El infierno está en nosotros

Sé que sonará antipático, simplificador y hasta inoportuno para muchos: el único derecho que los presos no tienen es el derecho a la libertad. Sí son dueños, aunque hayan cometido crímenes, de su derecho a la vida, a la educación, a la salud, a la vivienda digna, a la recuperación de su existencia. Hace mucho tiempo que las cárceles uruguayas se alejaron de este criterio (¿tal vez nunca lo vivieron?) y como nos recuerda cada tanto el Comisionado Parlamentario Juan Miguel Petit, casi 7 de cada 10 personas privadas de libertad vuelven a cometer delitos. Es un círculo del infierno: en Uruguay recuperan su libertad 6 mil presos al año, y más de 4 mil de ellos vuelven al delito.