Entrevistas

Álvarez Petraglia: “Amodio Pérez es un paramilitar que debe ser procesado por coautoría de homicidio y torturas”

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El ex integrante del MLN, Héctor Amodio Pérez, declaró hoy en una causa por abusos sexuales durante la dictadura presentada por 28 ex presas políticas. Pérez quedó involucrado en el caso luego de que los militares Asencio Lucero y Orosmán Pereira declararan que había colaborado con ellos para detener a militantes de izquierda. En diálogo con En Perspectiva, el abogado patrocinante, Federico Álvarez Petraglia, aseguró que Amodio Pérez “no solamente ordenaba papeles, si no que participaba en reuniones de Inteligencia con un selecto grupo de militares”.

EN PERSPECTIVA
Lunes 10.08.2015, hora

EMILIANO COTELO (EC) —El regreso al país de [Héctor] Amodio Pérez, después de más de 40 años sumido en el misterio, prometía ser un tema obligado de la cobertura informativa de este fin de semana. Pero todos esperábamos que el tema sería lo nuevo que pudiera decir en el libro que venía a presentar, sobre todo en su intento de limpiar su nombre, respondiendo a la acusación de “traidor” que sus ex compañeros del Movimiento de Liberación Nacional [MLN] le han hecho y sobre la cual tanto se ha escrito.

Sin embargo, resulta que de los dichos de Amodio se ha hablado muy poco desde el viernes, en cambio, el personaje ha sido protagonista por otras noticias imprevistas.

Hoy, lunes, a esta hora de la mañana, está en libertad, pero deberá declarar nuevamente en la tarde ante la Justicia que, por otro lado, le cerró las fronteras y le retiró el pasaporte español con el que ingresó [a Uruguay] el viernes, y en el que figura con el nombre que, según él, le dieron las Fuerzas Armadas cuando se fue de Uruguay en 1973, el nombre de Walter Salvador Correa Barboza.

A las 13.00 comparecerá ante la jueza Julia Staricco para un careo con los capitanes retirados Asencio Lucero y Orosmán Pereira, quienes en el año 2011 sostuvieron que Amodio Pérez colaboraba con los militares, que salía en operativos a marcar tupamaros y que era tratado con especial deferencia mientras estuvo detenido en el batallón Florida.

Este expediente judicial se inició cuando 28 ex presas políticas denunciaron que antes y después del golpe de estado de 1973 fueron víctimas de torturas y delitos sexuales por parte de militares.

En línea se encuentra el doctor Federico Álvarez Petraglia, quien asesora legalmente justamente a ese grupo de denunciantes.

¿Podemos ubicar cómo se abrió este caso?

FEDERICO ÁLVAREZ PETRAGLIA (FAP) —Como usted bien dijo, en 2011 un grupo de compañeras, en total 28, lamentablemente ya han fallecido dos en este período, se juntan para hacer una denuncia de género para denunciar justamente que en la época de la dictadura no solamente existió un plan sistemático para destruir a los militantes de los movimientos populares sino también a las mujeres específicamente, a través del abuso sexual continuado y permanente, que no solamente perseguía debilitarlas para que hablaran o lo que fuese, sino también disminuirlas y humillarlas como mujeres, pasando ya sea por la violación, el desnudo permanente y ante muchísima gente, los tocamientos, tener que ir al baño absolutamente desnuda, bañándose y siendo vista por una multiplicidad de militares  que además se mofaban, las tocaban, etcétera. En el contexto de esta denuncia de género, de abuso sexual en la época de la dictadura, es que surge en el decurrir de los relatos de los militares acusados la presencia, tanto en el Batallón Florida como en [el Batallón de] Caballería N°9, de este personaje, del señor este, Amodio Pérez.

EC —Pero entonces estamos considerando violaciones a los derechos humanos previos y posteriores al golpe de Estado.

FAP —Ah, sí, directamente. Creo que hay una información un poco entreverada, que no salió de nosotros, por supuesto. Acá existen abusos que se produjeron desde 1972 en adelante e incluyen a compañeras del MLN -ahí puede estar la vinculación con el señor Amodio Pérez- y otros que se produjeron posteriormente [al golpe de Estado], porque esta fue una práctica sistemática de toda la dictadura, a lo largo […] los compañeros del Partido Comunista cuando caen en el año 1974, 1975, 1976…

EC —¿Alguna de las denunciantes menciona a Amodio Pérez?

FAP —Justamente, ninguna de las denunciantes lo llega a ver a Amodio Pérez porque todas estaban encapuchadas, esa es la realidad, muchas de las denunciantes ni siquiera ven a sus captores o sus torturadores. Muchas de las personas identifican posteriormente porque unen voces con caras -luego de ser torturadas y privadas de libertad por seis meses, etcétera, de que están desaparecidas- luego de escuchar las voces ya sea de [José “Nino”] Gavazzo, de [Jorge] “Pajarito” Silveira, de alguno más, los ven en Punta de Rieles y empiezan a ver que la voz que las torturaba y las interrogaba, era de ellos. Ahí hay un problema, obviamente, así se ha manejado la dictadura, tampoco era una… no les iban a entregar una tarjeta diciendo: “Este soy yo, te estoy torturando, mi dirección es esta”. Los criterios de seguridad eran estrictos.

EC —Mi pregunta apuntaba a saber si el nombre de Amodio Pérez termina incluido en este expediente por declaración de algunas de las mujeres denunciantes o si recién aparece cuando declaran estos dos militares acusados Lucero y Pereira.

FAP —Aparece cuando declaran estos dos militares específicamente, Pereira, que es el que revestía en el Batallón Florida en aquel momento, 1972, cuando cae este señor, es el que desarrolla y dice cuál era la actividad que Amodio Pérez realizaba junto con Armando Méndez y con [Carlos] Calcagno y toda la gente que estaba en Inteligencia en el Batallón Florida. Él no solamente ordenaba papeles, participaba directamente en las reuniones de Inteligencia en las cuales no todos los militares participaban y él estaba en ese grupo selecto, y además realizaba actividades fuera del batallón que suponemos, que son las que han denunciado varios compañeros que es el señalamiento de persona en la calle para ser detenidas.

EC —Si, tengo aquí una frase textual de Pereira: “Amodio Pérez ayudó muchísimo a detener personas”.

FAP —Claro, eso es así. Incluso hemos logrado en este período de tiempo… porque imagínese, para que entiendan usted y su audiencia, esta denuncia no rondaba en función de Amodio Pérez, él en realidad surge en el decorrer de la instrucción de esta denuncia.

EC —Y en particular surge en el año 2011, cuando Amodio Pérez era todavía “un fantasma”, en ese momento no se sabía dónde estaba, si estaba vivo, etcétera.

FAP —Exactamente, todos pensábamos que Amodio Pérez  era parte de la mitología, un mito, no sabíamos si estaba vivo, dónde estaba, si se había cambiado la cara, no sabíamos nada de ese señor, ni siquiera si había muerto, si lo habían matado, eso jamás se supo hasta que él aparece olímpicamente en Uruguay. En función de eso es que, desde mi opinión, surgen elementos clarísimos que en el día de ayer él los reconoce […] él reconoce que colaboró con los militares e incluso reconoce a Pereira, se acuerda de él y de Lucero, o sea que…

EC —¿Pero entonces la pregunta es: para qué se cita a declarar a Amodio Pérez ahora? ¿La decisión es una iniciativa de la Fiscalía y de la jueza?

FAP —Exactamente.

EC —¿O es un pedido que también ustedes entendían pertinente?

FAP —En su momento lo entendimos todos pertinente, incluso el fiscal [Carlos] Negro también lo entendió pertinente, cuando pide el procesamiento de Lucero por las prácticas que habían desarrollado respecto a estas mujeres también solicita la citación de este mito, este fantasma errante, que era Amodio Pérez, que en ese momento no sabíamos dónde estaba. Una vez que aparece es necesario traerlo e interrogarlo.

Yo lo que le quiero explicar es que nosotros no sabemos… sabemos cuál era la práctica de él, por lo menos tenemos tres compañeros que lo han visto en la calle señalando gente. No sabemos si la información que él brindó respecto a las compañeras del MLN que cayeron en aquel momento  y que fueron objeto de torturas salvajes… si no fue él el que aportó todos los elementos necesarios  para que estas compañeras fueran detenidas. Ahí está la vinculación con esta causa: las prácticas de este señor pudieron haber sido las que llevaron a las compañeras a ser detenidas y a ser objeto de violación de derechos humanos como las que decíamos. Sin perjuicio de eso, también surgen elementos en ese expediente que permiten traerlo para que sea indagado por las otras versiones de otros compañeros que a lo largo de estos últimos tiempos han dado testimonios clarísimos de su participación en la represión.

EC —¿Pero entonces la citación a declarar es para eventualmente terminar procesándolo, terminar atribuyéndole algún tipo de responsabilidad penal?

FAP —Eso es lo que yo espero, pero lo que quiero significarle es lo siguiente: este es un expediente en el cual hay muchos denunciados, pero en el decorrer del expediente surge su… Es como que usted denuncie a varios y después surge otro represor, porque en realidad en mi opinión Amodio Pérez es un paramilitar, en ese término hay que situarlo, no es un ex tupamaro, es un paramilitar, y en el decorrer de esa instrucción surge la actividad de un paramilitar que ayudó a las fuerzas represivas a torturar, a ubicar, etcétera. Cuando a usted le surge en un expediente la participación criminal de un individuo tiene el deber de traerlo, tenga o no vinculación directa e íntima con los hechos que se están investigando, para indagar si realmente no la tiene y para ver en qué otros hechos ha participado.

EC —El hecho de que su presunta colaboración con las Fuerzas Armadas se haya dado cuando estaba preso y bajo la amenaza implícita de que si no colaboraba podía ser torturado, lo cual era perfectamente posible teniendo en cuenta el ambiente de esa época, ¿no lo exime de ser imputado penalmente?

FAP —Yo pienso que no…

EC —¿La actitud que tuvo no puede ser sostenida o esgrimida como legítima defensa?

FAP —O estado de necesidad, por ejemplo, sí…

EC —Sí, o una estrategia para salvar a su compañera, Alicia Rey, que también estaba detenida.

FAP —Yo entiendo perfectamente el planteo e incluso es un tema que se ha discutido mucho. Hay muchos compañeros que en torturas lamentablemente fueron quebrados y en esas circunstancias colaboraron de una forma u otra con los militares, esa es otra discusión. Ahora, a Amodio Pérez nadie le tocó un pelo, él reconoce incluso en la declaración de ayer que a él nadie le tocó un pelo, entonces, él negocia la entrega de sus compañeros por su libertad y la de su compañera. Que existía o no la amenaza de nada, que si no colaboraba podía ser sometido… bueno, evidentemente sí, pero él eligió, él pudo elegir no solamente colaborar y dar nombres sino que también eligió participar directamente, como un compañero más de las prácticas [de tortura] y de las recorridas identificando gente. Acá el punto es este, que es lo que quisiera preguntarle a usted y a su audiencia: ¿cuántos tupamaros conocemos con el grado de importancia de Amodio Pérez que se le haya dado vía libre, que no haya estado un día preso, que no se le haya tocado un pelo y que se le haya dado una vida nueva en Europa, con tanta seguridad que si no es porque él aparece nadie hubiera sabido de su existencia? Creo que ese contexto tampoco podemos perderlo de vista en el sentido de que él voluntariamente termina siendo un colaborador libre en principio de sus captores, y luego pasa a ser un colaborador más, y muy importante.

EC —O sea que la aspiración suya en particular es que sea efectivamente procesado y responsabilizado.

FAP —Yo creo que sí, creo que la participación de él es clarísima en ese sentido. Hay otros ex MLN, como [Mario] Píriz Budes, que también hizo una colaboración de ese tenor y está viviendo en Rivera, como si nada. Pero sí, sin duda que mi aspiración sería que hubieran elementos suficientes como para poder imputarle no el homicidio directo, porque él de repente no mató a nadie, no torturó, no violó, pero sí a título de coautoría. Él brindó información necesaria sin la cual esos delitos no se hubiesen podido cometer. Hay gente que él identifica que los militares nunca hubiesen podido llegar a ellos si no era por la información que Amodio Pérez les dio. En ese contexto le cabe la figura de la coautoría de homicidio, de tortura, de privación ilegítima de libertad, de los delitos que se cometieron con información que él suministró.

 

 

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