EnPerspectiva.uy

Entrevista central, lunes 11 de setiembre: Javier Miranda

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Vamos a los hechos del fin de semana. El viernes en la tarde los sectores y las bases del FA habían llegado a un acuerdo de resolución muy severo que se iba a llevar al plenario del sábado. Se reprobaba a Sendic su “apartamiento de las normas ético-políticas de conducta frenteamplistas” en lo que refiere al uso de la tarjeta corporativa de Ancap; se lo cesaba en la función de presidente de la Agrupación Nacional de Gobierno; se lo inhabilitaba para presentarse como candidato común del FA en 2019 y 2020 (para presidente, vice o intendente). ¿Ese acuerdo había reunido los cuatro quintos del Plenario?, ¿tenía los votos para salir efectivamente el sábado?

JM —Pensamos que sí. Hasta el último minuto antes del inicio del Plenario se estuvo retocando la redacción. Era el producto de un largo proceso de discusión, de muchas horas de muchísimo esfuerzo dedicado por muchos compañeros y compañeras para llegar a una resolución de consenso, de los más amplios consensos. Mucha gente trabajó durante muchas horas dedicando esfuerzo buscando justamente eso, los consensos, esa expresión tan seregnista, que era buscar los sentires comunes.

EC —El texto llamó la atención cuando trascendió el viernes de tardecita, de noche. Daba la impresión de que la disposición a sancionar a Sendic había ido creciendo durante la semana.

JM —Sí, porque además parecía razonable. Había que tomar resolución, no se podía seguir dilatando, y se buscó, insisto, a lo largo de muchas reuniones…

EC —Pero ¿usted tiene esa misma impresión, de que el tono del acuerdo posible fue subiendo a lo largo de la semana?

JM —No, no estoy tan seguro de que haya sido así. Creo que fue tomando forma en base a la discusión. En el proceso de discusión, en el que participé activamente, desde luego, fuimos viendo cómo se iban reposicionando sectores y actores regularmente. Todos, sectores partidarios, las bases, con la diversidad además que tienen las bases, todos, todos, todos los sectores partidarios.

EC —Pasemos al sábado de mañana, al comienzo mismo del Plenario Nacional, cuando Sendic toma la palabra y anuncia su decisión de renunciar al cargo de vicepresidente de la República. ¿Cómo reaccionó usted?

JM —Nos tomó por sorpresa, no estaba dentro del escenario.

EC —¿No le había anticipado nada a usted?

JM —No, no, en absoluto, me entero en el mismo momento. El senador De León antes de empezar el plenario me menciona que Sendic querría hacer una intervención, me pide que abra el Plenario y que le dé la palabra inmediatamente a Sendic, y eso es lo que hago.

EC —Fue raro eso. Nos decían algunos dirigentes del FA que no es lo que corresponde cuando se va a considerar un informe del TCP, que es raro que hable en primer lugar la persona cuya conducta se juzgó.

JM —Sí, está bien, pero hay que entender el contexto en que esto se da. No era un dictamen más del TCP que iba a analizar el Plenario, era un Plenario precedido de mucho ruido en el entorno, de una larga historia. Insisto, había que tener mucha cautela, se cuidó el proceso para permitir las expresiones e intentar que no se sintiera que se impedía argumentar o expresar puntos de vista. Entonces parecía natural que pudiera dirigirse al Plenario. No creíamos que fuera políticamente oportuno que interviniera en el Plenario, pero desde luego la puerta siempre está abierta, la tribuna siempre está abierta.

EC —Pero usted no aguardaba el anuncio de renuncia.

JM —No.

EC —Se quedaba con la información que existía previamente, que Sendic iba a ir a defenderse, a presentar elementos que comprobaran su inocencia.

JM —Sí, hasta ese momento tampoco sabíamos que Sendic iba a ir, nos enteramos en ese momento.

EC —Sendic venía aferrándose al cargo desde hacía semanas. En el ínterin algunos dirigentes, como José Mujica, dijeron que en el Plenario “no iba a pasar nada” y varios representantes de las bases se habían mostrado reacios a sancionar duramente a Sendic. ¿Qué pasó? A su juicio, ¿cuál fue el factor que cambió el escenario? ¿Qué fue lo que terminó precipitando esa decisión de Sendic?

JM —Creo que no la precipitó, que es un proceso que se va dando, que se va desarrollando. Y creo que en ese proceso –en una cuestión que me preocupa mucho de la política en este momento– se opera, se mandan mensajes para, más allá de lo que uno piensa, intentar incidir en un resultado. Hay una especie de juego de que el fin justifica los medios que se utilizan, que creo que es uno de los problemas serios que tiene la política. Hago este comentario porque me parece que a veces nos quedamos mucho en lo anecdótico y no estamos encarando el tema de fondo, que tiene que ver con cómo procesamos la discusión política. Yo tomo muchos los comentarios que sucedieron desde el 8 de junio en adelante, que es la fecha de publicación en el semanario Búsqueda de la información, e incluso antes. En todo ese proceso lo que hubo –lo dije en una ronda de prensa en San José el sábado pasado no, el anterior– más que filtraciones son operaciones. Eso me preocupa, creo que es una mala política.

EC —Volviendo a la pregunta que yo le hacía, mi impresión es que la divulgación del dictamen del TCP el lunes pasado, la dureza que mostró ese texto, incidió, jugó, llevando a muchos sectores que antes dudaban a ver que una sanción y una sanción dura era inevitable.

JM —Es probable.

EC —Cuando en la Mesa Política se discutió si se divulgaba el dictamen del TCP el lunes 4 –una discusión que ocurrió varios días antes del Plenario–, usted se opuso, pero sus razones no trascendieron. ¿Puede darlas ahora?

JM —Sí, sí, claro. Las di en el secretariado del lunes anterior. El lunes 28 de agosto suspendemos el secretariado, que normalmente se hace los lunes, para hacer una mesa política extraordinaria, y allí se vota si se va a dar a conocer a los miembros del Plenario, que es lo que corresponde, el dictamen del TCP. Más o menos 20 días antes, en la mesa política que hicimos en Trinidad, en Flores, el tema había estado planteado y yo ya había argumentado que me parecía que no era conveniente que se hiciera conocer cinco o 10 días antes el dictamen del TCP a los miembros del Plenario. Las bases de Montevideo en particular me habían hecho llegar el interés de recibir ese dictamen con por lo menos cinco días de anticipación. En esa mesa política de Trinidad digo expresamente que creo que habría que reconsiderar el posicionamiento de las bases, se lo sugiero a los delegados de base en ese momento, porque me parecía que era inoportuno hacerlo. Y eso lo ratifico.

EC —Existe una resolución de febrero de 2014 que establece que los fallos del TCP deben entregarse antes del Plenario.

JM —Sí, es así. Justamente, por eso yo entendía que la Mesa Política debía resolver y así lo plateo: si no hay decisión en contrario, tengo que hacer conocer el dictamen a los miembros del Plenario. Era lo que correspondía. Pero si se hacía conocer –y en la situación en que estábamos, además– el dictamen del TCP a 175 personas unos días antes, la probabilidad de que eso fuera público, de que fuera publicado para la población en general era altísima.

EC —Eso era evidente.

JM —Era evidente, y eso lleva –ese es mi argumento– a un juicio del tipo de tribunal popular, y a mí no me gustan los tribunales populares. La futbolización de la política es una mala cosa, el juego de hinchadas es una mala cosa. Creía que se corría el riesgo, como de hecho corrió, de un enjuiciamiento ligero y no sereno, no argumentado, más en base a Twitter y qué sé yo, que no es bueno.

EC —La otra cara era que si recién se lo entregaba el propio sábado en el Plenario Nacional, varios de los sectores, y sobre todo los delegados de las bases, no iban a tener distancia suficiente para tomar una resolución. Quizás hasta se pedía un cuarto intermedio y el asunto se volvía a estirar…

JM —Sí, es así, ese fue uno de los riesgos que se valoraron. Incluso en esa mesa política del 28 de agosto yo digo expresamente: “Aquí hay una tensión que resolver”, que era entre dar la información para poder tomar una decisión bien informada y el problema del enjuiciamiento público que se podía producir. En esa tensión pensé que era mejor evitar el enjuiciamiento público.

EC —Usted promovió que se cambiara la resolución del año 2014.

JM —Sí, exactamente.

EC —Y eso no se logró, no se alcanzó la mayoría necesaria para cambiar esa resolución.

JM —Exactamente.

EC —Usted me contestaba que sí, que le parece que la difusión previa el lunes 4 del informe del TCP fue un factor que empujó a que las cosas ocurrieran como terminaron ocurriendo.

JM —Pero lo que empuja es el dictamen del TCP.

EC —Por eso, el dictamen, pero la difusión del dictamen también.

JM —Sí, pero creo que lo central es el contenido del dictamen del TCP.

Comentarios