica por el título de licenciado en genética humana (además, agregan, Sendic va a seguir en el ojo de la tormenta después de este fin de semana, ya que faltan, por ejemplo, la resolución de la Junta de Transparencia y Ética Pública y las actuaciones de la justicia penal que lo involucran).

Pero…¿es factible que algo así ocurra? Hasta ahora lo que se conoce es lo contrario: que Sendic piensa ir al Plenario Nacional a dar explicaciones y defenderse de veredicto del TCP, que él y su gente califican como “desproporcionado”. O sea: una vez más Sendic se dispone a apretar el acelerador, agravando y estirando una coyuntura muy tóxica para el FA.

¿…y de Vázquez?

Ayer, el presidente Tabaré Vázquez, consultado por Búsqueda, aseguró que “respalda” al TCP, y agregó que “sostiene” la misma opinión que expresó un mes atrás en un reportaje con ese mismo semanario: “Yo me hubiera ido”, respondió, ante la hipotética situación de que él hubiera recibido un fallo contrario de ese órgano, cuando en 1996 fue cuestionado por la compra de equipos médicos en el Instituto de Oncología. Enterarse de que Vázquez piensa así es otro alivio. Lo que no se entiende es por qué se queda sólo en esas palabras. ¿Cómo es que el presidente no llama a su vice, le habla a los ojos y lo insta a que dé un paso al costado? No tiene por qué requerirle la renuncia; tal vez puede pensarse en un camino intermedio, como el pedido de licencia hasta que se expida la justicia, otra de las alternativas que ha circulado en estos días.

Por un camino o por el otro, el alejamiento de Sendic es imprescindible, para empezar, por su propia salud personal. Pero además por la salud del FA, por la salud del gobierno y, sobre todo, por la salud de la institucionalidad del país, que se ve empobrecida con un vicepresidente de la República cuya credibilidad ya venía muy agrietada y este lunes estalló en pedazos.

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NOTAS

(*) Sendic integró el directorio de ANCAP en dos períodos, primero como vicepresidente y después como presidente, desde marzo de 2005 hasta agosto de 2009, y de marzo de 2010 a octubre de 2013.

(**) Votaron a favor Nicolás Grab, Jaime Igorria, Jorge Brovetto, Juan Carlos Ferreira y Ennio Martínez; se excusó María Elena Martínez.

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Emitido en el espacio En Primera Persona de En Perspectiva, viernes 08.09.2017, hora 08.10

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Documento relacionado
Dictamen del TCP del FA sobre el uso que le dio el vicepresidente Raúl Sendic a la tarjeta corporativa de Ancap

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