EC —¿Y qué incidencia están teniendo en la gente, en la sociedad, las declaraciones del candidato perdedor, Guillermo Lasso, que entiende que ha habido fraude en estos comicios o que la probabilidad de fraude es alta? ¿Prende este planteo en la gente? ¿Cuál es el ambiente?
FV —El ambiente en Quito es complicado, fundamentalmente acá en la capital ecuatoriana, que es el centro político de nuestro país. Tanto la noche del domingo cuanto la tarde y noche de ayer lunes se generaron protestas en los alrededores del CNE protagonizadas por militantes y simpatizantes del movimiento Creando Oportunidades (CREO), que es la organización política que respalda la candidatura de Guillermo Lasso.
Más temprano, Guillermo Lasso ratificó públicamente su decisión de no aceptar los resultados electorales y ha planteado la necesidad de agotar todos los recursos, porque considera que se debe proceder al conteo voto a voto del 100 % de las actas computadas durante el último fin de semana por el CNE. Incluso durante la noche hubo algunas acciones cuestionables, el cierre de vías en los alrededores del CNE y la retención de un vehículo recolector de basura por manifestantes cuyo conductor fue obligado a descargar la basura en medio de la calle. Este es un tema con el cual amanecemos los ecuatorianos, y en las redes sociales hay una serie de cuestionamientos al proceder de los manifestantes.
Por el lado del oficialismo, en cambio, hay si se quiere tranquilidad. Ayer, en horas del mediodía, en la habitual ceremonia de cambio de guardia que se efectúa cada lunes en el Palacio de Carondelet, que es la sede del gobierno de Ecuador acá en Quito, el presidente Rafael Correa, que habitualmente encabeza esa ceremonia de cambio de guardia, estuvo acompañado por el virtual presidente electo, Lenín Moreno, y por el virtual vicepresidente reelecto, Jorge Glas. Esa ceremonia tuvo ese matiz si se quiere político, hubo una suerte de fiesta improvisada, con la presencia también de partidarios en los exteriores del Palacio Nacional.
Entonces tenemos al momento dos visiones totalmente distintas. Por un lado el oficialismo que festeja y por otro la oposición que reclama. Claro, hay una especie de compás de espera en torno a la proclamación de los resultados numéricos, luego de lo cual la oposición tendrá la oportunidad de presentar los recursos jurídicos que considere del caso.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —¿Qué es lo que argumenta Lasso, la oposición, para hablar de fraude en el proceso electoral?
FV —La génesis de la postura del candidato Guillermo Lasso tiene que ver con la presentación de un exit poll, una encuesta a boca de urna, a las 17 horas del domingo. Aquí en Ecuador las elecciones se cierran a las 17 horas y dos canales de televisión privados contrataron un exit poll con una empresa encuestadora muy conocida y con mucha trayectoria acá en Ecuador, la empresa Cedatos, que sin embargo en los últimos tiempos ha tenido una serie de cuestionamientos. De hecho, en la campaña de segunda vuelta se presentaron algunas denuncias por el movimiento oficialista Alianza País contra esa empresa encuestadora.
Esa empresa encuestadora presenta a las 17 horas en los canales privados Ecuavisa y Teleamazonas su encuesta a boca de urna, que colocaba como ganador a Guillermo Lasso con 5 puntos de distancia con respecto a Lenín Moreno. A las 17.05 Lasso genera una declaración celebrando ya el triunfo, proclamándose vencedor de las elecciones, pero horas más tarde, cerca de las 20, Lenín Moreno se proclama vencedor, luego de lo cual aparecieron los primeros resultados oficiales que efectivamente confirmaron esa tendencia.
Luego de aquello, la gente del movimiento CREO, del entorno de Guillermo Lasso, convocó a la prensa y presentó una serie de documentos que probarían la existencia de fraude. Aparentemente hay una serie de actas inconsistentes, que reflejan una numeración que no corresponde al número de votos que se contabilizaron en determinadas mesas electorales. Esos documentos no han sido presentados formalmente, pero han servido de sustento para la candidatura de Guillermo Lasso en función de señalar que ha existido fraude. Por eso están llamando a diversos sectores políticos y también a la comunidad internacional para auditar el sistema informático del CNE y verificar si existió o no ese fraude. Guillermo Lasso ha planteado incluso la posibilidad del conteo voto a voto del 100 % de las actas, cosa que no tiene precedentes en la historia de Ecuador, jurídica y políticamente jamás se ha dado el conteo del 100 % de las actas, han sido determinados porcentajes en las delegaciones provinciales en función de las denuncias recibidas por sus respectivas autoridades. Más o menos esa es la génesis de la posición de Guillermo Lasso y del movimiento CREO.
RA —Más allá de esta polémica, ¿cómo puede ser el futuro de Ecuador con Lenín Moreno como presidente? ¿Qué características destacarías de lo que pueden ser sus primeros meses de gestión, en caso de que se confirme el resultado y llegue a asumir la presidencia?
FV —Lenín Moreno ha marcado durante toda su vida y particularmente desde su aparición en la arena política, en el año 2006, como candidato a la vicepresidencia y luego como vicepresidente de la República, un estilo totalmente distinto del que maneja el presidente Rafael Correa. A Rafael Correa se lo identifica como un presidente que ha manejado su liderazgo en función de la confrontación política durante más de una década, durante los 10 años que tiene en el poder. Mientras que Lenín Moreno es identificado como un político mucho más conciliador, un político que podría abrir el diálogo con algunos sectores que se sienten excluidos o que se sintieron excluidos durante la administración de Rafael Correa. De hecho, durante su discurso proclamándose vencedor el domingo, en una emblemática avenida de Quito, Lenín Moreno ha ratificado su decisión de que este es el momento de la conciliación, el momento del diálogo, el momento de tender la mano, de tender puentes, ha ratificado aquello y ha hecho este llamado a todos los sectores sin exclusión. Me parece que ese es el punto fundamental a tomar en cuenta respecto de la postura política general de Lenín Moreno.
Claro está, de ser ratificada su victoria en las elecciones de este domingo, Lenín Moreno se posesionará el 24 de mayo de este año con algunos elementos que hablan mucho de la situación económica, que no es la mejor en el caso del Ecuador. Una situación económica que ha estado matizada en los últimos tiempos por la crisis internacional, la baja del precio del petróleo, de las materias primas, que golpeó con fuerza a Ecuador, el terremoto del año anterior. Justamente estamos a 12 días de que se recuerde el primer año del violento terremoto del 16 de abril del año anterior que significó una pérdida de más o menos US$ 3.000 millones, equivalentes al 3 % del producto interno bruto. Eso implicó una erogación económica muy importante del gobierno, que ha tenido que endeudarse, buscar financiamiento internacional para poder cumplir con los compromisos. Adicionalmente hubo que pagar una sentencia a favor de la petrolera Chevron y otra a favor de la petrolera Occidental. Es decir, la situación del Ecuador en los años 2015 y 2016 fue muy complicada y ese es el país que va a recibir Lenín Moreno.
En contrapartida, Moreno va a gobernar con mayoría absoluta en la próxima Asamblea Nacional. El número mínimo de legisladores para tener mayoría absoluta es 69 y el oficialismo tendrá 74, lo que eventualmente le permitirá captar la conducción, el manejo político y el manejo administrativo de la próxima Asamblea Nacional. Eso le podría dar un interesante margen de maniobra para las propuestas políticas, económicas, sociales a nivel legal que pueda presentar el presidente electo Lenín Moreno, en el caso de que se ratifiquen los resultados electorales de este domingo.
