EC —Lo más directo es pensar que detrás de este juego hay enfermos mentales, sádicos por lo menos.
HP —Seguro, hay alternaciones complejas de la personalidad.
EC —Me refiero a los que lo crearon y los que lo llevan adelante. ¿Quiénes son?
HP —No lo sé. La palabra clave para nosotros es atención, estemos atentos a lo que pasa a nuestro alrededor y aprovechemos también para acercarnos más a los adolescentes y entender mejor cuáles son sus conductas.
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EC —Los denominados líderes de la Ballena Azul invitan a jugar utilizando perfiles falsos de Facebook, y reparten mensajes a adolescentes en sus perfiles o a través de WhatsApp, convocándolos a unirse a grupos cerrados. En general, extorsionan con múltiples amenazas de muerte dirigidas a ellos o a allegados. Este es el recurso por el cual van consiguiendo que el joven pase de un juego al otro, de un reto al otro. Una vez que la víctima cumple un reto, debe enviar fotografías que lo certifiquen. Así van transcurriendo las pruebas, a cada paso más truculentas, hasta llegar a la número 50, que es nada menos que la intimación al suicidio. La intensidad de los retos va en aumento, por ejemplo incluyen desde comer huevos hervidos o no hablar durante todo el día hasta invocar espíritus, pararse en medio de un puente sobre un solo pie o quedarse quieto en medio de carreteras transitadas. Varios de esos retos, de esos escalones del juego pueden tener consecuencias graves, y andan bastante lejos todavía del suicidio en sí mismo.
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EC —El tema preocupa a los oyentes. Dice Roberto: “Parece interesante echar mano a una cadena para prevenir esas cosas, sin embargo se están usando los medios de comunicación para incitar a la gente a participar en actividades que la sociedad considera negativas. Solo a modo de ejemplo, hay un programa de televisión que con el nombre de la ley de la regulación del consumo de marihuana parece justificar, si no propiciar, el uso de la droga, etcétera”.
Y están los que insisten en la necesidad del diálogo, la necesidad de atención. “Llamen a los abuelos de 70 u 80 años de edad para dar clases de vida útil y natural”. Es todo un tema cómo a veces en una familia no hay espacio, no hay tiempo para el diálogo, para el intercambio directo y cotidiano con los jóvenes, mientras que por otro lado están los abuelos abandonados, olvidados, relegados, con escaso contacto.
RA —Dice Alberto: “La pregunta que me queda es cómo la policía no persigue a la gente que está detrás en esta cadena, incluyendo los controles de redes sociales que deberían eliminar estas cosas y advertir si descubren algo”.
El comunicado del ministerio señala que están empezando a detectar estas cosas y se están monitoreando especialmente a través de las redes sociales. Pero está claro que cabe todavía ese abordaje, qué es lo que está haciendo el MI y de qué forma se puede saber, hasta dónde se puede saber qué es lo que hay detrás.
EC —Dice Guillermo: “No, no es por diversión o sadismo que llevan adelante Ballena Azul los que lo organizan. Seguramente es por plata. En cualquier momento, si sigue teniendo éxito, Ballena Azul podría cotizar en bolsa. Hay que atacarlo financieramente”.
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Transcripción: María Lila Ltaif
