Agro

La Mesa Agropecuaria
Movimientos del precio de la soja, baja en la preñez vacuna y telegramas

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EC —¿Y qué está pasando en cuanto al área destinada a la agricultura?

GV —Todavía nada, porque recién salimos de la cosecha y recién el año que viene, dentro de cuatro o cinco meses, vamos a entrar en una nueva zafra. Creo que si se mantienen estas condiciones va a aumentar.

EC —Va a aumentar con respecto al año anterior, cuando había habido una caída.

GV —Sí. No se va a llegar a los valores del pico, todavía –decimos todavía porque puede pasar cualquier cosa– no se va a llegar a áreas marginales como antes. Los que teníamos los dos negocios, agricultura y ganadería, dejábamos las praderas un año más, dos años más, las estábamos refertilizando, y ahora mucha de esa área que perdió productividad va a entrar nuevamente en el ciclo agrícola.

AB —Vuelvo sobre el planteo de las subas y bajas de los productos con relación a la suba y baja de los costos. El problema es que no siempre están en fase, muchas veces están desfasados. Es más, con esto que se está analizando en esta mesa Cameron tuvo una disentería y bajan los precios, pero automáticamente no baja el precio del nitrógeno, de la urea o de la tierra, se producen ciertos acomodamientos, y eso es particularmente peligroso. En realidad los cultivos no bajaron tanto con relación a la baja de precios ni van a subir tanto con el aumento de precios, están como con más buffer, amortiguados. Pero el precio de arrendar la tierra puede subir demasiado y el sector agrícola a lo mejor puede llegar a pagarlo circunstancialmente. El problema es que se desarma muchas veces circunstancialmente a otros sectores que son muchísimo más lentos de rearmar. Específicamente el lechero, que sigue con dificultades.

Entonces este tipo de situaciones son peligrosas en función de la productividad del país. No es solamente lo circunstancial, no es el pasado mañana, es tener la visión con la mira en el largo plazo, porque le podemos errar al bizcochazo y comprometer al sector agropecuario en su conjunto.

PC —Más o menos suscribo lo que estoy escuchando. Yo también creo que el precio más o menos lo estamos asumiendo como está, el área la estamos asumiendo más como el año pasado, creo que nos quedaron algunas cicatrices de haber crecido sobre campos que no eran buenos, que hoy se devolvieron. Me parece que no se vuelve a esos campos, por estos precios; después podemos tener alguna borrachera si llegamos a 500, 600, pero con estos precios creo que la prudencia es lo que va a imperar.

Traigo algún dato de cómo es el Reino Unido como productor agropecuario. Exporta básicamente alimentos a la Unión Europea, 24 % de la carne, y 45 % le importa a la Unión Europea. Así que en la parte agrícola y de carne tienen un casamiento importante que se va a romper, o no sabemos cómo lo van a manejar, si le van a perdonar cosas o no. Por tablas Nueva Zelanda y Australia tienen cuotas muy importantes de ingresos sin arancel a Europa, pero porque tienen un amigo ahí adentro que es el Reino Unido. Esos sí son volúmenes de carne muy importantes y es por allí por donde este divorcio nos podría complicar. Una catástrofe de Europa también podría ser un escenario totalmente distinto en el sentido de que el que se fue era uno de los que salían a trabajar, venía y daba el sueldo para adentro y los muchachos del sur después gastaban bien.

EC —Me permito una corrección: no es el que se fue, todavía no se fue.

GV —Y no se sabe si se va a ir.

EC —En todo caso se irá dentro de dos años. Pero está toda esta incertidumbre planteada.

PC —Y a lo mejor es una pareja de esas que se separan para pensar y después vuelven. En general no ocurre.

GC —Lo interesante de esto, y para marcar un matiz en los commodities, la soja, el maíz, el trigo son commodities, igual que el hierro, igual que el petróleo. La diferencia sustancial es que se comen. El hierro no se come, el petróleo no se come, el oro no se come, el dólar no se come; la soja, el maíz, el trigo, con alguna pequeña cosita, se comen. Entonces marcan una diferencia enorme con respecto a lo otro. De hecho, los otros commodities seguían bajando con esta situación, y los granos se dieron vuelta inmediatamente. Porque hay una dependencia, la producción del mundo se concentra en dos o tres regiones muy importantes, que vendrían a ser Europa –básicamente Europa del Este–, Estados Unidos y Mercosur, y el resto del mundo compra lo que se produce ahí adentro. África tiene un potencial para ser algún día un productor muy grande, pero hoy no lo explota. Como hay una dependencia muy grande de ese comercio del grano, ante cualquier situación adversa, como puede ser La Niña, una expectativa de año Niña para este año –que quiere decir que va a llover menos– hace que los precios, aun en una situación mala, suban. Creo que esa es la señal más positiva que tenemos por delante, que aun en una situación adversa los precios estén subiendo.

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EC —Les menciono dos mensajes que llegan de la audiencia. Pancho señala: “El costo logístico uruguayo, en particular el del combustible, es muy alto para la agricultura. Su efecto es similar al de una detracción”.

GV —Pero no es de ahora, ya era antes. Teníamos ese costo con precios bajos, ahora tenemos ese costo con precios mejores.

EC —Y Juan señala: “Sigue faltando el sector arrocero, que se encuentra tan o más golpeado que la soja y es de los que no aflojan ante la adversidad y dinamizan mucho”.

RD —Voy a defender al amigo […], que integra el equipo, está siempre presente. Acá tomamos el caso de la soja, que sin duda ha sido la gran dinamizadora. Al sector arrocero lo tenemos en cuenta siempre, está incluido, pero hay que elegir algún tema.

PC —Lo tenemos presente en nuestras oraciones, porque es complicada la situación del arroz.

GV —Y el arroz no se mueve en Chicago, no tiene la dinámica que tienen los otros granos. Ese es otro tema.

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