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Entrevista central, lunes 06 de junio: Eduardo Bonomi

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EC —A la forma como se comportó o como se habría comportado ese agente que aparentemente estaba fuera de sí y que increpó hasta a la gente que estaba mirando en el entorno.

EB —Sí, sí, pero en el barrio hay situaciones diferentes. Es obvio que hay un grupo de gente organizada que está en función de lo que estaban protagonizando estos muchachos, y no esa vez, sino desde antes, tienen una visión. Después están los vecinos, la inmensa mayoría de los vecinos, que me parece que tiene otra visión de lo que está pasando. Cuando el Ministerio del Interior (MI) pone un ómnibus durante la ausencia del ómnibus de Coetc hay quienes promueven apedrearlo y hay quienes agradecen. Y ayer, cuando dejó de funcionar el ómnibus porque hoy retomaba el trabajo el 405, pintaron el barrio agradeciendo la presencia del ómnibus Siete Zonas que puso el ministerio. Hay dos visiones que se expresan en lo que se dice y creo que no siempre lo que se dice es cierto.

EC —Las denuncias sobre excesos en el accionar policial no hablan solamente del trato con sospechosos. Incluso indican que padecen esa forma prepotente vecinos que no tienen nada que ver con el delito. Y eso, si ocurre, es un comportamiento que, para empezar, no corresponde, pero además complica las cosas, porque genera rechazo en más gente que la que tendría que sentirse acosada por la Policía.

EB —Sí, si eso es así, evidentemente, pero creo que no es así, porque ahí hay gente que está agradeciendo el accionar de la Policía. Hay que contextualizar esto. Este era uno de los barrios más complicados en cuanto a cantidad de rapiñas, y no en esas rapiñas que le dejan un ingreso al que la realiza, sino que tiene que insistir una y otra vez porque no roba mucho. Y es uno de los barrios en los que desde el año pasado se está tratando de trabajar para bajar las rapiñas en todo Montevideo.

Nosotros teníamos identificadas las zonas donde se producen las rapiñas, las cuadras, y trabajamos. El año pasado tuvimos algunos resultados, pero no se pudieron sostener porque eso estaba basado en identificar el lugar y los momentos en que se cometían las rapiñas, y variaban, cuando veían que se estaba golpeando, variaban. Este año –se incluyó en el presupuesto del año pasado– se introdujo el Programa de Alta Dedicación Operativa (PADO), que son 1.000 policías, 500 en Montevideo, 250 en Canelones y 50 en San José, además de 200 en la Guardia Republicana, que se pueden usar en cualquiera de los tres departamentos, que van a trabajar sin horario –no con más carga horaria, sino pudiendo variar–. Este año desde el 1 de enero se fortaleció el Operativo Luz Roja de la Guardia Republicana: hasta el 10 de abril se produjo una baja de 35 % de las rapiñas en el lugar y desde el 11 de abril, de 60 %.

Hay gente que trata de distorsionar eso. Y lo que pasó el viernes creo que estaba planificado de antes, no el enfrentamiento en sí, pero algo estaba planeado y era el runrún en el barrio. Hay gente del barrio que dice eso, había cócteles molotov armados desde antes y no del viernes mismo cuando sucedieron los hechos. Y el hecho que pasa ahí lleva a lo que sucedió.

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