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Entrevista central, jueves 12 de octubre: Gonzalo Caravilla

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EC —Por contrato, UTE está obligada a comprarle a Aerafin, la sociedad anónima del parque Valentines, toda la energía generada aunque no la necesite.

GC —El diseño lo hizo el Estado, lo hicimos con la Dirección Nacional de Energía, lo hicieron los equipos de planificación de la UTE y lo hicimos en la academia cuando hacíamos cuentas y seguimos haciendo cuentas de cuál era la matriz óptima de abastecimiento. La matriz por diseño iba a tener excedentes, un año normal equis cantidad de excedentes, un año seco bastante menos, pero en algunos momentos puede haber excedentes, y un año húmedo como han estos últimos íbamos a tener más excedentes. Y por diseño íbamos a tratar de comercializar esos excedentes de la mejor forma. Para eso hicimos una interconexión con Brasil, entre otras cosas, que por ahí se anda diciendo que fue una inversión innecesaria, pero el que lo dice se está equivocando. Estamos en plena etapa de comercialización de energía a Brasil y nos está yendo muy bien.

EC —Hay una discusión a propósito de sobreinversión, está ese término arriba de la mesa en el ámbito de la academia, economistas, analistas. Hay actores del sector energético que dicen que la sobreinversión en energía eólica puede producir efectos negativos, esto que se está pagando. Sostienen que cuando los montos son chicos no hay problema, pero que el fenómeno de sobreinversión se va a agravar, por ejemplo, cuando entren a funcionar la central de ciclo combinado o la segunda planta de celulosa de UPM que va a tener su propia planta generadora.

GC —La historia del Uruguay que conocemos y que parece que de a poco vamos olvidando es que siempre corríamos de atrás, siempre. La regla era “ahora vamos a hacer restricciones”, “tu ahorro vale doble”, le pedimos a la gente que gaste menos, que se sacrifique. Esa es la historia del Uruguay desde los 90 cuando se dejó de hacer inversiones, la única inversión importante que se hizo fue en el año 92. Y tuvimos lo que pasamos. Tuvimos las crisis que tuvimos –parece que nos olvidamos– en el sector energético en general, en la infraestructura. Adelantar inversiones es un riesgo menor frente al sobrecosto que tenemos si no tuviéramos las inversiones. Y con el diario del lunes a todos les gusta.

EC —¿Qué va a pasar cuando se sumen todas estas otras plantas generadoras?

GC —No pasa nada. Todos los años presentamos las perspectivas de las cuentas para cinco años, está todo bajo control. Ese parque que estamos terminando en Punta del Tigre, que se está construyendo, está sustituyendo máquinas que sacamos de servicio. ¿Fue noticia que sacamos 250 megavatios de la central Batlle? Sacamos la sala B, sacamos la quinta unidad y sacamos la […] unidad. Sacamos 250 megavatios del sistema, ya hace dos años que no están. El sistema funciona con respaldo térmico, tenemos que sacar las máquinas de La Tablada en el año 2022, ya no dan para más. Capaz que se podría discutir si valía la pena o no cerrar el ciclo, pero con el diario el lunes es un bollo. Y la sobreinversión en fierros nunca nos condiciona demasiado, lo que nos condiciona es cuando no hacemos las inversiones. Ya le digo, con el diario del lunes, teniendo toda la información de cómo evolucionan la demanda, el barril de petróleo, etcétera, uno puede hacer cuentas. El tema es que las decisiones las tiene que tomar muchos años antes para después someterse al diario del lunes.

EC —Se dice que las inversiones en parques eólicos y fotovoltaicos se podían haber escalonado para aprovechar bajas circunstanciales en el precio de la energía y no generar tantos compromisos a futuro. Sostienen por ejemplo que en Argentina se están logrando contratos de compra de energía con precios más baratos que los que UTE asumió pagar.

GC —Si no hubiésemos hecho el cambio de la matriz eléctrica con la velocidad con que lo hicimos, con los precios que lo hicimos, que hoy nos tiene en una condición cómoda desde el punto de vista del abastecimiento e incluso haciendo buenos negocios de exportación, si no hubiésemos hecho todo eso y nos hubiésemos quedado con los 300 megavatios que dice el acuerdo multipartidario, estaríamos en el horno. Hoy la discusión es si bajamos o no bajamos las tarifas. Es una discusión que estamos procesando, parece que finalmente vamos a lograr la meta. Pero podemos tener esa discusión porque hemos bajado los costos, si no ni siquiera estaríamos discutiendo. Si no hubiésemos hecho el cambio de la matriz eléctrica con estas energías renovables, que uno podrá decir me sobra, me falta, pero también es verdad que en los últimos tres años hemos tenido una situación de hidraulicidad muy buena, pero no zafamos totalmente de que vengan años secos, tenemos mucho menos susto pero igual es una realidad.

Si no hubiésemos hecho las inversiones, hoy en vez de estar diciendo que tenemos margen en función de que acomodemos la economía del país, etcétera, de bajar las tarifas, tendríamos que estar diciéndole a la gente “la energía va a subir más y más”, y en vez de decirle que en los últimos ocho años bajó un 30 % respecto al índice medio de salarios o un 16 % respecto del IPC, le tendríamos que decir “la energía el año que viene va a salir un 10 % más respecto al IPC”. Es una discusión medio difícil, porque uno tiene pocos foros para mostrar las cosas, pero podemos mostrar el balance año a año de los números de la empresa. Evidentemente tenemos una situación buena y estamos trabajando en equipo para bajar las tarifas. No lo digo yo, lo ha dicho el presidente, lo ha dicho el ministro de Economía, lo ha dicho la ministra de Industria, estamos trabajando en equipo. Creo que se van dando las condiciones cada vez más, hay un montón de cosas que se están concretando, que están pasando, va a depender de la región. Y la región se está despertando también y va a haber un montón de oportunidades.

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