Editorial

Un nuevo capítulo en la relación entre Uruguay y Palestina

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Por Susana Mangana ///

El miércoles 30 de setiembre se izó la bandera palestina en la recién estrenada y, ahora sí, oficialmente inaugurada embajada de Palestina en Uruguay. Se eligió para este significativo momento el mismo día en que el Presidente palestino Mahmud Abbas izaba la bandera ante la sede central de Naciones Unidas en Nueva York. Cierto es que se trata de un gesto simbólico, pero en materia de política internacional y de diplomacia los símbolos cuentan. Aunque la comunidad palestina en Uruguay es ciertamente pequeña, este día fue histórico para muchas personas que desde hace décadas aguardaban este momento. Activistas de la causa palestina, residentes palestinos y otros de origen árabe en Montevideo así como políticos y diplomáticos escucharon las palabras del embajador Abdel Rahim y festejaron este pequeño pero importante avance hacia la concreción del sueño palestino de tener una nación independiente.

Este es un tema que despierta sensibilidades y levanta pasiones. La historia del conflicto plagada de enfrentamientos, intrigas y agresiones mutuas es contada por unos y otros de múltiples maneras según de qué lado se tenga el corazoncito. Por ello imagino que para muchos en Uruguay y en especial en la capital, recorrer ahora el cielo de Carrasco y toparse con la bandera palestina flameando al viento no es una impresión grata. Y es que la discusión sobre la pertinencia o no de que exista un Estado soberano para los palestinos sigue vigente a pesar del clamor internacional que exige su creación y de los muy diversos reconocimientos a nivel internacional que ese Estado en vías de nacer sigue cosechando, por ejemplo en Naciones Unidas.

Sin embargo alejándonos de posturas catastrofistas será interesante ver cómo los ciudadanos de Uruguay, entre los que lógicamente están los integrantes del colectivo judío sean practicantes o no, van aceptando día a día que reconocer el derecho del Estado de Palestina a existir nada tiene que ver con negarle algo al Estado de Israel. Demasiado a menudo esta falsa premisa se instala en el debate y la opinión pública forzando una ecuación que hoy no se sostiene. Si alguien defiende el derecho de los palestinos a tener su propio Estado es porque naturalmente está en contra de Israel y por tanto es antisemita. Esta simplificación y tergiversación no ayuda a construir esfuerzos que buscan la paz. Una paz que ambos pueblos ansían y merecen pero que no acaba de concretarse.

La apertura de una embajada permanente de Palestina en Uruguay se concreta bastante tarde en comparación con otros países de la región. Sin embargo este hecho no empaña lo histórico del momento. Cabe recordar además que, igual que el voto de Uruguay ante Naciones Unidas a favor de la creación de dos estados conviviendo en paralelo fue decisivo para Israel en 1947, la apertura de una misión diplomática palestina hoy en Uruguay es un pequeño triunfo que los palestinos consiguen en su activa búsqueda del apoyo internacional necesario para establecer un Estado independiente.

La apertura de la embajada palestina se produce además en un momento crítico en Israel y Cisjordania, donde la tensión crece a diario. Voces agoreras vaticinan ya una tercera intifada o levantamiento popular. Por ello es necesario que los países desarrollados y otros en vías puedan promover instancias que llamen a la reflexión y el diálogo entre los dos pueblos en litigio.

Asimismo, es de esperar que la embajada organice eventos y encuentros culturales en los que mostrar las características del pueblo palestino y, ¿por qué no?, imaginar también actividades en las que participen ciudadanos uruguayos judíos que quieran conocer y aprender de primera mano qué otros exponentes culturales pueden hallar en la sociedad palestina para que de esta forma el conflicto sempiterno no acabe por engullir todo resquicio de imaginación y expresión artística que tanto podría servir para que israelíes y judíos se reconocieran como iguales y pudieran compartir otro tipo de instancias en las que crecer juntos.

Slalom Salam. Ojalá la paz llegue pronto a la región, pero entre tanto hay que aplaudir este gesto de Uruguay, consistente con su tradición de defensa del derecho a la autodeterminación de los pueblos.

***

Emitido en el espacio Tiene la palabra de En Perspectiva, jueves 1.10.2015, hora 08.05

Sobre la autora
Susana Mangana, doctora en Estudios Árabes e Islámicos por la Universidad Autónoma de Madrid y MBA por la Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, es docente e investigadora en la Universidad Católica del Uruguay y analista de política internacional en medios nacionales e internacionales.

Comentarios