Días de coronavirus

Sobre la racionalidad

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Por Alberto Magnone ///

Hoy les voy a hablar de la racionalidad, algo muy importante cuando debemos tomar decisiones difíciles como en las circunstancias actuales. 

Para ilustrar esto les voy a hablar de la nube de Oort. Esta nube es una esfera que rodea al sistema solar a una distancia de un año luz, y que orbita arededor del sol,  que si bien está muy lejos tiene una fuerza de atracción lo bastante grande para lograr ese efecto. La nube de Oort se llama así no por estar muy lejos: en ese caso podría ser la nube del Oort y disculpen el chiste. Pero no, se llama nube de Oort con toda lógica por ser Oort el señor que la descubrió. Un año luz es una distancia descomunal,  exactamente nueve billones cuatrocientos sesenta mil setecientos treinta millones y cuatrocientos setenta y dos mil quinientos ochenta quilómetros y ochocientos metros. 

Esta nube está formada por una cantidad enorme de rocas de distintos tamaños, mayormente compuestas de hielo. Pues bien, de vez en cuando una de estas rocas se despista, probablemente por un choque con otra roca y empieza a caer hacia el Sol.  Dada la gran distancia demora cientos o miles de años en llegar y ahí nosotros vemos a un cometa en el cielo. El cometa despide una cola como resultado del choque con la radiación solar. Durante la Edad Media la gente en la Tierra inmediatamente que aparecía el cometa se ponía a quemar brujas y otros inocentes, a saquear todo lo que estaba a su alcance y a realizar todas las tropelías posibles dado que se acabaría el mundo; o tal vez habría suerte y sólo vendrían pestes y terremotos y por lo menos quedaría alguien para contarlo. En esa época se creía que los cometas eran presagio de estos desastres terribles, y los magos y astrólogos se beneficiaban de esto explotando a los asustados aldeanos realizando conjuros contra el cometa que cobraban a precio de oro. Un disparate total y absoluto, que convendría recordar la próxima vez que busques tu signo en el horóscopo y leas allí que debes dejar a tu novio o cambiar de trabajo.

Tan importante es la racionalidad que, en una ocasión, recurriendo a ella un hombre salvó de una muerte segura a mil millones de seres humanos, y tal vez a toda la humanidad.

El 26 de septiembre de 1983 a las 00.14 (hora de Moscú) un satélite soviético dio la alarma: un misil balístico intercontinental estadounidense se habría lanzado desde una base en Montana, Estados Unidos, y en 20 minutos alcanzaría la Unión Soviética.

Stanislav Petrov estaba a cargo del búnker Sérpujov-15, el centro de mando de la inteligencia militar soviética. Su misión era verificar un posible ataque y alertar a sus superiores, con lo que se iniciaría el proceso para contraatacar con armamento nuclear a los Estados Unidos.

Solo tres semanas antes, la Unión Soviética había derribado un avión de pasajeros surcoreano que había invadido el espacio aéreo soviético, con lo que mató a las 269 personas a bordo, incluidos varios estadounidenses. La OTAN pronto comenzó el ejercicio militar "Able Archer 83", interpretado por el KGB como preparación de un ataque.

CNN había informado que el KGB había enviado un mensaje a sus espías en Occidente para advertirles de que se prepararan ante una posible guerra nuclear.

Más tarde los ordenadores indicaron que cuatro misiles más se dirigían hacia la URSS.

Pero Petrov conocía bien las peculiariades del sistema satélite Oko de alerta temprana rusa y creía que este podía equivocarse. Consideró que cinco eran muy pocos misiles y un ataque tan reducido dejaría intactas muchas bases rusas que responderían inmediatamente. Decidió esperar y se descubrió que se había producido una falsa alarma causada por una rara conjunción astronómica entre la tierra, el sol y la posición de un satélite que transmitió la falsa alarma. 

Lo que hizo nuestro amigo Petrov fue, con una sangre fría admirable, utilizar la razón para entender que la información del satélite no podía ser cierta. La racionalidad es nuestra amiga, y los impulsos y las creencias sin fundamento resultan por el contrario muy peligrosos. Hoy por ejemplo fui al supermercado y cuando volvía a mi casa pasó una chica hablando por  el celular y decía: “Lo que pasa ahora es que hay una conjunción entre Júpiter y Saturno que se da cada doscientos sesenta y ocho años y por eso es que sucede esto de la pandemia”. 

La astrología es sin duda uno de los inventos más tontos de la humanidad. 

Una extraordinaria paradoja se produce teniendo en cuenta que en el caso de Petrov sí una conjunción de astros pudo causar una catástrofe, pero que ese hecho puede ser explicado racionalmente mediante las leyes de gravitación universal de Newton y no en forma chapucera inventando una imposible e indemostrable acción a distancia. 

En fin, cuando le preguntaron a Petrov por qué no había dado la alerta, contestó: No se empieza una guerra nuclear con cinco misiles.

Y teniendo en cuenta todo esto, demos las gracias al camarada Petrov por su admirable serenidad: quizás no estaríamos aquí sin él.

 

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Para el espacio Voces en la cuarentena de En Perspectiva

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Foto: Stanislav Petrov galardonado con el Dresden Peace Prize en 2013. Crédito: Wikimedia Commons

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