EnPerspectiva.uy

Entrevista central, jueves 23 de marzo: Danilo Astori

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —¿Otros ejemplos de dónde están pensando en recortar gasto? Ese es uno de los reclamos que viene de la oposición y de sectores de cámaras empresariales. El gasto se ha ido demasiado alto en el Estado uruguayo.

DA —Sí. Creo que la trayectoria más eficaz para lograr esto, que ya empezamos a proponer en la última presentación presupuestal, es ir reduciendo el número de funcionarios. Si pensamos en el monto del gasto, el gran efecto lo tenemos que lograr desde ese punto de vista.

EC —Eso no ha ocurrido.

DA —Estamos practicando casi todo…

EC —Los números no dicen que haya habido reducción de la cantidad de funcionarios.

DA —Me voy a referir a eso desde dos puntos de vista. En primer lugar, recordar que la propuesta es que por cada tres funcionarios que egresen, por diferentes motivos, ingresen dos, y por esa vía empezar a ir reduciendo el número total de funcionarios.

En segundo lugar, tenemos que tener en cuenta que tampoco se puede hacer una aproximación uniforme a este tema, porque los funcionarios que más aumentaron son los funcionarios de áreas claves del país: educación, seguridad pública y salud. Esos son los tres ámbitos del sector público en los que se registró el mayor incremento de funcionarios. Y muchas veces es la población, la propia sociedad la que reclama. Pensemos, por ejemplo, en la seguridad pública, es la sociedad que reclama que haya una mayor capacidad humana al servicio de los objetivos de la seguridad. Entonces tengamos en cuenta también la composición cualitativa de los funcionarios.

EC —Pero al mismo tiempo vivimos en una época en la que el avance de la tecnología permite automatizar una serie de procesos burocráticos, etcétera, que repercuten o deberían repercutir en la caída de la plantilla en determinados organismos.

DA —En eso estamos, porque el gobierno electrónico está avanzando a una velocidad muy destacada, y uno de los efectos que va a tener ese gobierno electrónico, vinculándolo con la regla de dos ingresos por cada tres egresos, es contribuir a la reducción del número total de funcionarios. Pero repito, en algunos ámbitos de la sociedad no solo no es posible reducir, sino que es inconveniente, porque la sociedad en esos ámbitos reclama una mayor presencia de trabajadores.

***

EC —¿Y los impuestos? Con este panorama, y sobre todo teniendo en cuenta varios de los reclamos, ¿terminará habiendo nuevos aumentos de impuestos?

DA —Nosotros creemos –lo señaló claramente el presidente en recientes intervenciones públicas, en la cadena de radio y televisión, en una entrevista con la prensa a propósito de los consejos de ministros en el interior– que la carga tributaria sobre la producción y los ingresos personales está en un límite que no conviene aumentar y que no debería ser necesario aumentar, sobre todo a la luz de los resultados que esperamos que tengan las medidas que se tomaron el año pasado en materia tributaria.

EC —Con esas puntualizaciones, el propio presidente Vázquez no descartó la posibilidad de que hubiera alguna forma de aumento de impuestos, de otro tipo.

DA —Pero declaró con mucha claridad que, en caso de que ocurriera o que se tomara alguna decisión en los llamados impuestos de otro tipo, no iba a haber un aumento de carga tributaria sobre los trabajadores, sobre la producción, sobre el nivel de actividad. Esa es nuestra intención.

EC —Entonces no se descarta la posibilidad de aumento de algún tipo de impuesto.

DA —Pero no de estos impuestos que pueden llegar a ser de impacto a esta altura negativo en el país.

EC —¿Cuáles podrían ser? ¿Qué tipo de impuestos? ¿Cuáles sí podrían tener aumento?

DA —No hemos tomado ninguna definición al respecto, no hay definición en materia de aumentos impositivos. No puedo improvisar acá algo que no ha sido decidido, pero puedo decir que nuestra sincera intención es no incrementar la carga tributaria sobre la producción, sobre el nivel de actividad, sobre el empleo, sobre los ingresos personales, que son variables fundamentales del funcionamiento económico del país.

EC —En la discusión previa al documento que se le entregó al presidente Vázquez algunos sectores del FA hablaban de algunas medidas tributarias. Por ejemplo, revisar exoneraciones a las inversiones, aumentar impuestos al capital, al patrimonio, rentas de capital, herencias, eliminar o reducir devoluciones del Fonasa. ¿Cómo observa ese tipo de iniciativas?

DA —No se ha tomado ninguna decisión al respecto. No está en nuestros planes –repito– incrementar la carga tributaria, sobre todo sobre las variables fundamentales de la economía y la sociedad uruguaya, y no hay ninguna decisión, ni habrá en el correr del año, acerca de la no devolución de aportes al Fonasa. No tenemos elaborada ninguna propuesta, pero nuestra intención es que el límite al cual llegó el país en materia de carga tributaria no se incremente.

EC —Y si, como consecuencia de una transacción dentro del FA, termina resolviéndose que sí, que haya algún aumento de impuestos de estos que acabo de mencionar, ¿cuál sería su actitud como ministro?

DA —No puedo hacer futurología. Sí puedo citar al general Seregni: cruzaremos el puente cuando lleguemos al río. No estaría bien que me pusiera ahora a hacer hipótesis sobre lo que puede ocurrir en el futuro, adelantando opiniones absolutamente inoportunas. Tratemos de dialogar entre todos, de buscar acuerdos entre todos. Como decíamos al principio, no solo acuerdos entre nosotros los frenteamplistas, los que estamos en el gobierno, sino también, en la medida de lo posible, trascendiendo fronteras para asegurar la vigencia de medidas que puedan ser importantes para el país.

EC —¿Hasta cuándo se van a mantener impuestos indirectos o escondidos como los que implican las tarifas públicas?

DA —No son impuestos escondidos. Cuando se fija un precio público –esto es una tarifa–, es necesario tener en cuenta varios factores y equilibrarlos según las circunstancias y las estructuras en las cuales se produce ese razonamiento. Un primer elemento absolutamente imprescindible cuando se fija el precio de un bien o un servicio público es tener en cuenta la situación de la empresa que lo produce.

Comentarios