EC —Pero ¿tienen hoy el volumen y las facilidades que deberían tener?
AL —Empiezo por la extensión, que es un poco más fácil. La extensión universitaria es la vinculación que la institución tiene con el medio donde desarrolla sus actividades. O sea, no quedarse mirándose el ombligo, hacia dentro, sino preocuparse también por el entorno y por que el conocimiento o las actividades vinculados a la universidad lleguen a las poblaciones. En ese sentido, nuestras facultades de Medicina y Derecho, que están en Maldonado, están cada vez más asociadas con las problemáticas locales, lo cual nos llena de satisfacción, porque no es solamente un tema que uno lo busque, sino también que lo busquen a uno para que colabore.
Lo mismo está pasando con la Facultad de la Cultura, la están requiriendo desde lugares que tienen interés. Primero fue Canelones, donde se hicieron formaciones ad hoc para funcionarios de la Intendencia; luego fue Maldonado, que ahora tiene su centro de convenciones y de espectáculos, que también nos pidió para formar gente; la Intendencia de Treinta y Tres tiene un proyecto muy interesante de convertir la cultura en un recurso también económico para el departamento; en Fray Bentos estamos con la Regional Norte de la Udelar en un programa de formación de agentes culturales en el interior. Hay una diseminación, y eso para mí en el caso de una institución como la nuestra es muy importante.
EC —¿Y en el otro rubro, la investigación?
AL —Depende de cómo lo mire. Reconocemos que tenemos un déficit en investigación con relación a lo que querríamos. Reconocemos que nos cuesta destinar recursos, que como le decía provienen básicamente de las matrículas, para fines de investigación. Esto quiere decir contratación de personas de alta dedicación, dar recursos adicionales monetarios para los fines de la investigación. Se habla de las donaciones que reciben las universidades privadas; en el caso nuestro son muy exiguas, porque están topeadas por el Ministerio de Economía y Finanzas y porque es muy difícil conseguir donantes.
EC —José Rilla, historiador, investigador, decano de la Facultad de la Cultura del CLAEH, decía en El Observador: “La sociedad nos tiene que ayudar a que nosotros podamos poner todo el esfuerzo en eso”. ¿A qué se refiere?
AL —A que nosotros con nuestras propias fuerzas no tenemos la posibilidad de hacer la investigación que sería necesaria para asegurar la formación de nuestros alumnos y de nuestros docentes, que es uno de los objetivos de la investigación. Nos hemos dedicado bastante a la investigación sobre la forma de enseñar, nuestra Facultad de Medicina trabaja mucho sobre el tema de la educación médica con relación a lo que se hace internacionalmente, el año pasado hicimos un congreso con invitados internacionales para seguir aprendiendo. Creo que hay que distinguir lo que es investigación desde el punto de vista de creación de conocimiento de la investigación académica publicada. Creo que nosotros estamos creando conocimiento, estoy seguro de eso, tenemos pautas, pero no es tan fácil acceder a lo que se juzga en el sistema de investigadores que tiene el país, que tiene que ver con las publicaciones, porque para ello hay que hacer una dedicación mucho más profesional a la investigación. El propósito está, los medios todavía son escasos.
***
EC —Nos queda por averiguar el futuro, los planes que ustedes tengan. Supongo que va a haber anuncios el lunes en el festejo en el Club Uruguay. Estaremos pendientes de eso.
AL —Sí, vamos a hacer partícipes de algunas de las iniciativas que tenemos, que tienen que ver con una actitud de la institución que es estar muy abierta a aliarnos con otros que nos ayuden en caminos de desarrollo, porque los recursos propios no son suficientes para tener una dinámica de desarrollo. Nosotros estamos más preocupados por la calidad que por la cantidad.
***
***
Transcripción: María Lila Ltaif
