Agro

La Mesa Agropecuaria
Edición especial desde ExpoPrado celebró diez años acercando campo y ciudad

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RR —Son preguntas de respuestas muy largas, porque hay varios temas ahí, podríamos hablar del valor de la tierra, podríamos hablar de un montón de cosas. Se dice que el valor de la tierra se multiplicó por diez, pero no se multiplicó por diez, se multiplicó por diez si tomamos el peor momento de la historia del Uruguay, si tomamos cuando el campo de al lado se vendió en US$ 250 sí se multiplicó por diez, pero después tendríamos que analizarlo mejor. Porque es muy fácil descalificar, que es parte de la tarea de muchos, por eso hablaba hoy de ser muy cautos cuando tomamos proyecciones e incluso desde el punto de vista de los distintos gobiernos basados en uno o dos años muy buenos. Después preguntaste una cantidad de cosas en una, qué hicieron con la plata; en realidad el productor lo que hizo fue reinvertir en su negocio, no hizo otra cosa.

En la parte ganadera, cuando hablamos del campo y de eso de “¿cómo está el campo?”, ahora, como la lechería está mal, está atravesando problemas, la agricultura está con problemas también serios de endeudamiento, problemas en las cadenas de pago, en fin, se dice “la ganadería es la que –tú hablabas del llanto, yo no quiero ser tan violento– va a salvar toda la circunstancia, porque la ganadería está bien”. El sector ganadero de por sí es más estable, porque ha sido históricamente estable y es más estable en su producción, su producción es de más largo plazo. Siempre me ato de una publicidad que hacían en otro país que decía “la carne que usted está comiendo hoy llevó cuatro años producirla”. Son negocios de más largo plazo, es más predecible y responde a una regla de la economía que es a menor riesgo y mayor estabilidad, menor rentabilidad. El negocio de la ganadería es de baja renta, a nivel nacional y a nivel mundial, sacando años puntuales que pueden haber sido muy buenos, cuando uno mira los promedios históricos, el negocio de la ganadería tiene un bajo margen. Podríamos analizarlo de distintas maneras con los distintos indicadores.

Lo que está sucediendo hoy es que el sector ganadero está volviendo a esos promedios históricos. Cuando me toca hacer presentaciones trato de llevar datos que no sean construidos por la ARU, porque cuando vienen datos de la Dirección de Estudios Agroeconómicos dicen “esos datos los armaron ustedes”. Lo que está sucediendo con las empresas ganaderas es que los márgenes son cada vez más ajustados. Nuestras proyecciones todavía no están cerradas del todo, pero según los datos del Plan Agropecuario, de Fucrea, el ingreso de la cría no va a superar los US$ 40 por hectárea por año antes de pagar la renta, porque si hay que ir a pagar la renta ya no se puede pagar o estamos en dificultades. Digo esto porque una vuelta me preguntaban cuál es el margen de la ganadería y dije “US$ 40 por hectárea”, y me dicen “¿por mes?”. No, por año. Esa es la realidad del negocio agropecuario.

RD —Siendo dueño del campo.

RR —Sí, claro. Podríamos ir al negocio de la invernada, ahí vamos a estar en mejores campos, con rentas más grandes, pero no van a superar los US$ 80, los US$ 90 antes de pagar la renta. Hoy esos campos compiten con la agricultura.

RD —¿Un productor que utiliza tecnología?

RR —Sí, podemos entrar en la parte de la innovación y la productividad y todo lo demás, en otras cosas que creo que son las principales causas del deterioro que está teniendo en general todo el sector productivo y particularmente el sector ganadero.

DL —En el sector lechero los dos últimos años han sido no buenos y en particular este año ha sido muy malo. Se están cerrando los ejercicios 2015-2016, he tenido acceso a los primeros ejercicios cerrados de productores de punta, de mucha tecnología, y están cerrando en el entorno de US$ 70, US$ 80 de ingreso neto del capital por hectárea. Si esos productores de punta están en ese nivel, la enorme mayoría de los productores lecheros van a estar con ingresos de capital negativo en este ejercicio. ¿Por qué? Básicamente yo tomaba los datos de que en julio de 2014 un productor lechero recibía US$ 0,44 por litro y en julio de 2016 estamos en US$ 0,27, US$ 0,28, pero si bien hubo una baja de costo, no fue del mismo grado que la pérdida del precio del litro de leche. A modo de ejemplo, en junio de 2014 el poder de compra de la leche era de 103 % y hoy es del 69 %, hubo una caída de casi 30 % en el poder de compra del litro de leche. Eso se reflejó en una caída en la remisión, hoy estamos, en comparación con el año pasado, remitiendo un 14 % menos leche a las plantas que el año anterior. Y ha sido un ejercicio muy complicado desde el punto de vista productivo, mucha lluvia te complica mucho.

Además entramos en un sector muy endeudado. En la parte bancaria el sector anda en un endeudamiento del entorno de US$ 270 millones, casi cuatro veces más que en el 2010. El sector se endeudó, básicamente tomó un FAL (Fondo de la Actividad Lechera que pagan todos los productores por cada litro de remisión a partir de setiembre durante seis o siete años) de US$ 70, US$ 80 millones. Es un sector complicado, pero yo le daría cierto tono de optimismo, uno tiene la impresión de que lo peor ya pasó, los precios internacionales de la leche en polvo aumentaron, están en el entorno de los US$ 2.900, US$ 3.000 la tonelada.

RD —Están mejorando en el segundo semestre del año.

DL —Han mejorado ahora, aumentaron en los últimos dos remates de Fonterra –que son un indicador muy importante para la lechería–, ha disminuido la producción de leche en Europa, ha disminuido la producción de leche en Australia –que son competidores nuestros en el mercado internacional– y China empezó a competir. Es decir, frente a un panorama negativo, uno siempre tiene que estar pensando en positivo y da la impresión de que lo peor pasó.

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