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Caraballo: En Paysandú “la sociedad estaba demandando un cambio”

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El intendente electo en Paysandú, el frenteamplista Guillermo Caraballo, conversó con En Perspectiva a pocas horas de su triunfo en las urnas sanduceras. El dirigente explicó la situación de su departamento con la metáfora de “una casa que está cerrada, y como está cerrada está húmeda, sucia y oscura y es necesario que alguien venga y abra las ventanas”. De su punto de vista, su candidatura logró “interpretar esa demanda social que existía”.

Caraballo es uno de los dos nuevos intendentes del Frente Amplio que pertenece a la Vertiente Artiguista, un sector que  en las elecciones de octubre pasado había perdido su representación parlamentaria para este período.

EN PERSPECTIVA
Lunes 11.05.2015, hora 10.00

EMILIANO COTELO:

En cuanto a cantidad de intendencias el Partido Nacional [PN] lidera, 12, el Frente Amplio [FA] se ubica segundo con seis y el Partido Colorado [PC] queda con una sola, la de Rivera.

En el caso del FA mantiene Montevideo, Canelones y Rocha, pierde Maldonado y Artigas, pero gana Río Negro, Paysandú y Salto.

Vale la pena detenerse en algunos de estos departamentos del litoral, donde por lo visto el FA se hizo fuerte esta vez. Vamos a Paysandú, vamos a conversar con Guillermo Caraballo, que es el intendente electo. Caraballo es un hombre de la Vertiente Artiguista [VA], FA.

¿Cómo fue la noche del domingo desde el punto de vista de los nervios y del seguimiento del escrutinio y las proyecciones?

GUILLERMO CARABALLO:

Tensa calma. Durante los últimos días de la campaña le decía a los compañeros que hay que tener corazón caliente, cabeza fría, dientes apretados y nervios de acero, pero era difícil. Los tres candidatos que llevaba el FA en Paysandú nos juntamos con la presidencia del FA en la sede central y recibimos las informaciones de un sondeo que el FA había hecho a nivel nacional y que nos daba una leve ventaja respecto del PN, pero había que aguardar el tema de los votos observados. Transcurrieron las horas, estuvimos hasta las 3.00 o 4.00, nos fuimos a descansar con un resultado que era alentador pero que había que tener cierta cautela en general. Ya en la mañana de hoy con el 100% de los votos escrutados en el escrutinio primario tenemos una diferencia con el PN de 1.771 votos.

EC – El resultado es FA 34.912 votos, PN 33.141.

GC – Exacto, 1.771 votos de diferencia, y hay 2.465 votos observados, de modo que si bien uno podría decir que el PN aún tiene chances estrictamente en lo matemático, cualquier lectura básica en lo político hace pensar que esto es irreversible. De modo que nosotros cuando los medios de comunicación nos están ubicando para tener algunas primeras impresiones de estos resultados estamos planteando básicamente eso, que nos sentimos con la cautela necesaria pero con la convicción de que los números son irreversibles. En ese sentido estamos también a la espera de la gestualidad del PN…

EC – ¿El PN todavía no ha reconocido la derrota?

GC – No, ahora me planteaba gente de Radio Paysandú que habían tenido un contacto con Bertil Bentos y sobre el mediodía se juntaba el PN y ahí iba a tomar la decisión. Yo creo que sería una cosa buena del punto de vista institucional y de las organizaciones políticas [que reconocieran la derrota] porque nos permitiría comenzar a trabajar rápidamente. La Junta Electoral sin duda va a esperar unos días más para dar el resultado oficial, pero a todas luces es claro que esa tendencia es irreversible y que el FA ha recuperado una intendencia más.

EC – Justamente usted dice: el FA ha recuperado una intendencia. La había gobernado cinco años atrás, pero el PN la recuperó y el intendente fue Bertil Bentos, que ahora intentaba justamente la reelección.

DANIEL BUQUET:

Me llama la atención que en Paysandú y en cierto modo en Salto también el ex intendente frentista habría tenido una votación que podríamos calificar como mala, usted está prácticamente triplicando los votos de [el ex intendente Julio] Pintos. Me queda la duda de si hay un buen antecedente del FA como gobernante departamental o si es más bien el impacto de su campaña y su candidatura personal.

GC – Creo que acá en Paysandú hay un fenómeno nuevo, que no es la persona ni el candidato, el fenómeno no es Guillermo Caraballo, es un cambio de actitud de la sociedad de Paysandú. De la campaña nuestra hay muchas cosas para destacar, generamos un entusiasmo tremendo en la militancia, alentamos la imaginación para compensar la falta de dinero, lo dijimos expresamente, tuvimos aciertos en el rumbo táctico… Pero quizás el factor más relevante fue haber hecho desde muy temprano una precisa lectura del momento que estaba viviendo Paysandú, si nos equivocábamos en ese diagnóstico sellábamos nuestra derrota. Por lo tanto, esa tarea de minuciosa lectura de la realidad más que una virtud para nosotros fue una necesidad, porque no teníamos ni recursos ni estructura.

EC – ¿Y cuál es esa lectura del momento que vive Paysandú?

GC – Y que la sociedad estaba demandando un cambio en la política, una renovación, un recambio. Yo usé a lo largo de la campaña la siguiente metáfora: Paysandú es como una casa que está cerrada, y como está cerrada está húmeda, sucia y oscura y es necesario que alguien venga y abra las ventanas y las puertas, que entre un poco de aire y energía que seque las paredes, las pinte, coloque cortinas… Eso es lo que era Paysandú. No es que la gente nos comprendió a nosotros, nosotros logramos interpretar esa demanda social que existía y la canalizamos.

Al fin y al cabo usted imagínese que Bentos, que iba por su reelección con una acumulación política muy importante, tuvo 24.000 votos más o menos y nuestra candidatura tuvo 21.000. Cuando nosotros arrancamos varios nos decían: “Bueno, es prácticamente imposible ganar porque no tienen estructura, no tienen recursos, Caraballo no es tampoco de los más conocidos en el departamento”. O sea que en alguna medida, sin pecar de vanidoso, creo que parte de los manuales se rompen con esta lógica. Yo provengo de un sector que es la VA que tuvo en octubre un desempeño que no es el mejor…

EC – Es llamativo cómo la VA termina obteniendo dos intendentes en esta elección: Paysandú y Río Negro.

GC – Recién hablaba con Enrique Rubio y con el primer suplente, Andrés Limas, que es de la VA y va a ser el secretario general [en Salto] y decía que en realidad hay un resurgir de la VA desde el interior…

EC – ¿Pero el factor determinante es la VA o son estos nombres que propuso?

GC – No, creo que cada vez es más claro… hay muchas lecciones aprendidas en esto, creo que los liderazgos nacionales cada vez pesan menos a la hora de definir los votos en lo local, me parece que los que importan son los referentes y los liderazgos locales, eso es lo determinante para la gente, que termina sellando un pacto de confianza y de credibilidad con el dirigente local, no con el nacional, porque es el que se queda acá durante cinco años. Eso es en primer lugar, esto vale para todos. Nosotros tuvimos una experiencia en Paysandú en la cual el senador [Jorge] Larrañaga vino prácticamente a vivir en los últimos días a Paysandú, yo he dicho en los medios locales que me parece que quedan atrás esas relaciones feudales, le queda claro a todo el mundo que el departamento de Paysandú no es una estancia y que…

EC – Usted le está pasando la cuenta a Larrañaga.

GC –… es un patrón. Se vino a instalar a Paysandú, poco más que la contienda era el FA y Caraballo que iba, según las encuestas, liderando las preferencias de los sanduceros, y era un poco una confrontación con Larrañaga, eso no era así. Creo que el sistema político en general tiene que saber interpretar algunas señales que fueron dadas en estas elecciones en Paysandú. Una señal que para mí es muy importante es que la gente pertenece a una tradición histórica, se siente orgullosa pero no se siente atada cuando dirigentes se juntan y dan guiños para votar a determinado candidato. Eso pasó también con la concertación tácita que ocurrió entre el PC y el PN con Larrañaga y [Walter] Belvisi reuniéndose diez días antes de las elecciones y haciendo esa señal de sintonía de los colorados en votar al PN y a Bertil Bentos en particular, que es el que tenía chances dentro del PN para ganar.

ANTONIO CARDARELLO:

Además del triunfo es el segundo candidato más joven que gana en Paysandú. Larrañaga ganó con 32, usted está ganando con 40.

GC – Cumplí 40 la otra semana.

AC – O sea que Paysandú se está distinguiendo por elegir intendentes jóvenes.

GC – Es cierta audacia de la sociedad también en decir que dirigentes jóvenes, de treinta y pico o cuarenta y pico, pueden perfectamente tomar las riendas del departamento.

AC – Y cómo el sistema político se puede renovar a partir del interior, incluso el FA podría recurrir a la cantera del interior, como lo han hecho históricamente los partidos tradicionales, en especial el PN.

Quería consultarle en relación a lo que usted estaba mencionando en último término. En Paysandú han gobernado los tres partidos, en 1984 ganó el PC en una elección muy particular porque la intendencia la gana Belvisi pero a nivel nacional el partido más votado es el PN, o sea que ahí hubo una coordinación de dirigentes y/o de electores. Ahora, casi 30 años después, tenemos que Belvisi de nuevo es puesto en el tapete cuando se reúne con Larrañaga. ¿Ustedes ya esperaban un movimiento de este tipo, estaban preparados?, ¿cómo reaccionaron frente a esto?

GC – En las elecciones de 2010, cuando el FA perdió por 1.300 votos, nosotros teníamos una situación distinta, creíamos que ganábamos, estábamos subestimando a la derecha local, nos importó mucho más la intralema que la extralema y no advertimos que en los últimos días hubo un corrimiento de votantes del PC hacia el PN, que fue también un trabajo, pero hecho tras bambalinas. Lo que sucedió ahora es que fue expreso, no hubo una recomendación expresa: “hay que votar a Bertil Bentos”, pero sí dirigentes con mucha experiencia, como Larrañaga y Belvisi, se juntan diez días antes de las elecciones, hacen una conferencia de prensa, dicen que si gana uno va a contar con el otro… En definitiva todos advertimos, los actores políticos, la gente, los medios de comunicación, que era un guiño a los votantes colorados para que al PN y a Bertil Bentos.

Lo que dije en ese momento es que lo que no comprendían estos dirigentes es que la sociedad había cambiado, está mucho más informada, tiene autonomía política, opinión crítica… eso uno lo nota cuando habla con la gente, ya no sucede que los dirigentes dicen: “vamos a hacer tal cosa” y salen columnas de gente atrás. Eso quedó demostrado en este momento. Se dice que las campañas no solo se ganan aciertos sino cometiendo menos errores, y creo que ahí hubo también una torpeza de nuestros adversarios políticos que posibilitaron este triunfo del FA en Paysandú.

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