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Entrevista central, jueves 22 de setiembre: Alejandra López

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RA —A propósito de las estrategias que ha diseñado el gobierno, porque recordemos que las autoridades tomaron este trabajo que ustedes elaboraron y se plantearon bajar las cifras de 58 a 48 casos por cada 1.000 mujeres con embarazo adolescentes. Esa cifra se la propusieron de aquí al año 2020, y para eso elaboraron, y el Ministerio de Salud Pública concreto elaboró 15 objetivos prioritarios. Para lograrlo hicieron públicas aplicaciones como una que tuvo lugar hace pocos días, que se presentó hace pocos días, como la aplicación móvil Gurú del Sexo, que busca que los jóvenes se informen sobre este tema, además de los derechos que tienen para acceder de manera gratuita a los métodos anticonceptivos y todos los centros de salud. También plantearon la posibilidad de planes pilotos con expendedores de preservativos en lugares públicos, como boliches, liceos, facultades o clubes deportivos, y también, según se establece en uno de los documentos de objetivos sanitarios, otra de las medidas es la difusión de los conceptivos más efectivos, que son los implantes. Y veía un mensaje que nos llegaba de un oyente, Juan de la Unión, que dice “En la policlínica de ASSE donde trabajo las adolescentes están aceptando y requiriendo implante subdérmico y bajamos así los embarazos en control en 75 %”. ¿Cómo ven en líneas generales estas políticas diseñadas y qué efectos esperan que lleguen a tener?

AL —El martes pasado se lanzó esa estrategia nacional para la prevención del embarazo no intencional en adolescentes, con ese conjunto de actores que ustedes señalaban al comienzo de la nota, de distintos sectores del Estado. Me parece muy interesante porque es una estrategia intersectorial, saca o por lo menos coloca este asunto donde debe estar colocado, que es en el campo de las políticas sociales, políticas educativas, políticas económicas, políticas de salud, en el interjuego de todas esas políticas. No es un tema solamente de la política sanitaria. Me parece que eso es interesante de visualizar.

RA —Perciben un cambio en ese sentido, no se estaba trabajando así.

AL —NO, claro que no, hasta hace no mucho tiempo este era un tema casi exclusivamente tomado por el sector sanitario y el resto de las políticas públicas estaban inactivos frete a tomar este asunto como un asunto de agenda pública y a trabajar en desarrollar estrategias innovadoras, que no es sumar lo que se estaba haciendo hasta ahora y hacer más de lo mismo, sino repensar en un enfoque efectivamente de derechos, de igualdad de oportunidades, de desarrollo de ciudadanía, cómo se articula una estrategia coherente con esos principios que la política nacional quiere impulsar.

Entonces lo que le puede competir al MSP sin duda tiene que ver con cuestiones que hacen a la accesibilidad a las prestaciones en salud sexual y reproductiva, a una oferta más amplia, diversificada, de métodos anticonceptivos que las adolescentes tengan la posibilidad de optar por el tipo de método que más se ajuste a su circunstancia, políticas en el primer nivel de atención, de promoción de derechos, de prevención en salud. Esto que decíamos, las adolescentes y los adolescentes no optan por los servicios de salud como un espacio adonde acudir por cuestiones vinculadas a su sexualidad, a su vida reproductiva. Entonces hay que repensar esa ingeniería, ese vínculo entre lo que los servicios ofrecen y lo que los servicios ofrecen y lo que demandan en términos de información, de apoyo y orientación tanto las adolescentes como los adolescentes. Así como está planteado ese vínculo entre los servicios de salud y la población adolescentes, sabemos que es un vínculo que no está dando resultados pero no por el embarazo en la adolescencia, sino porque no se usan los servicios por los adolescentes en general, salvo para acceder al carné salud del adolescente. Pero eso implica que hay que repensar un tipo de abordaje distinto Yo sé que en ese sentido los servicios del primer nivel de atención en Montevideo están haciendo esfuerzos y repensando cómo reestructurar sus prestaciones y su forma de vinculación con los adolescentes, pero igualmente ahí es parte de una política nacional sobre la que hay que trabajar.

El tea de la incorporación de los implantes subdérmicos anticonceptivos en nuestro país es relativamente reciente, están disponibles en el sector público, todavía no en el sector mutual, tengo entendido que esto se va a incorporar a la canasta de métodos anticonceptivos para todas las mujeres usuarias del sistema nacional integrado de salud. El tema de los implantes subdérmicos es que en términos de efectividad es un método muy efectivo, la evidencia científica muestra que es un método de larga duración, igual que el diu, y en términos de efectividad es uno de los más efectivos. La literatura a nivel internacional lo recomienda para la población adolescente justamente por esto que hablábamos, en términos de que las adolescentes tienen una relación más ambivalente con el uso de métodos anticonceptivos orales y tomar las pastillas todos los días las expone muchas veces a los olvidos. Este es un método ese riesgo no se corre, el del olvido, la mala administración, pero ciertamente es un método que al igual que cualquier otro método debe formar parte de una canasta de métodos en la cual la persona con información pueda dilucidar y elegir el que mejor se ajusta, que le resulta convincente más en función de sus circunstancias. Lo que se trata de que las personas elijan el método con asesoramiento y la información necesaria para ello. En eso hay que trabajar.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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