EC —¿Cuánto cuestan estos centros?
ET —Ponerlos a funcionar –no construirlos, porque eso es barato porque es por única vez– en todo su esplendor cuesta alrededor de US$ 35 millones por año.
EC —¿Cómo se compara esa cifra con lo que hoy se gasta en el ex-Sirpa?
ET —Hoy se gastan US$ 42 millones por año. O sea que para tener infiernos humanos que no rehabilitan a nadie gastamos más plata que para tener centros modelo. Queremos que los ciudadanos sepan esto, que se indignen al escucharlo y que digan simplemente “no va más”. Se nos está yendo el país de las manos, lo estamos viviendo todos los días, basta con ver lo que pasó en el clásico el domingo. Sentimos que miramos hacia un espejo en el que la gente de mi edad, los que tenemos la gran responsabilidad hoy de recuperar ese Uruguay amable, ese Uruguay armonioso. Nosotros somos, Emiliano, la generación de Maracaná, la generación que gritó el gol de Ghiggia, el de Schiaffino, que salió a festejar a 18 de Julio la conquista del Campeonato Mundial y no habíamos nacido. Así de vívida era la forma en que nuestros padres nos trasmitían esa gloria. Un país optimista, un país que sentía que podía aspirar a grandes logros, pero sin creérnosla. Siempre fuimos así.
Ese Uruguay todavía está vivo en nuestra memoria, y somos la última generación que tiene esa memoria. Mis hijos ya no vivieron Maracaná, yo no les puedo trasmitir esa vivencia como me la trasmitió a mí mi padre, porque mi padre lo vivió y yo no. Entonces para ellos el Uruguay es este, el Uruguay fragmentado, el Uruguay marginal, el Uruguay de la violencia, de la crispación, de los islotes, que son los barrios de Montevideo, en el que nos miramos de reojo unos a otros como si viviéramos en países distintos.
EC —Retomo una frase suya y redondeamos. Si entiendo bien, ustedes lanzan propuestas como estas dos que hemos estado considerando porque, de acuerdo al trabajo que hicieron en Ceres, entienden que son viables y que podrían ser llevadas adelante por este gobierno o por el que viene. Pero sobre todo las lanzan para que provoquen debate, para que la gente piense, para que la gente compare con lo que está ocurriendo, para que vea alternativas.
ET —Hacemos lo que hicimos siempre desde Ceres, pero ahora en conversación con los ciudadanos. Lanzamos estas ideas para que se discutan, para que se ventilen, para que se debatan. Pero estamos apostando a algo más. Encuentros Ciudadanos Uruguay está en Facebook, en Twitter, tiene su e-mail. Queremos que esta conversación siga a través de las redes, vamos a ayudar desde nuestro lugar a movilizar a la opinión ciudadana a favor de estas propuestas. De estas o de algunas mejores, porque, como dije, no pretendemos tener el monopolio de la verdad. Pero el Uruguay no se puede dar el lujo de quedarse de brazos cruzados. Si nos quedamos de brazos cruzados, en 25 años vamos a perder para siempre esa sociedad que muchos de nuestra edad tenemos en la memoria. El que viajó por América Latina sabe que a pesar de todos los pesares, este es por lejos el mejor país de América Latina, es el país más lindo para vivir. Y en una generación lo perdemos, y vamos a perder la memoria de lo que alguna vez fuimos.
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Transcripción: María Lila Ltaif
