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La Mesa Agropecuaria: Incertidumbre en el sector lechero

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El sector lechero uruguayo atraviesa por tiempos de mucha incertidumbre. Las manifestaciones más visibles han sido los cierres de dos plantas industriales de capitales extranjeros en menos de seis meses. En este contexto, tamberos, empresarios y trabajadores miran el futuro con preocupación. Rosanna Dellazoppa, Heber Martínez, Daniel Laborde y Rodolfo “Catalán” Irigoyen analizan la situación en La Mesa Agropecuaria.

EN PERSPECTIVA
Martes 23 de junio, hora 9.08

EMILIANO COTELO:
El sector lechero uruguayo atraviesa por tiempos de mucha incertidumbre. Las manifestaciones más visibles han sido los cierres de dos plantas industriales de capitales extranjeros en menos de seis meses. En este contexto, tamberos, empresarios y trabajadores miran el futuro con preocupación.

La leche que día a día consumimos en casa depende de un conjunto de familias y pequeños productores distribuidos en varios departamentos, que, además, sostienen un rubro destacado en las exportaciones de nuestro país.

Se trata de un sector socialmente muy importante. Por eso, en La Mesa Agropecuaria vamos a poner el foco en esta coyuntura que está viviendo y, sobre todo, en las perspectivas que se le presentan. Nos interesa en especial verlo desde el punto de vista de un tambero.

Rosanna, presentemos a los participantes de hoy.

ROSANNA DELLAZOPPA:
Heber Martínez, a quien tuve el gusto de conocer cuando trabajamos en el proyecto con el colegio Santa Rita con Conaprole y Unión Rural.

EC – Es productor lechero familiar en Villa Rodríguez, San José.

RD – Lo que es interesante es su historia. Empezó con cuatro vacas y lentamente, muy lentamente, a lo largo de 15 años ininterrumpidos, fue aumentando el número de vacas en ordeñe, junto con su esposa, todos radicados en el predio, sus hijos, y hoy está cerca de las 90 vacas en ordeñe. Tiene tres hijos, los tres hijos estudiaron, dos están trabajando con él y uno está trabajando en la industria. Todos están radicados en el predio de Villa Rodríguez.

EC – ¿Es propietario o arrendatario?

HEBER MARTÍNEZ:
Las dos cosas, propietario de a poquito, fui comprando de a fraccioncita unas 40 hectáreas, y el resto es arrendado.

RD – Nos acompaña también Daniel Laborde, de los pagos de Flores, que es integrante del grupo de Agro En Perspectiva.

EC – Ya ha participado en algunas de estas mesas.

RD – Es médico veterinario, está radicado en Flores y también es productor lechero.

EC – El otro es conocido: Rodolfo “Catalán” Irigoyen.

En primer lugar conviene que situemos qué es lo que está pasando en este rubro, en el sector lechero. Yo decía que el panorama preocupaba. ¿Podemos repasar algunos hechos, algunos datos?

RD – Cuando hicimos el punteo nos faltó poner algo básico: la falta de agua de lluvia para la producción de alimento, fundamental en el día a día de la lechería, sumada además a las bajas temperaturas.

Vinculado a precios al productor, según datos del Instituto Nacional de la Leche (Inale), se pagó un precio promedio de 32 centavos de dólar por litro, cuando un año antes se pagaba 48 centavos de dólar por litro.

La noticia más comentada de estos días es que de los 4.500 trabajadores de la industria más de 500 quedaron sin empleo por el cierre de dos empresas, Ecolat en Nueva Helvecia y Schreiber Foods en San José.

Respecto a la caída de las ventas del sector en el exterior: el retiro de Venezuela, la baja de 148 millones de dólares a 14 millones de dólares, China de 49 millones a 9 millones y Rusia de 28 millones a 16 millones de dólares.

Algunas colocaciones aumentaron en Brasil y México, pero los números anteriores son bien explícitos.

Por último, el monto de las exportaciones registró una baja de 117 millones de dólares, lo que equivale a un 31 %.

EC – ¿Alguno quiere agregar algún dato más a propósito de estas pinceladas?

DANIEL LABORDE:
No solo la no participación de Venezuela en la compra está teniendo un impacto grande, sino también el no pago de productos que ya se vendieron. Eso está impactando muy fuerte. Y no se vende pero la industria tiene que pagar la leche todos los fines de mes, eso ha llevado a que haya un stock muy grande y obviamente hay un problema financiero importante no solamente para los productores, por esa caída del precio de la leche, sino también para la industria, que stockea producto sin poder vender.

EC – Ahí tengo una pregunta: la industria láctea uruguaya, todo el sector, ¿no se vio venir esto de Venezuela? ¿No era obvio que la dependencia que estábamos teniendo de Venezuela era muy riesgosa? Es conocido por todos que es un mercado hiperregulado y con una economía desbarrancándose desde hace años. ¿No hubo que haber abierto antes otras alternativas, no hubo que haber zafado de esa dependencia?

HM – Es que hoy por hoy no hay otra alternativa. En todo el mundo está sucediendo exactamente lo mismo.

EC – Hoy; pero hace un año, un año y medio, esto se veía venir, que Venezuela era un mercado delicado.

HM – La leche que hoy hay stockeada es la última leche que se fue produciendo. El stock que perjudica, el que se ve venir, es el de ahora hacia la primavera, ese es el que no tiene salida.

RODOLFO IRIGOYEN:
Estoy rodeado por invitados que saben muchísimo más de lechería que yo. Por lo tanto estoy muy tranquilo en ese sentido, de que van a responder todas las preguntas de tipo técnico sin que yo tenga que intervenir. Por lo tanto la que me queda es aproximarme al tema desde el ámbito económico, que es en el que habitualmente me muevo.

El problema con Venezuela es que no es una dependencia asumida gratuitamente. Los negocios con Venezuela tienen otras implicancias más allá de las meramente de oferta y mercado. Y era prácticamente el único país que compraba queso. A los demás clientes de Uruguay, que son muchos, no había posibilidades, con nuestros costos, de venderles. Mientras Venezuela compró y pagó, no había otra. Era algo riesgoso, pero no había otra posibilidad.

EC – Pero no pasó eso solo con la industria láctea, está pasando con varias de las llamadas “empresas autogestionadas”, por ejemplo que apoyó el Fondes, que tenían buena parte de sus negocios mirando a Venezuela y ahora están enfrentando las dificultades que muchos vieron venir.

RI – Por lo tanto el problema es mucho mayor. Una cosa es un determinado producto, un sector muy dinámico y con un mercado interno también importante y otra cosa es toda una empresa que depende de un país con el que –digámoslo, aunque esto por lo general levanta alguna discrepancia– funcionaban los precios políticos más que los precios de mercado.

RD – La otra cosa es que nos faltaría la industria, pero me consta que a nivel industrial en general, por lo menos de la agroindustria, siempre el tema mercados, búsqueda y ampliación y alternativas diferentes es una constante. O sea que hay veces, como dice el Catalán, cuando el tema es quesos y no hay otro destino, que no es lo que se quiera, hay una búsqueda permanente de poner los huevos en diferentes canastas.

DL – Coincido con Emiliano en el sentido de que era una muerte anunciada. No había que ser un especialista en análisis de política exterior para darse cuenta de que Venezuela se venía desarmando día tras día y que estaba pagando la leche y los quesos bien por encima del mercado. Evidentemente iba a llegar el momento en el cual la cadena de pagos se iba a cortar.

Hay industrias en Uruguay que tienen un mercado diversificado. Particularmente Brasil tiene una importancia muy grande, Argelia, Rusia, China. El tema es que hoy por hoy todos esos mercados que el año pasado eran muy fuertes no están comprando. Y lo que nos está pasando a nosotros le está pasando también a Fonterra, que domina el 50 % del mercado exterior. Acabamos de perder una licitación en Argelia con Fonterra, precisamente, cuando la habíamos ganado seis meses atrás.

EC – Está bien, pero otra forma de razonar era decir: esto que estamos pudiendo vender a Venezuela es un extra, es un pequeño milagro, vamos a no atarnos a ello, vamos a hacer una reserva para el momento en que esos negocios se caigan.

DL – Eso se hizo. Particularmente la industria a la que uno remite y de la cual es defensor, que es Conaprole, hoy está pagando un sobreprecio de la leche básicamente porque en los años buenos tuvo la sabiduría de hacer un fondo de estabilización del precio al productor. Realmente para nosotros ha sido muy muy importante esa buena decisión política. Y tal vez el haberle vendido a Venezuela a buenos precios la leche fue lo que permitió ese fondo de estabilización.

Esa pregunta que tú hacés se la hice un día a Ruben Núñez, el gerente general de Conaprole, si no convenía abrirse un poco de Venezuela por lo que se veía venir. Y él me dijo: “Hasta este momento nos están pagando y nos están pagando precios que en otros mercados no conseguimos. Tenemos que seguir ahí”.

Otro tema es que la diversificación de mercados es una política de Estado, y los tratados de libre comercio y todo eso que uno oye hablar que otros países logran no se hace de un día para el otro, hay que trabajarlo. No porque hoy estemos mal vamos a hacer un tratado de libre comercio con China para venderle a China. Esas cosas son visiones de futuro.

EC – Hay una pregunta de la audiencia que es más para la industria, pero la dejo planteada: “Si no se le puede cobrar a Venezuela lo que debe, descontarlo de lo que se paga por petróleo”. Creo que hay alguna gestión en ese sentido.

DL – Tengo entendido que sí.

EC – Rosanna, tú querías que aterrizáramos esta situación que nos ocupa hoy en la mesa por el lado del día a día de un productor, quizás justamente de alguno de los que nos acompañan como invitados.

RD – Como tú siempre insistís con el tema de los ejemplos prácticos, me gustaría que Heber nos contara, dado este marco medio tenebroso que planteé al inicio, cómo es un día a día suyo para graficar cómo lo estás sobrellevando.

HM – El día a día se nos ha puesto muy complicado por todo, porque no es solamente el precio, también el clima nos viene pegando bastante fuerte, y nos han aumentado demasiado los costos. Uno que es un productor que siempre ha tratado de crecer sobre la base de mejorar tecnificándose y tratando de mejorar en calidad ha tenido que hacer fuertes inversiones estos últimos tiempos para poder lograrlo. Entonces hoy por hoy, al bajar el precio de la leche y tener menos litros que cuesta más producir, nos estamos viendo bastante complicados.

RD – Uno podría hacer la pregunta de afuera de qué pasó durante en estos 10 años buenos, qué hizo un productor familiar, como en su caso, si generó un fondo de reserva, si utilizó las reservas para invertir, cómo es que está sin nada ahora para enfrentar la situación.

HM – El productor al que le gusta ir para adelante por lo regular siempre tiene reservas para un año. El problema hoy es más que nada financiero –porque llover creo que va a llover, verde vamos a volver a tener y vamos a poder hacer ese enganche–, porque en estos 10 años buenos el productor, en vistas de que había buenas perspectivas, ha tratado de hacer plazas de alimentación para aprovechar más la comida, de poner agua a la parcela para darles mejor calidad de vida a los animales y que no tengan que caminar tanto. Eso ha llevado a producir más litros de leche y a tener que cambiar el tanque de frío –es una de las cosas me han pasado–, y por el tanque de frío tuve que pasar a más potencia en la luz, y eso ha tenido un costo muy alto. Todo eso lleva a que produciendo más y ganando más uno termine metiéndose en créditos para poder lograr todas esas cosas, viendo que el futuro parecía ser muy bueno. Y hoy nos agarra enganchados con algunos créditos en dólares, con un precio de leche bajo, con menos litros que se producen caro. Eso nos tiene muy preocupados porque necesitaríamos un enganche de dinero, un empujón para poder llegar a la vuelta buena que seguramente –soy muy optimista– va a llegar otra vez y pasar este momento tan difícil que estamos transcurriendo hoy.

RD – Con respecto a la vinculación con la cooperativa, ¿ustedes tienen algún apoyo, algún asesoramiento a la hora de hacer una inversión, a la hora de crecer, de tomar decisiones importantes para adelante?

HM – Uno siempre trabaja con técnicos y la misma cooperativa, que hacía inversiones para poder captar todos los litros que todos los productores íbamos aumentado por aplicar tecnología, nos iba exigiendo que fuéramos haciendo las inversiones y tratando de mejorar más tranqueras adentro, por el tema también de tierras, porque venía muy difícil conseguir tierra, entonces había que tratar de tecnificarse para poder producir más.

RD – Para ganarle a la soja.

HM – Sí. Yo estoy rodeado de soja.

RI – Complementando lo que decía Heber, desde una perspectiva un poco más general yo querría destacar que el sector lechero uruguayo en su conjunto lleva más de 35 años creciendo a una tasa del orden del 5% anual acumulativo. Eso es muchísimo, acá y en cualquier parte del mundo. Porque a veces miramos las cosas buenas que se hacen afuera y no las que se hacen acá. Y eso es inversión, inversión en todos los planos, del sector primario y del sector industrial. Para duplicar la producción de leche cada 12 años, que es lo que ha ocurrido, se necesitan muchas inversiones; el productor acá presente detallaba algunas de ellas. También a nivel industrial han sido muy importantes.

Algunos preguntan –es habitual oírlo– por qué no se previó esto en los años buenos. Les llaman años buenos –que muchas veces lo fueron pero otras no– a los años de precios altos. Pero los años buenos de precios altos van acompañados de años malos de costos altos. Entonces los márgenes no necesariamente son una consecuencia vis-à-vis de los precios, se puede tener precios muy altos y números rojos. En general no es lo que ha ocurrido, pero cuando se ve el crecimiento, eso es inversión. Como decía Heber, cambio del tanque de frío, aumento de la cantidad de praderas, aumento de la proporción de raciones… No voy a entrar en esos temas, pero sí me importa resaltar la perspectiva global de un sector extraordinariamente dinámico, y no porque le regalaron algo, sino porque aumentó su eficiencia de producción en todos los niveles.

EC – ¿Cómo vive día a día esta misma situación un productor más grande?

DL – Reconozco que venimos de muy buenos años, los últimos dos años son para encuadrar. Como decía Heber, prácticamente un 50 % de lo que se ganó fue con inversiones, en el promedio de los productores fue con inversiones para crecer, para aumentar productividad, para aumentar eficiencia. Hoy las cuentas empiezan a no cerrar, porque el costo de producción anda en los 33, 34 centavos de dólar y lo que recibimos en mayo fue 32 centavos de dólar. El planteo del sector lechero no es pedirle al gobierno que regale absolutamente nada; esto es un tema coyuntural, no es un tema estructural.

RD – ¿Estás convencido?

DL – Sí, absolutamente convencido. Yo tengo 10 años de productor, pero estas vueltas se dan cada ocho, nueve años. En este momento se dio una coyuntura de mal clima, mal precio. Y la idea no es pedir regalo de nada, lo que estamos precisando es financiación para poder pasar este momento de baja de precios y costos muy altos hasta que llegue la vuelta que va a ser buena. Ya hay experiencias de 2002 con el FAL 1, el FAL 2.

EC – ¿Qué es el FAL?

DL – El FAL es un fideicomiso por el cual los productores reciben un dinero que después pagan, y todos los productores son solidarios. Va a ser un FAL, va a ser un préstamo del Banco República, lo que estamos precisando es un financiamiento para poder pasar este momento de un año, quizás dos. Si hay algo en lo que el productor lechero tiene trayectoria es en pagar los créditos. Las experiencias del FAL 1 y el FAL 2 nos vinieron muy bien, pero seguramente al sector financiero que prestó ese dinero le vinieron bárbaro, porque la [solidaridad] del sector lechero es muy buena.

HM – Me duele mucho cuando la gente dice “en estos años buenos ¿cómo no guardaron para ahora?”. El productor, siempre tratando de apostar a más, va invirtiendo y se va endeudando, hoy se ve en esa encrucijada de que no pudo llegar a la orilla y necesita ese empujoncito para poder llegar y mucha gente cree que uno se echó el dinero al bolsillo. No es así, uno siempre trata de apostar a más. Eso lleva a que más empresas vendan maquinaria, las barracas trabajen, porque venimos haciendo planchadas, comederos, trabajan los albañiles, hay mucha gente detrás de esta cadena que hoy se ve perjudicada al nosotros frenarnos. Entonces un empujón a nosotros es un empujón a todo el resto de la sociedad, incluso a los empleados de las fábricas, porque si nosotros nos quedamos por el camino y no podemos remitir leche va a pasar con Conaprole como pasó con estas plantas que se han ido.

***

EC – Hablemos de los cierres de empresas.

RD – En los últimos seis meses, dos empresas de capitales extranjeros anunciaron su retiro de Uruguay. Incluimos esto en el encuentro de hoy a propósito de una entrevista que escuché del colega Blasina a un asesor de los trabajadores de la industria. Entonces nos interesaba conocer cuál es la visión de ustedes respecto a esta situación que se está dando, qué pasa cuando vienen capitales extranjeros, invierten y de golpe se retiran.

DL – En lo personal, encantado de que vengan capitales extranjeros a invertir, porque es la esencia de la economía de los países, la inversión. Lo que no me gusta son esas salidas tan rápidas que dejan un montón de gente en la calle y muchos productores de un día para el otro sin saber adónde enviar la producción. En el caso del productor lechero es muy complicado, porque después de que te limpian el tanque por última vez, al otro día se te llenó de nuevo y no sabés a quién enviarle la leche.

Lo otro que no me gusta es que tal vez alguna de esas industrias tuvo importantes beneficios fiscales que tal vez empresas nacionales no tengan por ser nacionales y que de esa forma van a competir en desventaja. Sin embargo cuando llegan las verdes, se van. Pero es la realidad, las empresas se montan para ganar dinero y cuando les va mal cierran las puertas.

RD – ¿No hay ninguna forma de atenuar, digamos cuando te doy beneficio fiscal como país y te pongo, por ejemplo, una cláusula que diga “avisame 90 días antes de retirarte”?

DL – Eso lo tendrá que definir el Ministerio de Economía.

EC – Entrevistamos en En Perspectiva al intendente de San José, José Luis Falero, del Partido Nacional, que fue intendente y ahora va a asumir de nuevo porque fue reelegido. Él señalaba, teniendo en cuenta que una de las dos industrias que está cerrando es Schreiber Foods, radicada en San José, que esa empresa recibió estímulos y beneficios a esos efectos, y tenía la impresión con su equipo de que había que revisar ese sistema de promoción de inversión, quizás volverlo más exigente. No adelantaba ninguna medida, decía que había que mantenerlo, pero realizarle ajustes. ¿Ustedes qué piensan de eso?

HM – Creo que esa ida rápida de las empresas viene más por el lado de que los que vienen al frente de los capitales extranjeros no son tontos. Ellos ven cómo se mueve en el país todo el tema sindical, entonces creo que estos cierres de golpe y zumbido son para no dar mucho tiempo a que los empleados, los sindicatos se armen y tomen la planta –como ya ha pasado con otras plantas– porque después se ven envueltos en muchos más problemas. Creo que un poco la disparada esa de golpe es para no dar mucho tiempo a buscar soluciones por el lado de los empleados.

RI – Reafirmo lo que decía Daniel al principio. Creo que todo el país debe hacer un sinceramiento sobre qué es lo que piensa de la inversión extranjera. Porque cuando viene alguien a invertir acá es un reconocimiento a las bondades del país, es un éxito para el gobierno, es un voto de confianza a la estabilidad de nuestras instituciones, etcétera. Pero cuando se va lo pintan como un pirata de ojo tapado que viene a ganar plata fácil y cuando no se le da eso se marcha de un día para el otro.

No voy a entrar en la casuística de si avisó con tiempo o no. Tengo entendido que Ecolat avisó varios meses antes, se le pidió un plazo para replantear algún negocio y en ese plazo no hubo nada. En esta otra industria fue mucho más breve el plazo de cierre. Pero creo que debemos hacer ese balance y aceptar las cosas como son. El cierre de empresas es tan necesario para el funcionamiento del sistema como la apertura, está en la esencia del sistema económico, no podemos pretender que eso no ocurra. Y menos cuando se trata de una inversión extranjera, que por lo general son grandes empresas, para las cuales de repente la inversión en Uruguay es algo muy subsidiario que no tiene mayor problema en dar por cerrado en una reunión de directorio.

EC – Mientras hablabas, Daniel te miraba como de reojo.

DL – Creo que también en nosotros mismos, en los productores, está la defensa. Por suerte hoy tenemos un sistema cooperativo lechero muy fuerte, que es Conaprole, el 75 % de la leche se remite a un sistema cooperativo, no solo Conaprole, está Calcar, está en cierta forma Claldy también. Es una fortaleza muy grande y está en manos de los productores hacer que esas cooperativas sean pujantes, estén saneadas económicamente y hagan un buen papel como empresas. Que no siempre fue así. Yo si fuera productor ganadero estaría encantado de tener un sistema frigorífico cooperativo tan fuerte como es Conaprole hoy, porque haría mucho más cristalino el mercado. Más y mejor cooperativa es la herramienta que tenemos los productores lecheros hoy para fortalecer el sistema.

EC – Pero eso no impide que aparezca otro tipo de industrias. Estas que hemos mencionado, por ejemplo. Entonces, ¿cómo se maneja la inserción en el mercado de ese otro tipo de empresas?

DL – Es muy bueno que entren al sistema empresas privadas, porque eso les exige a las cooperativas ser mejores. Es muy bueno un sistema abierto. El tema es que estas empresas cuando entran van por los productores más grandes, les ofrecen un sobreprecio por su leche. Ahí está la decisión o el riesgo que toma el productor de que le pase lo que les pasó a muchos productores de Schreiber Foods y de Ecolat, que de repente se vieron tentados por ese sobreprecio que dura un año o dos, pero después cuando vienen las verdes…

RD – … van a golpear a la cooperativa.

DL – La fortaleza de las cooperativas, que están en manos de los productores, es la gran herramienta que tenemos para que estas cosas no sigan pasando.

HM – El perjuicio que estas empresas que vienen de afuera les causan a las cooperativas, que son quienes apuestan al mercado interno aun habiendo precios más altos en el exterior, tratando de que no le falte la leche a doña María para su nene, es que tratan de captar el mayor precio posible y después se van y dejan a todo el mundo en banda. Y la cooperativa, que apostó y capaz que vendió a menor precio durante mucho tiempo en el mercado interno, después no se tiene en cuenta o no tiene el apoyo de las partes gubernamentales que tuvo una empresa que vino de afuera.

RD – Planteé este tema porque me interesaba compartir el hecho de que se pone, como en la entrevista que mencionaba, que el que viene de afuera invierte, no le importa nada del ser humano uruguayo que está acá. Como que quisiéramos cambiar algo que es una realidad, hay inversiones e inversionistas que vienen a ganar plata, si no ganan plata se van. Entonces cómo se ve el tema de estas 500 familias que quedan ahora en la calle o sin trabajo, sin ese trabajo que tenían, ante los ojos de la sociedad.

RI – Cuando uno se ubica así, por supuesto, es una situación desesperante, ni hablar. Pero demos un paso más atrás y veamos las cosas en términos más generales. Se le exige responsabilidad social a las empresas extranjeras, se pone un énfasis especial en la palabra “extranjeras”, como diciendo “vamos a diferenciar muy bien”. Creo que la responsabilidad social de esas empresas es cumplir con toda la normativa del país estrictamente. Y que yo sepa, lo han hecho, en el sentido de pagar los sueldos que corresponde, pagar los despidos, cerrar prolijamente y demás. Más que eso a una empresa extranjera no se le puede pedir, no se le puede pedir responsabilidad social. La responsabilidad social pasa a ser del gobierno. En el caso de las cooperativas sí tienen una participación más de tipo social, en ese caso sí podría exigírseles un poco más, de repente también porque en algunos períodos pagan un poco menos la leche que esas empresas extranjeras. Entonces, a cada uno lo que le corresponde, no pedirles a las empresas extranjeras que, además de ser cumplidoras y demás, sean buena persona.

EC – Hay varios mensajes de la audiencia. Por ejemplo este de Juan, que se quedó pensando en algo que dijo Daniel: “Las empresas extranjeras hicieron que las cooperativas uruguayas fueran más eficientes”.

RD – Es la competencia.

DL – Creo que fue así. Conaprole, sin ir más lejos, en el 2002 estuvo a punto de venderse al grupo de Juan Navarro por tres grisines.

EC – El grupo de Juan Navarro era el grupo Exxel.

DL – Hubo un liderazgo muy fuerte de Conaprole, de su gerente, Panizza, y de muchos productores que hizo que Conaprole se mantuviera ahí. Hoy por hoy es la gran defensa que tenemos los productores lecheros en general. Tal vez la Conaprole de hace 20 años, si no hubiera existido la Parmalat de Goodman, no sería tan buena como es hoy. La competencia es buena, y la competencia de las cooperativas con la empresa privada es mucho mejor, porque las obliga a ser eficientes, a innovar, a tener equipos gerenciales importantes. En ese camino es que hay que avanzar.

***

RD – Hablamos mucho de las empresas extranjeras, y me parecía importante también, tratando de rescatar conceptos, ver qué está pasando con la industria de capitales uruguayos y esta situación de conflicto que se está viviendo. Me refiero al conflicto que está viviendo la empresa Conaprole a raíz de un operario que no terminó su trabajo, fue sancionado y el gremio resolvió parar.

Heber, tú, que además tenés un hijo que trabaja en la industria y dos que trabajan a campo, ¿cómo estás sintiendo que suceda esto justamente en estos momentos de contexto?

HM – Eso me duele muchísimo. Porque en varias oportunidades el sindicato ha hablado de los pequeños productores como nosotros escudándose para poder rescatar mejores salarios o cosas de esas, y hoy por hoy, por un empleado que quizás no sea todo lo eficiente que debería ser, nos perjudica a todos. Porque terminan trabando el mercado interno, que hoy es lo único que la cooperativa tiene para rescatar algo de dinero para volcar al pago de la leche y al pago de los sueldos de sus propios trabajadores. En mi entender no debería ser así. Eso me duele muchísimo.

RD – ¿Tú creés que los trabajadores se sienten parte de la cadena?

HM – No se puede emparejar a todo el mundo, porque, como pasa en todos lados, no todos son malos ni todos son buenos. Pero hay un grupo que empuja que me parece que no se siente partícipe, sino que quiere su propio recaudo y va por esa y nada más. Eso es doloroso, porque sería bueno que todos en la cadena tiráramos para el mismo lado para poder salir más pronto de este embate.

DL – El relacionamiento entre la industria y los productores y el sindicato ha sido tormentoso en los últimos 10 años, por lo menos desde que me conozco ha sido un tema complicado. Da la impresión de que en un marco como el actual, en el cual esto tiene que funcionar como cadena, porque en definitiva los productores tenemos que seguir mandando leche, la industria tiene que procesarla y pagar los sueldos de los funcionarios, en un momento bien complicado, tenemos que mirar lejos en el horizonte y no detenernos en lo que diría que es muy chiquito. Aprender del ejemplo de Tabárez y decir: vamos, muchachos, en este momento de dificultades vamos a mirar a lo grande, vamos a mirar adelante, vamos a pararnos y no estar peleando por estupideces –porque realmente son estupideces– y hacer foco, empujar todos para adelante. Llama la atención la falta de visión de algunos sectores.

HM – En estos momentos en que venimos pasando por un momento tan difícil y cuando las liquidaciones de los productores más chicos la que no está en rojo está en la orillita. Yo soy uno de los que se han visto perjudicados con respecto a las inversiones de que hablábamos recién. Gracias a mi hijo que trabaja en la cooperativa este mes pude a pagar la luz, me prestó el dinero para pagar la luz.

EC – Su hijo es empleado.

HM – Mi hijo mayor es empleado de la cooperativa. Y como él conoce el sacrificio que es el tambo, porque lo vivió desde chico, cuando vio que yo no tenía para pagar la luz, vino y me dijo “yo tengo unos ahorros, contá con eso”, fue la forma que tuve para poder pagar la luz este mes. Entonces veo que los empleados pueden estar un poco más cómodos que muchos de los productores familiares que la peleamos día a día y no tenemos hora, no tenemos ocho horas.

RI – Creo que es más chiquita aún de lo que lo plantea Daniel. El año pasado o el otro hubo un paro en la industria, llevado adelante por el sindicato de Conaprole, por el despido de un funcionario cuando existía la filmación de cuando estaba robando. No es que ya se sabía que era ladrón, existía la filmación, la prueba más evidente. Entonces cuesta entender cuál es la estrategia de un sindicato que además está todos los días en los medios mostrándose como la gran víctima de la situación, cuando lo que acaba de contar Heber es absolutamente gráfico.

EC – De ahora en adelante, ¿qué pasos, qué medidas se requieren? Por un lado estaba planteada ya por los dos productores de la mesa la necesidad de que se instrumente algún sistema de financiamiento que les dé un aire para seguir adelante. No dinero entregado gratuitamente, sino un préstamo que será devuelto como corresponde y como la historia indica que los productores lecheros uruguayos proceden. ¿Qué más?

Por ejemplo, pregunta Alberto: “Disculpen, yo no entiendo mucho de lechería, pero escucho que se está hablando mucho de producción y poco o nada de cómo buscan mercados o vender y qué es vender. ¿No sería bueno concentrarse en eso? Por ejemplo, mejorar la calidad de los quesos de modo de acceder a mercados de alto valor a los que hoy no entramos?”. ¿Qué dicen ustedes?

HM – En lo que entiendo y lo que conozco de estos años en que he estado y estoy en la cooperativa, sé que siempre la gran preocupación y el gran reconocimiento que tiene Conaprole en el mundo es por la calidad de sus productos. Entonces si hoy no hay mercado no es por un tema de calidad, sino por el tema de la economía de los países.

DL – El 60 % de lo que exporta Uruguay es leche en polvo entera, que es un commodity. No es fácil entrar. En Uruguay se producen en el entorno de 2.300 millones de litros por año. No es fácil convertir 2.300 millones de litros de leche en quesos de alta calidad. Sin duda es algo en lo cual se está trabajando, se está trabajando en vender a las multinacionales productos más elaborados que impliquen otro valor. Pero eso es en el largo plazo.

En el largo plazo también hay que intentar armar tratados de libre comercio con otros países que nos permitan entrar con más facilidades. Australia firmó un tratado de libre comercio con China que implica que va a tener ventajas arancelarias que ni Nueva Zelanda va a tener. Eso sin duda va a ser una traba para nosotros en el mediano o largo plazo.

EC – Australia compite con Uruguay en algunos mercados, como ese, y en ese mercado va a tener ventajas que nosotros no tenemos.

DL – China es el mercado del mundo. La expectativa más cercana que tenemos de mejora en el tema precios es que a China se le agote el stock de leche en polvo que tiene y vuelva a comprar en los mercados.

EC – Hablando de mercados, dice otro oyente, Juan José: “Vivo en Foz de Iguazú, Paraná, Brasil, desde el año 2005, y solamente una vez vi leche Conaprole y manteca Conaprole. Por supuesto que compré y las recomendé en la góndola del supermercado porque nadie las conocía. Por supuesto que se terminó esa partida. Nunca más aparecieron. Aquí los supermercados son grupos enormes e importan directamente. ¿No sería bueno tener una política más agresiva por estos lados?”.

DL – Sin duda.

RD – Tenemos que invitar a la industria y al canciller.

HM – Y vamos a tener que invitar a este muchacho para que nos coloque algunas partidas.

EC – Otro oyente pregunta a propósito del mercado interno: “Si está complicada la cosa afuera, ¿por qué no fortalecer adentro? ¿Entonces, una medida posible no es, en el caso de los quesos, bajar el precio para que se venda más queso dentro de Uruguay?”.

HM – Creo que más que bajar el precio de los productos, hay otras cosas que se pueden hacer tranqueras adentro en el país, como bajar costos a la producción. Como el tema del combustible, que pega muy fuerte, porque es una de las cosas que hoy está teniendo más peso en este momento de sequía en que estamos prácticamente con los animales tabulados y todo el día con un tractor dándoles de comer. En mi caso me ha cambiado muchísimo el tema de la compra de combustible, tengo un costo muy alto por eso.

Y lo otro la energía eléctrica. También, por el tema de que uno cada vez pone más bombas por el tema del agua y por el tema de los efluentes –que también hay que poner bombas para limpiarlos–, cada vez consume más energía. Entonces creo que también de la parte del gobierno se podría hacer mucho para mejorar un poco la ecuación de los productores.

RD – Energía y combustible.

RI – El tema de los tratados de libre comercio es esencial. Nosotros no los tenemos en general con los grandes países compradores, y sí los tienen nuestros competidores, que son empresas muchísimo más potentes.

DL – Seguramente en el mercado interno van a bajar los precios, para tranquilidad del oyente. Porque va a haber mucha más producción que se va a volcar acá dentro, y la estrategia seguramente de muchas empresas va a ser bajar los precios. A pesar de que hasta el momento el mercado interno ha respondido excelentemente y es una de las cosas que han permitido mantener el precio de leche a los productores como hasta ahora, seguramente el precio de productos como el queso va a caer en el mercado interno porque va a haber mayor oferta.

Y comparto con Heber la necesidad de analizar todos los costos. El famoso costo país, del que tanto hablamos. Personalmente no tengo grandes esperanzas de que se pueda cambiar, pero hay que analizar cómo bajar costos, y en eso el tema de la energía es clave.

EC – En el final, telegramas de Rosanna.

RD – Telegramas del equipo. Además son noticias lindas que queremos pasar.

De Rimoldi, que está en el área forestal: “El precio de la celulosa de eucalipto en Europa tuvo un aumento que representa casi un 6,5 % en el año”.

De Gabriel Carbajal, en el área agrícola: “Al fin una semana con suabas para los granos en Chicago, y por lo tanto para Uruguay”.

EC – Pero si sube el precio de los granos, a los productores que alimentan con ración se les complica.

RD – Es lo mismo que el que quiere tierra para lechería o para soja, ahí está el equilibrio.

Por último, de Adriana Zumarán, en la granja: “En medio de las malas noticias, la fruticultura de hoja caduca empieza a respirar. Un invierno con bajas temperaturas es fundamental para que duraznos, peras y manzanas acumulen horas de frío y logren una buena brotación”.

Lo mismo, las bajas temperaturas perjudican la pastura.

EC – ¿Y cuándo viene el agua?

DL – Los pronósticos dicen que este fin de semana llovería. Pero hay que verlo para creerlo, se han venido anunciando lluvias sistemáticamente cada 15 días para los fines de semana y en el corazón de la cuenca lechera no ha llovido.

EC – Pasa eso en estas épocas de El Niño, se van corriendo los anuncios de lluvia.

HM – Me gustaría exhortar a todos los católicos, ya que hoy es el día de san Juan, a prenderle esta noche una fogata y pedirle que llueva.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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