Entrevistas

Semproni sobre Presupuesto y división en FA: Ojalá el Senado tenga más ingenio "que la pobreza que mostró Diputados”

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Un tercer artículo del proyecto de ley de Presupuesto provocó problemas ayer dentro de la bancada del oficialismo. En entrevista con En Perspectiva, el diputado Víctor Semproni de Congreso Frenteamplista, uno de los legisladores que ha desoído la disciplina partidaria, afirmó que su sector va a fijar sus posiciones en base a los dictados de su consciencia.

EN PERSPECTIVA
Miércoles 14.10.2015, hora 10.19

EMILIANO COTELO (EC) —Un tercer artículo del proyecto de ley de Presupuesto provocó problemas ayer dentro de la bancada del oficialismo durante la votación en la Cámara de Representantes.

En este caso fue la norma que regula los juegos de azar por internet, que -pese a que había sido declarada asunto político por el Frente Amplio (FA)- no fue acompañada por [los diputados] Darío Pérez y Sergio Mier, de la Liga Federal, ni por la suplente de Víctor Semproni, Mariela Pelegrín, de Compromiso Frenhteamplista.

El artículo finalmente pudo aprobarse ya que, además de los otros 47 legisladores del FA, tuvo el apoyo de varios parlamentarios blancos y colorados y los tres del Partido Independiente.

Pérez, Mier y Semproni ya habían desobedecido la disciplina partidaria con respecto a otros dos artículos: el que pasaba la Policía Caminera a la órbita de la Guardia Republicana y el que eliminaba vacantes en el Ministerio de Defensa. Esos dos sí quedaron por el camino, ya que la oposición los rechazó en bloque.

Vamos a conversar con el diputado Semproni, uno de los protagonistas de esta "rebelión".

Diputado, nos interesa detenernos en una estas dos últimas disposiciones: La que disponía aumentos salariales para los grados más bajos del personal militar subalterno, financiados a partir de la reducción de 50 % las vacantes en el grado de soldado de primera o sus equivalentes.

En esta norma en particular, ¿por qué usted se plantó tan firme, por qué no la aprueba?

VICTOR SEMPRONI (VS) —Evidentemente cuando uno tiene una actitud de estas, que a veces va un poco en contra de la corriente interna que se da entre las fuerzas políticas, hay quienes reciben solo la información del resultado y pueden calificarla de muy diversas maneras, incluso en algunos casos en forma bastante agresiva. Acá lo que hay que saber es que nosotros, como sector político, hace tres meses que venimos hablando de este tema y marcando caminos sustitutivos para una solución que no suponía eliminar vacantes y sí aumentar al personal al doble de lo que venía planteado en esta propuesta.

Alguien nos acusa: “Ah, no quieren tocar las Fuerzas Armadas”, de ninguna manera, nosotros estamos dispuestos a reestructurarlas todas, pero con un sentido de seriedad, profundidad y razonabilidad, no este. ¿Por qué se producen las vacantes? Porque hay alguien que se da de baja y porque al no ser atractiva la paga que tiene el personal militar hoy no hay gente que quiera ingresar. Pero esas vacantes se dan de forma absolutamente desproporcionada: hay lugares en los que, producto de que en lo ocupacional hay demanda de trabajo, hay dificultades para llenar esas vacantes, pero en otros lugares no es así. Pongo un ejemplo concreto: en Colonia, donde se han cerrado plantas industrializadoras de leche, hacen cola para ingresar a las Fuerzas Armadas porque entre no tener ningún salario y tener uno muy bajo la gente busca resolver su problema laboral por ese lado.

Nosotros, en base a lo que hemos venido conversando, proponemos hacer un estudio de la misión que las Fuerzas Armadas tienen que cumplir y que veamos cuántos efectivos necesita para cumplirla. Si tiene muchos se los sacamos y si tiene pocos se los aumentamos, pero no disminuir al barrer la integración de las Fuerzas Armadas cuando tenemos, por ejemplo, que la Armada va a tener que cumplir nuevas misiones, como proteger la regasificadora, los pozos que se hagan en busca de hidrocarburos y la riqueza ictícola del país. El país va a llevar al doble su mar territorial, que va a ser de 350 millas, y nos están robando la riqueza ictícola diferentes embarcaciones de los más diversos países. Eso hay que protegerlo, tal vez ahí tengamos que agregar personal. Entonces hagamos un estudio serio, de repente en algún lugar sobra [personal] y lo podemos trasladar para otro lado. De ninguna manera estamos de acuerdo con decir: “No, eliminemos todas las vacantes”.

La propuesta que nosotros hicimos ni siquiera se nos contestó, hasta con una falta de respeto, no se nos dijo: “No, eso es un disparate, no sirve”. Nos hubieran dicho eso y nos callábamos la boca, pero ni siquiera eso.

Entonces, venir y seguir adelante con la eliminación del 50 % de las vacantes que se producen en forma absolutamente fortuita, nos parece poco serio. No es una forma seria, científica, de resolver los problemas que se tienen que resolver, en este caso en las Fuerzas Armadas.

ROMINA ANDRIOLI (RA) —El lunes, cuando se discutió este artículo, algunos legisladores del oficialismo recordaron que esta no es la primera vez que en un presupuesto se otorgan partidas fijas de aumento para el personal militar de menor rango que financiadas por vacantes. Se recordó, por ejemplo, que en el gobierno de Luis Alberto Lacalle se eliminaron 6.000 vacantes pero también que en el presupuesto pasado, el de 2010, el Poder Ejecutivo fue facultado para suprimir cargos vacantes del personal subalterno durante todo el período. En el presupuesto pasado, ¿usted también se opuso a esto o incitó a que se diera un debate más a fondo?

VS —Estábamos en otras circunstancias. Yo no recuerdo ni siquiera cómo fueron los debates que se dieron en ese momento, pero lo que sí me importa dejar bien preciso es que la costumbre y la reiteración de hechos equivocados no avalan la corrección de la norma o el procedimiento. Cuando el procedimiento es equivocado, es equivocado aunque tenga antecedentes. Hay que corregirlo.

RA —¿Y qué pasa con los aumentos de sueldo que están previstos? Porque si este artículo no se termina aprobando, tal como parece que va a suceder, tampoco se aprobaría el incremento de salarios para estos cargos más bajos dentro de las Fuerzas Armadas.

VS —En primer lugar yo espero la razonabilidad de los senadores, que tomen en cuenta lo que venimos planteando y que puedan hasta adoptar la propuesta que nosotros hacíamos. Esta propuesta, además, reunía una serie de recursos en el orden de los $ 800 millones que permitían resolver el problema de las Fuerzas Armadas llevando al doble el aumento que venía marcado sin eliminar vacantes y todavía proyectando $ 350 millones para la educación.

RA —Recuerde en qué consistía exactamente la propuesta a la que está haciendo referencia.

VS —Era la aplicación de una tasa por el uso de las ondas electromagnéticas a través de los diferentes mecanismos, empezando por los celulares, cobrando $ 0,10 centésimos por minuto a cada llamada de celular. Lo hicimos con todos los números que nos proporcionó la URSEC [Unidad Reguladora de Servicios en Comunicaciones] y nos daba alrededor de $ 800 millones al año. Yo no creo que nadie deje de hacer una llamada de celular de cinco minutos porque la tarifa se engrose $ 0,50.

RA —Usted piensa que esto se puede reconsiderar en el Senado.

VS —Yo espero que se pueda reconsiderar, que los senadores puedan tener mayor ingenio que la pobreza que mostró nuestra bancada de diputados y que esto se resuelva. Pero también quiero dejar claro que el Presupuesto tiene una serie de etapas: el Ejecutivo lo discute y lo aprueba, lo manda a la Cámara, que lo retoca o lo avala, y lo pasa al Senado, y luego, si esto no se arregla en el Senado, va a volver a la Cámara de Diputados, y si no lo aprueba, va a ir a la Asamblea General. Todas esas instancias de debate van a permitir resolver este problema. Yo quiero dejar bien claro que nos preocupa que pudiera no darse el aumento irrisorio que viene planteado en el Presupuesto, que es el que, por lo menos, hay que dar.

RA —Los legisladores del oficialismo los están acusando -a usted, a Pérez y a Mier- de romper la tan codiciada y mentada unidad de acción dentro del FA, y en este caso a usted parece no preocuparle cargar con esa mochila. ¿Esto quiere decir que de ahora en más usted actuará indiferentemente de lo que resuelva la fuerza política en otros temas, más allá del Presupuesto?

VS —En una fuerza política la unidad de acción hay que aplicarla en todas las decisiones y procedimientos de la fuerza política y eso no está ocurriendo con nuestro grupo dentro del FA. Esa es una primera precisión.

Lo que vamos a hacer en el futuro va a estar dictado en función de las ecuaciones que tengamos que resolver y de lo que nuestros dictados de consciencia nos digan. A mí, porque se diga que se establece el mandato de que por disciplina partidaria hay que votar…

Voy a hacer un pequeño razonamiento informativo: en este tema que nosotros no quisimos votar faltaron tres votos para llegar a los 50, o sea que tuvo 47 votos. Pero dentro de esos 47 votos hubo nueve legisladores del FA que dijeron que no estaban de acuerdo y que lo habían votado por disciplina, esto quiere decir que los únicos que lo avalaban eran 38 [diputados]. Además nos consta que dentro de esos 38 había grupos que habían decidido votarlo aunque no estaban de acuerdo y para mantener esa unidad [de acción dentro del FA]. Creo que el precio de mantener la unidad de la bancada, a cambio de resolver cosas que después son irreversibles, que dañan a la sociedad y a la propia fuerza política, es el estancamiento, y como muy bien decía Darío en su fundamentación de voto: el agua estancada se pudre, el agua que corre es siempre cristalina.

Nosotros vamos a fijar nuestras posiciones en base a los dictados de nuestra consciencia y a las coincidencias que podamos tener en los análisis que hagamos.

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Transcripción: Andrea Martínez

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