EC —El presidente de la Cámara de Industrias, Washington Corallo, planteó ayer algunas inquietudes, dijo: “Si cada empresa que se va a instalar tiene que hacer una negociación especial y específica, ¿para qué tenemos las actuales leyes? Esto es redundante”.
OA —En realidad está criticando a las cámaras que entendieron que había que participar en un acuerdo de este tipo. Es un tema interno.
EC —La Cámara de Industrias no intervino.
OA —No, claramente está criticando a la Cámara Metalúrgica y a la Cámara de la Construcción, que entendieron que era importante participar en un acuerdo de este tipo. Son problemas internos entre los empresarios. ¿Para qué? Yo creo que sí, en algunas cosas sí, claramente. A ver, en una inversión común no es lógico que pensés un proceso de formación profesional específico, por su magnitud. En este caso sí. Y si traés acá al intendente de Durazno y al intendente de Tacuarembó, una primera preocupación que te van a poner es cómo logramos que nuestros paisanos tengan cursos de formación para poder participar en la planta. Porque es una planta que les va a dar una perspectiva de trabajo de dos o tres años con una remuneración no común y el impacto social que genera es muy alto. Pero si no planificás antes la formación profesional… Para una vivienda o una torre del Banco Hipotecario de 10 pisos, que son cinco o seis meses de trabajo en la estructura, no parece sensato que hagas un acuerdo específico, además el tipo de calificación ya lo tenés.
EC —Un oyente, Leonardo, ayer cuando dábamos la noticia, que consideraba positiva, planteaba algo parecido. Decía: “Si UPM requiere la firma de un acuerdo, el resto de las industrias y empresas del Uruguay, ¿quedan ‘fuera’ de ese ‘acuerdo’? ¿Por qué UPM necesita algo especial? ¿Por qué no es válido para otras empresas?”.
OA —Voy a explicar de vuelta, porque hay cosas que seguramente los oyentes no entienden y hay cosas que nosotros no entendíamos tampoco.
EC —Usted decía que un primer factor es el volumen de la obra.
OA —Claro, voy a poner un ejemplo de algo que nosotros nos salteamos, no tuvimos en consideración cuando se instaló la primera planta de celulosa. Van 4.000 o 5.000 trabajadores a instalarse a un departamento, nosotros ahí veíamos algunas cosas, el tema de las categorías, de los salarios, veíamos una condición muy complicada…
EC —Ahí por lo visto hay otro detalle, que es el hecho de que es una obra muy grande, que se desarrolla en un lugar del país apartado…
OA —… que a priori no tiene infraestructura. Pero voy a ponerte un ejemplo de lo que fue más doloroso para nosotros. Tuvimos una cantidad importante, según datos posteriores del Ministerio de Salud Pública, de trabajadores infectados con enfermedades infectocontagiosas, sobre todo VIH. ¿Este tema estaba en la agenda antes de la primera planta? ¡Ni en el canto! Si me hacías esta entrevista en el 2005, nuestra preocupación era –veníamos de una situación de crisis muy dura– cómo apuntalamos la formación profesional, la salud laboral en una obra de este tipo. Esa no estuvo ni en el canto. En la segunda sí.
EC —¿VIH?
OA —Sí.
EC —¿Cómo se entiende?
OA —Por la cantidad de burdeles no necesariamente inspeccionados en la zona donde se instalaba la planta alrededor de campamentos adonde van miles de trabajadores a quedarse solos por mucho tiempo. Con el diario del lunes cualquiera se da cuenta de que ese es un problema. Sí lo pudimos hacer para Montes del Plata, trabajamos con el Ministerio de Salud, generamos un montón de inspecciones, de certificados y campañas de prevención y de concientización, y tenías hasta dispensadores de preservativos en todos los lugares. ¿Este tema fue parte de nuestra preocupación hace 12 años? Ni remotamente estaba arriba de la mesa, fue una cuestión posterior. Entonces, una inversión de este tipo necesariamente te exige en un montón de lugares, en un montón de cosas que no necesariamente son las comunes de una obra.
Yo viví en el barracón de Carmelo tres años mientras se hizo Montes del Plata. Un problema laboral podía ser que la cadena de frío de quien servía la comida en la noche tuviera alguna dificultad, la comida llegaba en mal estado y al otro día tenías tres mil tipos que estaban sin cenar la noche anterior. Porque no ibas a conseguir cena a las 10 de la noche. Entonces pensar el alojamiento, pensar la alimentación también es parte de prevenir la conflictividad. Porque ¿qué le decís al trabajador que se quedó sin cenar la noche anterior al otro día de mañana? ¿“Trabajá igual”?
Tenés conviviendo 3.000, 4.00 personas. Nosotros tuvimos que hacer cursos de inglés, talleres de murga, porque también hay un componente de convivencia, si el primer clásico que se ve en el barracón termina con los compañeros a los cuchillazos también tenés un lío al otro día.
EC —Hay que prever también el uso del tiempo libre.
OA —Claro, sin duda. Ahí aprovechábamos con el FOCAP (Fondo de Capacitación) propio para hacer cursos de inglés, para generar talleres de murga, generamos cuestiones deportivas. Porque en definitiva tenés 3.000, 4.000 trabajadores que están viviendo juntos durante tres años medio aislados. Los componentes de la seguridad, prevenir de los narcos; otro problema que no es común en otra obra y en esta lo fue es que muchas veces llega a este tipo de obras un gurí que estaba trabajando en el campo por $ 10.000 y pasa a cobrar $ 70.000 u $ 80.000 en la planta, y eso, que es muy bueno desde el punto de vista de decir “consiguió una buena remuneración”, sobre todo para gurisada muy joven, también es caldo de cultivo para que determinado tipo de adicciones puedan tener complejidades. Un problema que tuvimos en Montes del Plata fue que algunos narcos se te metían en el campamento. Tuvimos que discutir con el Ministerio del Interior y tuvimos que discutir temas de seguridad.
O sea, esta obra tiene un montón de cosas positivas, pero es de muchísima complejidad. No tiene comparación una obra de 10 pisos o un chalé con una obra que tiene 30 cuadras de una punta a la otra con 5.000, 6.000 trabajadores de distintos idiomas trabajando adentro con distintas empresas, con trabajo superpuesto. La complejidad en materia de salud laboral y seguridad industrial es de una dimensión también inédita. Entonces estos temas, estén o no en el acuerdo marco, iban a estar igual en la discusión.
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