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Entrevista central, jueves 15 de junio: Carlos Camy

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EC —Pero ¿cómo va a funcionar AN de ahora en adelante, y sobre todo a partir de este pronunciamiento de ayer de Larrañaga?

CC —En octubre vamos a tener un gran encuentro, diría un reencuentro del wilsonismo en el departamento de Canelones, con una gran participación de todo el país, de dirigentes, de representantes de todo el país, y ahí se le va a dar formalidad orgánica a esta expresión del wilsonismo que lidera Jorge Larrañaga.

EC —Insisto con la pregunta anterior. Búsqueda informa hoy que luego de esta salida pública de Larrañaga ayer se va a conformar un nuevo comité ejecutivo de AN, y figuran algunos nombres, por lo menos del comité de transición, que va a empezar a reunirse hoy. Va a estar integrado por Guillermo Besozzi y Carlos Camy, los diputados Gandini, Pablo Abdala, Omar Lafluf y Mario Ayala. No está ninguno de esos otros nombres que le cité recién: Eber da Rosa, Pablo Iturralde, Sergio Botana, Verónica Alonso, Adriana Peña. ¿Entonces? ¿Es una AN más chica esta?

CC —Es una AN enmarcada dentro de un espacio que quiere conducir y representar al wilsonismo, que es un espacio grande, donde iniciamos una convocatoria abierta. Estoy absolutamente convencido, le aseguro que a este movimiento se van ir adhiriendo distintos dirigentes de todo el país, algunos que provienen de otros sectores, algunos que retoman el sector, algunos que son independientes. Y me parece que hay que dar espacio suficiente para que esa expresión vaya conformándose en función de las visiones de aporte que en definitiva son todas estas. Visiones de cómo lograr que el wilsonismo, a través de ser la mayoría del PN, permita que el PN acceda al gobierno.

EC —¿Alude a Juntos?

CC —Puede ser Juntos…

EC —Se lo pregunto porque ayer, en su mensaje de video, Larrañaga aludió, pero mínimamente, a esa iniciativa que había lanzado a fin de año, Juntos, que aparecía como una especie de ampliación de AN para dar cabida a otras corrientes de tono wilsonista, etcétera. ¿Sigue vigente ese planteo?

CC —Eso es el envase, puede ser Juntos o puede ser otro tipo de denominación que conforme la formalidad del movimiento. Lo importante es la sustancia, el wilsonismo, la sustancia de ideas, de propósito, cuál es la bandera que quiere portar o que va a portar aquel a quien definamos abanderado. La conformación de eso tiene que ser lo más grande posible, por tanto prefiero hablar de wilsonismo, que es una expresión representativa y amplia, y convocante incluso de visiones de miles de ciudadanos que pueden sentirse comprendidos en ella y que hoy no están, no estaban, o que incluso estaban en otras tiendas políticas y miran al PN como alternativa.

EC —¿Hay que entender que la propuesta de Juntos quedó por el camino, que fue una idea, un globo sonda que en función de las reacciones que obtuvo se abandona para plantear la cosa en otros términos ahora?

CC —Hay que analizar en su tiempo cuál es la formalidad de la convocatoria, cuál es la identificación común. Creo que ahora se está convocando y asumiendo una definición del conductor del wilsonismo, de Jorge Larrañaga, que está dispuesto a asumir ese rol, que es importante, que es fundamental, que es determinante, que nosotros advertíamos. Yo lo señalaba en el mes de setiembre, si mal no recuerdo, del pasado año, en una nota en el diario El País: el PN históricamente ha tenido dos grandes corrientes, una de raíz herrerista, por definirla de alguna manera, y otra de raíz wilsonista, amplias, diversas y con matices ambas, que han fundado y fundamentado el accionar del PN en el devenir histórico. Y en definitiva es lo que había que concretar, en lo básico. Yo creo que el conductor natural del ala wilsonista, el que yo advertía, por lo menos yo lo advertía en mi rol de estar permanentemente recorriendo el país, es Jorge Larrañaga.

EC —Pero una cosa es conductor y otra cosa es candidato.

CC —Estoy de acuerdo, el candidato tendrá que proclamarse…

EC —Pablo Iturralde, por ejemplo, la semana pasada decía que a Larrañaga le reconocía el papel y la condición de líder, pero “no sé si es el candidato, no es el candidato más adecuado en este momento para este espacio”. Por eso le pregunto, cuando usted dice que se va a ir conformando ese espacio wilsonista más allá de AN, ¿tiene la impresión de que todos estos otros dirigentes que están jugando en el margen se van a terminar sumando y todos van a ir detrás de la precandidatura de Larrañaga? ¿O que terminaremos con un espacio wilsonista con dos precandidatos, entonces supongamos que la elección interna del PN sea Lacalle Pou, Jorge Larrañaga y Verónica Alonso?

CC —Yo soy de mirar las estadísticas, de mirar para atrás, me fundo mucho en los hechos, soy práctico. Por eso le atribuí, como suelo hacerlo, porque es un periodista muy calificado, lógica a su análisis. Si miramos las internas del 96 para acá, siempre han terminado en un mano a mano. El PN incluso las ha tenido de cinco precandidatos, como en el año 99, con el doctor Lacalle, el doctor Ramírez, el doctor Volonté, el doctor Álvaro Ramos y el doctor Alem García, exministros, legisladores, sectores definidos, prepuesta muy amplia, muy diversa, y terminó en un mano a mano. Yo creo que no hay espacio más que para dos, la representación lógica, no la de los dirigentes políticos, que a veces vivimos en un microclima en que legítima y honestamente diagramamos una realidad distinta, a mi juicio, de la que ve el ciudadano. El ciudadano corta más grueso. Creo que el PN tiene dos grandes movimientos, el de base herrerista y el wilsonismo, que tampoco son exclusivos, y que va a terminar en dos candidaturas. Pero será el tiempo de las candidaturas el que lo diga. Yo creo que va a haber dos candidatos.

EC —¿Y los dos candidatos van a ser Lacalle Pou y Larrañaga? ¿O pueden ser Lacalle Pou y Verónica Alonso?

CC —Los candidatos los definiremos en su momento. Mi candidato es Jorge Larrañaga, yo estoy convencido de que Jorge Larrañaga es quien tiene el porte no solo para llevar, reitero, que es lo primero, al PN al gobierno –si gana la interna Jorge Larrañaga, creo que el PN tiene inmensas posibilidades de llegar al gobierno–, sino que es quien tiene el temple, la madurez, la experiencia, está en el tiempo de liderar con serenidad y con diálogo la unidad de todas las oposiciones que hoy existen en el país para cambiar este gobierno.

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