EC —Un dato que se manejó es que el factor de planta está desde mayo 6 % por encima de lo previsto. ¿Es correcto?
GC —Es así, pero así como es eso, en los primeros meses del año estuvo por debajo. Esto no es para ansiosos. Las máquinas están andando de acuerdo a lo previsto, no hay seca de viento, así como un año puede ser un poquito menos el que viene va a ser un poquito más, vamos a tener que acostumbrarnos a eso. El proyecto viene bien y los eventuales retrasos que hubo fueron compensados ampliamente con las multas que se cobraron. Cuando el parque eólico no da la productividad que tiene que dar también hay multas previstas, entonces nos compensan los ingresos que no tenemos por venta de energía.
Tengo que reconocer y felicitar al equipo técnico que tenemos. Hicimos un proceso de aprendizaje muy interesante. En 2010, 2011, 2012, cuando estábamos viendo esta movida, no queríamos quedar afuera. Tuvimos que tomar la decisión si se quiere estratégica de comprar la energía porque no teníamos espacio fiscal para hacer las inversiones. Ahí fue que negociamos la compra de un primer parque, […] nos hicimos socios con Electrobras 50 % y 50 % en un parque eólico. Fue la primera inversión que hizo Electrobras fuera de Brasil, y la hizo con Uruguay y con nosotros. Firmamos el acuerdo en el Palacio da Alvorada frente a Dilma Rousseff y el presidente Mujica. Eso nos hizo aprender, fue la primera adquisición de un parque eólico grande en el marco de una sociedad anónima que hicimos con Electrobras. Empezamos a aprender cómo hacer eso en el marco de una sociedad anónima que después tiene que salir a solicitar un préstamo, que en ese caso lo dio la CAF, pero hay que hacer toda una dew diligence, hay un project manager, hay que hacer un montón de cosas formales, evaluación de riesgo, etcétera.
Después compramos Juan Pablo Terra, que es un parque 100 % de UTE que está en Artigas. Y dijimos vamos a más, vamos por Pampas, por Arias, por Valentines, empezamos a desarrollar los parques eólicos. No parece, pero el 34 % de la eólica que hoy está instalada y funcionando en Uruguay la diseñaron técnicos de UTE. Y todo esto de ir al mercado de valores lo diseñaron técnicos de UTE, que fueron empujando al BCU, al Ministerio de Economía, a la bolsa después, a los corredores, y llegamos a esto de que con US$ 100 uno podía hacerse socio. Fue todo un proceso en el cual aprendimos muchísimo, nuestros técnicos pusieron en práctica sus habilidades y armamos cosas de las que me siento muy orgulloso.
***
EC —De la reunión de la semana pasada llamó la atención la intervención de un accionista en particular –apareció en la prensa– que dijo: “Me da la sensación de que los inversores podemos estar muy tranquilos. El contador nos sonríe y el presidente de la Bolsa (Ángel Urraburu) también. Pero todo el edificio descansa sobre una punta que es el precio de UTE. UTE no puede cambiar ese precio y está pagando por energía que no demanda. Eso lleva a que como consumidor sigo pagando muy cara la energía. La población gasta demasiado en pagar la energía”. El hombre se presentó en su doble condición, como accionista estaba feliz…
GC —No estoy seguro de que fuera accionista.
EC —… como consumidor de energía decía “esto tiene consecuencias en la tarifa, no sé si es bueno”.
GC —Esta es una discusión enorme, no sé cuántas horas tenemos por delante. Pero si vamos a asociar el tema de una sociedad anónima, cómo funciona, etcétera, a discutir la matriz eléctrica, no tengo problema, esa es mi función, tratar de explicarlo.
Lo he dicho mil veces, el cambio de la matriz eléctrica conllevaba la necesidad de incorporar energías renovables. No teníamos espacio fiscal y buscamos la mejor alternativa que nos garantizara tener esa energía eólica, que es la que nos hizo bajar US$ 500 millones el costo de abastecimiento de la demanda. Eso es objetivo, uno puede ver los balances, puede ver los números, en el año 2012 –que fue el último año que nos agarró una sequía, se pronosticaban valores de costo de abastecimiento de la demanda de US$ 1.100 millones. Vino la sequía, que por suerte no fue muy extrema, porque si no habríamos volcado, y tuvimos US$ 450 millones de sobrecosto. Pero podrían haber sido US$ 1.450 millones, tuvimos suerte, si vamos al caso. Hoy el costo de abastecimiento de la demanda anual, habiendo crecido la demanda, es de US$ 600 millones, yd si viene la sequía más sequía, no gastamos más de US$ 150. Además tenemos US$ 300 millones guardados del Fondo de Estabilización. E hicimos la transformación, la mayor etapa de inversión en la historia de la UTE. Todo eso salió porque pudimos cambiar la matriz eléctrica.
Evidentemente hay una discusión de fondo que tiene que ver con las tarifas. En eso se está trabajando. Lo primero para poder bajar las tarifas es trabajar en los costos, y hemos bajado los costos, hemos bajado la productividad. Yo puedo dar la sensación de que todo está perfecto, las cosas han evolucionado para bien. Hay un montón de otras cosas para hacer y las estamos haciendo, estamos caminando con mucho esfuerzo pero estamos caminando.
