EC —¿Cuáles serían los golpes de timón que daría con relación al mandato de Rafael Correa? ¿Por dónde vendrían sus matices, más allá de esos que mencionabas en cuanto a la manera de ser, la manera de hacer política?
FV —Uno de los temas sobre los cuales hay mucha expectativa tiene que ver con la relación con los sectores sociales, con las organizaciones sociales. Muchas de estas organizaciones sociales fueron parte de los sectores que en 2006 catapultaron la candidatura y posterior victoria de Rafael Correa y Lenín Moreno, y obviamente el inicio de esta década con Correa al frente de la presidencia del Ecuador. La mayoría de esas organizaciones sociales se distanciaron del proyecto político de Alianza País, pero muchos de sus dirigentes tienen simpatía e incluso cercanía con Lenín Moreno. Evidentemente hay expectativa sobre un eventual acercamiento, ya con Moreno en el poder, de estas organizaciones políticas con un nuevo diálogo con el presidente Moreno.
También hay expectativa respecto del rol de los medios de comunicación. Durante 10 años ha existido una abierta confrontación entre el presidente Correa y los medios. Confrontación que estuvo matizada por la aprobación en el año 2013 de la Ley Orgánica de Comunicación, la generación de una serie de sanciones administrativas fundamentalmente contra algunos medios, la confrontación del presidente con ciertos periodistas, la decisión del mandatario de enjuiciar penalmente a ciertos comunicadores sociales. Ha habido una relación muy tirante del presidente de la República y el gobierno durante estos años con la prensa. Lenín Moreno durante la campaña se mostró abierto a la posibilidad de eventualmente plantear reformas a la Ley Orgánica de Comunicación y también ha señalado su decisión de manejarse con tolerancia respecto del rol de los medios de comunicación.
Me parece que esos son temas a seguir, las relaciones con las organizaciones sociales y la relación con la prensa, que creo va a tener un cambio, un golpe de timón, durante un eventual gobierno de Lenín Moreno si comparamos con lo que ha ocurrido en esta década con Rafael Correa.
EC —De parte de la oposición, y teniendo en cuenta este tablero político o este electorado dividido que deja la segunda vuelta del domingo, ¿cuál va a ser la actitud?, ¿qué margen hay para un buen vínculo?
FV —A esta hora es muy difícil hacer una valoración de aquello, por lo que está pasando en las calles. Creo que va a depender mucho de la proclamación de los resultados oficiales, que creo ponen a prueba la transparencia del proceso electoral y la transparencia del proceder del CNE. Solo después de que se proclamen los resultados electorales y cuando no haya nada que hacer, tendremos mayores certezas respecto del papel que va a tener la oposición política en el Ecuador. En este momento es muy prematuro porque los ánimos siguen caldeados, quienes apoyaron a Guillermo Lasso insisten en que las elecciones no fueron transparentes y reclaman una serie de recursos, porque a su juicio hay evidencias de fraude electoral. Después de la proclamación de resultados podremos tener mayores certezas de cuál va a ser el papel de la oposición en un futuro gobierno de Lenín Moreno.
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Transcripción: María Lila Ltaif
